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Aizawa Shōta ◈ Boku no Hero Academia

«Como en los viejos tiempos»

Una mujer se hallaba hurgando entre uno de los armarios en la sala de profesores. Removía los diferentes objetos que se encontraban allí dentro buscando cierta carpeta informativa que necesitaba para su trabajo. Inspeccionando cada caja que se cruzaba en su camino, ansiando encontrar lo que buscaba. Sus manos tantearon una caja de cartón, la cual abrieron con rapidez creyendo haber encontrando dichos papeles. Sin embargo, la sensación de su tacto fue diferente al papel, sentía algo suave y de proporción grande. Curiosa sacó aquellos objetos de la caja encontrándose con el uniforme femenino de la escuela. Los recuerdos de aquellos días la invadieron, formando una sonrisa en su rostro mientras observaba la vestimenta.

Una idea iluminó su mente y de inmediato comenzó a cambiar su ropa que sería reemplazada por aquel uniforme escolar. Recogió su cabello de la manera que lo hacía en aquellos años y acomodó su traje notando que le quedaba a la perfección. Mirándose a sí misma de arriba a abajo y riéndose por las tonterías que recordaba. Con entusiasmo dio unas vueltas sobre sus pies hasta quedar frente a la puerta notando como alguien la observaba desconcertado.

—¿No te trae recuerdos, Aizawa-kun? —preguntó aún con su sonrisa mirando al hombre de pie frente a ella.

El hombre mantenía su rostro de indiferencia pero por dentro se encontraba algo sorprendido, no era normal ir a la sala de profesores y encontrarse con una de sus compañeras utilizando el mismo uniforme que sus alumnas. Aún así, no evitó contemplar el cuerpo de la mujer vestida de esa manera, le traía muchos recuerdos de sus días en secundaria junto a ella. Aunque no lo expresara, admitía que esas ropas se veían muy bien en aquella señorita y que lo hacían pensar en cosas no muy decentes.

—¿Debería llamarte Aizawa-sensei? —preguntó bromeando.

Oír aquel honorífico salir de su boca le provocó una extraña sensación en todo su cuerpo, una sensación de satisfacción acompañada del deseo de oírla una vez más. Ignoró aquellos pensamientos indecorosos y continuó su camino hacia una mesa repleta de papeleo, pasando a un lado de ella y dando una mirada más a su encanto; observando como ahora la mujer se mecía de un lado a otro moviendo su falda junto con el sonido de su risa.

—Deberías quitarte eso —habló él de manera seria e ignorándola.

Sus palabras asombraron a la que era profesora provocando que detenga sus movimientos y mantenga su mirada sobre aquel hombre que revisaba algo sobre un escritorio. Ella solo estaba divirtiéndose y recordando los buenos momentos de su adolescencia, tal vez no era el tiempo exacto para hacerlo pero de todas formas ya había sucedido.
Otra brillante idea se hizo presente en su cabeza, buscando la forma de pasarla bien por unos minutos más.

—¿Por qué no me lo quitas tú? Como en los viejos tiempos —dijo la mujer acercándose poco a poco a su compañero.

Desde hace unos minutos había notado como Eraserhead la miraba en aquellas ropas, estaba más que segura que había atraído su atención a pesar de los tontos intentos del héroe en no dirigirle la mirada. Se acercaba a él a paso lento intentando provocarlo, lo cual sí funcionaba. Entre ellos existía cierta historia, ciertos encuentros y acercamientos que nunca llegaron a más, sin razón aparente. Debido a ello, ambos aún sentían y se deseaban.

Aizawa no logró controlarse, dejándose llevar por sus impulsos y anhelos. Tomó a la mujer por los hombros y la acorraló entre sus brazos contra una de las paredes del lugar. Sus manos viajaron solas hasta la camisa de ________ quitando los botones uno por uno hasta abrir de par en par aquella prenda, dejando a la vista solo su piel desnuda y su sostén. Su rostro se acercó a la hendidura de su cuello besándolo con paciencia, provocando escalofríos que recorrían el cuerpo de la mujer de arriba a abajo. Una de sus manos viajaba por su torso chocando con su falda y volviendo a subir hasta su busto, el cual acariciaba con suavidad brindándole cierto gusto a la profesora arrinconada.

—Shōt... —fue interrumpida antes de pronunciar su nombre.

Uno de sus dedos se colocó sobre sus labios impidiéndole hacer cualquier tipo de sonido. Ambos miraron en dirección a la puerta, oyendo pasos que avanzaban por el pasillo y se alejaban cada vez más. Sus corazones palpitaban con rapidez creyendo que los descubrirían, pero aún así se sentían muy bien. La adrenalina que invadía sus cuerpos, y la excitación de ser encontrados en aquella situación. Nuevamente, el de cabellos negros se acercó al rostro de la mujer uniendo sus labios de manera ardiente probando una vez más el sabor que tanto había deseado con volver a degustar, después de tanto tiempo.
Los brazos de _________ rodearon el cuello de su compañero atrayéndolo más a su cuerpo. Paso a paso, los deseos impuros los devoraban haciéndolos caer en la completa tentación.

Una voz muy ruidosa los separó, notando que se acercaba cada vez más, aumentando el tono de su canción en el idioma inglés. Sabían de quien se trataba, era otro de sus compañeros de trabajo, el profesor de inglés y héroe, Present Mic. Claramente, no podían continuar con sus actos, sin contar que estaban en la sala de profesores y que cualquiera podría entrar cuando quisiese. Algo agitados, y decepcionados, se separaron acomodando sus cabellos y ropas. _________ no obtuvo el tiempo suficiente para cambiarse por lo cual continuó con el uniforme escolar, disimulando en cuanto el rubio ingresó a la sala.

—Entrégale esto a tus compañeros y vete a casa —ordenó el profesor y héroe Eraserhead.

—Como usted diga, Aizawa-sensei —respondió actuando y guiñando un ojo, el cual solo vio él.

Cabizbaja salió del lugar evadiendo la mirada del rubio que saludaba a su gran amigo, Aizawa Shōta. De manera veloz, rezando para que nadie la viese vestida así, se acercó a los baños en donde logró cambiarse tomando suspiros de alivio. Alistándose otra vez con su traje de adulta habitual, mientras acomodaba los detalles menores frente al espejo. Su mente sumida en los pensamientos, admitiendo que no fue tan malo hallar aquel uniforme, pues además de recordar su pasado también lo revivió. Solo se preguntaba si era aquel el inicio de una nueva historia junto a ese hombre o tan solo un encuentro que quedaría resguardado en su mente. Preguntas que caían sobre ella mientras su rostro era adornado por una sonrisa y con su mirada perdida en una marca morada sobre su cuello.

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Solo quiero darles las gracias por leer esta historia y por los votos que va recolectando con el tiempo. Me alegran mucho ♡