Anime One shots!

Nagisa Hazuki ◈ Free!

«Torneo»

—¡_______-chan! ¡_______-chan!

La voz emocionada del rubio se oía por los pasillos de la escuela, mientras se acercaba  con mucha alegría hacia la nombrada, siendo acompañado por sus amigos del club de natación.

—¿Nagisa? —preguntó ella al oírlo a lo lejos.

—¡_______-chan! ¿Vendrás a vernos al torneo?

Los ojos magenta del chico brillaban risueños, observando a su tan querida amiga frente a él. Deseaba oír una respuesta afirmativa ante su pregunta, las palabras que tanto quería escuchar provenientes de su boca que lo alegrarían más que de costumbre durante el resto del día.

—No lo sé... Estoy algo ocupada ese día —respondió apenada.

La tierna sonrisa que adornaba el rostro del rubio comenzó a desaparecer al comprender su respuesta. La esperanza de que ella estuviese en el torneo observándolo y dándole ánimos durante su competencia se perdía poco a poco. Aún así, Nagisa era reconocido por nunca rendirse y no lo haría tampoco en ese momento.

—¡Por favor, _______-chan! —insistió él, lanzándose hacia la chica para abrazarla con fuerza— ¡Tienes que estar ahí! ¡Quiero que estés ahí!

—Ya, ya... Nagisa, si ella no puede tampoco es bueno obligarla —habló Makoto, intentando calmar a su amigo.

—Es una pena que no pueda ir, _______-san —añadió Rei—. Se perderá mi hermoso estilo mariposa.

La chica solo esbozó una triste sonrisa, volviendo su vista hacia el rubio que seguía insistiendo al hablar con Makoto hasta que finalmente se dedicó en mirar al suelo un tanto decepcionado. Hazuki en verdad quería que _______ estuviera presente en ese evento tan importante, deseaba que ella pudiera verlo nadar y esforzarse al máximo para conseguir la victoria junto a sus amigos.

—Será mejor que nos vayamos —dijo el de ojos verdes.

—Pero... —habló Nagisa, reflejando que en realidad no deseaba irse, aún si la respuesta fuera negativa.

—Vamos, vamos.

Los cuatro miembros del club de natación se marcharon por los pasillos de la escuela dejando a _______ junto a sus compañeras de clase. Podía verse como el más pequeño seguía quejándose con ellos, perdiendo la alegría que casi siempre llevaba consigo. La chica, por su lado, no se sentía muy bien al verlo de esa manera. Quería decirle a Nagisa que si iría al torneo, lo que sea para hacerlo sonreír otra vez; pero no podía mentirle ni hacer nada debido a las responsabilidades que tenía planeadas para ese día.

Las horas siguieron su paso indicando el final de clases y la libertad de los alumnos para volver a sus hogares. ________ se encontraba saliendo de la institución, despidiéndose de sus compañeras y emprendiendo el viaje de regreso con su familia. Caminaba a paso tranquilo por las calles poco transitadas, descansando su mente luego de tanto estudio pero sin poder quitar la imagen de Nagisa de sus pensamientos.

—¡_______-chan, espérame! —se oyó su voz a sus espaldas, casi como si lo hubiese invocado.

Sorprendida, detuvo su paso viendo como el rubio se acercaba corriendo a toda velocidad. La sonrisa del chico había regresado, al parecer pasar tiempo con sus amigos era suficiente para que la alegría volviera a surgir en él. Sin embargo, aún podía notarse que estaba un tanto extraño debido a su encuentro anterior.

—¿Sucedió algo? —preguntó ella confundida— Vivimos en direcciones opuestas...

—¡Por favor, ven al torneo!

Hazuki aún no se rendía, se veía decidido en seguir intentando convencer a la chica frente a él. Sus ojos brillaban ansiando que ella cambiara de opinión, sus puños se hallaban cerrados debido a los nervios y sus mejillas habían tomado un ligero color rojizo por lo que pensaba decir luego.

—¡En verdad quiero que estés ahí! —habló mirándola a los ojos— Siento que... Si tu estás ahí observándome definitivamente podré ganar.

El asombro no se hizo esperar, sus palabras provocaron una extraña sensación en _______; su estómago cosquilleo y su corazón latió con fuerza. Ella era más que importante para Nagisa, no solo una buena amiga. Sin embargo, a pesar de sus lindas expresiones, aquella jovencita no podía prometerle que estaría allí para él. Volverlo a decir se transformaba en una pesada carga, pues sabía que el rubio borraría esa tierna sonrisa que tanto le gustaba ver.

—Nagisa... Estaré ocupada ese día, pero si me gustaría ir...

—Está bien, lo siento —habló aún sonriente—. ¡Será la próxima!

En cuanto sus palabras salieron, el chico corrió en la dirección contraria alejándose con rapidez de _______. Ella solo suspiró pesadamente, retomando su camino sabiendo que esa última sonrisa no era auténtica. Mientras tanto, Nagisa regresó con su amigo Rei sin lograr evitar sentirse desanimado y también avergonzado por decir ese tipo de cosas frente a la chica que lo tenía enamorado. Se sentía triste al saber que ella no estaría alentándolo, había imaginado esa escena muchas veces hasta darse cuenta de que no se cumpliría.

◈◈

El gran día había llegado, el torneo comenzaba mientras los nadadores de distintas escuelas se preparaban para las competencias. Entre ellos, Iwatobi estaba listo para ser llamado y así lucirse en la piscina frente a esa gran cantidad de personas que habían ido a observar y animar.

Unos ojos magenta miraban con atención el movimiento de las gradas, viendo quienes se marchaban o quienes ingresaban para ver el torneo. Pudo observar a Gou, junto a una de sus amigas, y también a la profesora Amakata, quienes colocaban la bandera del equipo para demostrar su aliento. Las personas iban y venían, pero la chica que tanto esperaba Nagisa no había aparecido.

—¿Sucede algo, Nagisa-kun? —preguntó Rei, al verlo tan concentrado.

—_______ no vino...

—Dijo que estaba ocupada, no te sientas mal por eso —dijo Makoto buscando animarlo.

El rubio asintió no muy convencido, aún si le decían que no se apenara, era difícil no hacerlo. Tenía la esperanza de que ella apareciera junto a Gou, pero tal vez esperaba demasiado.

—Nagisa, mira —habló Haru, señalando a las gradas.

Al instante obedeció al de ojos azules, llevándose la grata de sorpresa de ver a una _______ sonriente saludando a la pelirroja y a su profesora. Sus ánimos se dispararon al máximo, su sonrisa volvió a ser la de siempre e incluso más alegre. Verla allí fue suficiente para que las energías lo invadieran de pies a cabeza, se sentía emocionado dando algún que otro salto en el lugar. Lo siguiente era asegurarse de dar más que lo mejor en la competencia, sabiendo que _______ estaría observándolo y cantando su nombre para que lograra ganar. También se aseguraría luego de darle muchos de sus fuertes abrazos e incluso tal vez dar el primer paso, invitándola a salir para agradecer el valioso esfuerzo de estar presente en el torneo para él.