Anime One shots!

Sano Manjiro ◈ Tokyo Revengers

«A salvo»

En pleno día, a pocos minutos luego de salir de la escuela, una agitada _______ corría con prisa por las calles de Shibuya. Sus piernas se movían lo más rápido que podían, esquivando a las personas que paseaban por la acera, ansiando huir hasta perder de vista al grupo de adolescentes que la perseguía sin descanso.

—¡Vuelve aquí, maldita mocosa!

Los gritos intimidantes de aquellos chicos se escuchaban por las calles, al igual que algunas quejas de personas que ellos chocaban o empujaban con brusquedad para quitarlas de su camino. Eran un total de cuatro adolescentes, de tercer año de preparatoria, que buscaban atrapar a _______ a toda costa.

Todo había dado comienzo en cuanto las clases de la jovencita finalizaron. Ella hablaba tranquilamente con sus amigas, caminando sin problemas hasta la salida creyendo que aquel sería otro de sus días normales. Sin embargo, se llevó una gran sorpresa al ver como este grupo de cuatro chicos la esperaba justo en la puerta. Al principio prefirió ignorarlos, jamás pensó que la buscaban a ella, al menos hasta que pasó por su lado y esos cuatro le cortaron el paso.

—Tú eres _______, ¿Verdad? —habló el más alto de ellos, acercándose de forma amenazante— Escuchamos que tienes relación con ToMan y queríamos hablar contigo.

Aquella fue señal suficiente para que la chica entendiera que estaba en peligro y debía alejarse de ellos lo más rápido posible, eso sin mencionar la seria mirada y el semblante intimidante del jefe de aquel grupo de jóvenes. Su primera conclusión fue que querían interrogarla o hacer lo posible para quitarle información acerca de la pandilla, y claro que no estaba equivocada. Tal como uno de ellos había dicho, _______ mantenía constante relación con la Tokyo Manji, y aún más al ser la novia del famoso capitán.

Desde ese momento no perdió un segundo para escabullirse e intentar escapar de aquellos delincuentes que empezaron a perseguirla por toda la ciudad. Y así volvemos al inicio, dónde una _______ llena de adrenalina corría sin parar, haciendo lo posible para sacar su teléfono de su bolso y llamar por ayuda.

—Contesta, por favor —decía al notar que Mikey no respondía ninguna de sus llamadas.

No tuvo suerte en ningún intento, por mucho que llamara solo sonaba y sonaba sin obtener respuesta, incluso había marcado el número de Draken pero tampoco contestaba. Estaba desesperada y también algo asustada, no tenía idea de que cosas serían capaces de hacer sus perseguidores si la atrapaban y poco a poco sus opciones se iban acabando. Lo único que pudo hacer en aquel momento fue enviarle a su novio dos simples mensajes: «Templo» y «Ayuda», todo con la esperanza de que él los leyera a tiempo y entendiera su señal de auxilio.

Fue el único plan que se le ocurrió, intentar ganar tiempo y dirigirse al templo Musashi donde ToMan hacía a menudo sus reuniones, rogando porque alguien llegara para espantar a esos cuatro. En esos momentos lo único en lo que podía pensar era en llegar a su destino, a la vez que descartaba la tonta idea de hacerles frente ella sola. Al tener de novio a un genio de las artes marciales y a diario estar rodeada de pandilleros, pudo aprender a dar buenos golpes para defenderse; pero en esa ocasión no le servían demasiado, esos jóvenes la superaban en número y dos de ellos se veían por lejos mucho más fuertes que ella.

—¿Tan asustada que vienes al templo a pedir ayuda divina? —se burló uno de ellos al ver que _______ detenía su paso cerca de la entrada de dicho templo.