Anime One shots!

Austria ◈ Hetalia

«Dulce voz»

La dulce y encantadora melodía del piano se oía por toda la casa. Allí estaba él, Roderich, tocando las teclas de aquel instrumento que tanto apreciaba y haciendo sonar tonadas hermosas llenas de sentimientos. La bella música era escuchada gustosamente por ________, una joven que vivía junto con Austria. Sentada sobre un banco de madera oía al joven tocar aquellas partituras que tanto le alegraban. Mantenía una gran sonrisa en su rostro mientras disfrutaba de la armonía.

Pero la música se detuvo de repente, haciéndola despertar de su mundo de ensueño que se formaba tras oírla. La confusión y curiosidad la invadieron, observando como aquel chico acomodaba sus lentes mientras la miraba fijamente. Se sintió nerviosa, tal vez era porque no sólo le gustaba la música del piano sino también aquel austríaco.

—¿Q-Qué sucede, Austria-san? —preguntó con sus notables nervios.

—Me gustaría hacerle una petición, si me lo permite —habló él buscando comodidad en el banco del piano.

Su corazón se aceleró, su mente imaginaba muchas cosas y cada una de ellas provocaba más nervios en la jovencita. Repitió sus palabras en su cabeza disfrutando la manera hablar de aquel chico, en verdad le gustaba.

—¿En qué puedo ayudarlo? —respondió cediendo a su pedido.

—Continuaré tocando solo si me acompaña con su bella voz —habló el austriaco observando las teclas del piano.

Su vista estaba perdida en el instrumento pero todo era para ocultar el leve sonrojo que estaba presente en sus mejillas. Se había atrevido a decir aquello debido a que extrañaba su voz y deseaba que ella cantase para él. La había oído ciertas veces de casualidad cuando ella se encontraba en el jardín o haciendo algunos quehaceres de la casa, disfrutaba su melodiosa voz a escondidas mientras alimentaba el deseo de que cantara junto con su piano. La primera vez que la oyó, la sorpresa no tardó en aparecer, su voz era realmente hermosa y quedó encantado desde aquel momento.

La joven, mientras tanto, con tan solo oír sus palabras se sorprendió. Se encontraba desconcertada, aún no creía que él la haya escuchado. La vergüenza comenzaba a carcomerla por dentro y por fuera, pues su rostro se tiñó de color rojo y los nervios le hicieron temblar. No podía hacerlo, no frente a él, por algo siempre lo hacía a escondidas. Recordaba que, en su mayoría, todas las canciones que recitaba eran románticas, siempre trataban de amor debido a que eso era lo único que transmitía su corazón, un amor excepcional hacia Austria.

—N-No puedo hacerlo —se negó mientras intentaba ocultar su colorado rostro.

—Si puedes —contradijo él—. Acércate, gran tonta.

Sus palabras no fueron ofensivas, pues las había dicho con cierta calidez y cariño. El corazón de la joven no podía resistir, latía más rápido que nunca y todo por culpa de aquel chico de lentes. No quería negarse, pues no quería que se molestara, pero también en lo profundo de su ser quería cantar junto a él, un momento especial juntos; aún así su vergüenza era la presente enemiga.

En medio de una batalla mental, su cuerpo comenzó a moverse. Se colocó se pie y sus piernas comenzaron a llevarla hacia el pequeño lugar que el austríaco había hecho en el banco del piano. En cuanto reaccionó ya se encontraba sentada a su lado, a una distancia no muy lejana. Roderich sonrió al notarlo y sus manos comenzaron a moverse por el piano produciendo nuevamente aquel encantador sonido.

Decidida y aún con el rubor sobre sus mejillas comenzó a tararear una melodía que se desarrolló poco a poco hasta dejar al descubierto aquella voz que le encantaba al joven. Ambos sonidos se entrelazaron creando una magnífica y preciosa canción. Las sonrisas estaban presentes en sus rostros mientras expresaban a su manera el amor que había entre ellos. Un momento, juntos, uno de los primeros que quedaría en sus mentes por la eternidad.

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Aquí les dejo otro one shot de Hetalia, espero que haya sido de su agrado. Les agradezco a todas las que leen estas historias, me hacen muy feliz. ♡