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✘ Chuuya Nakahara ◈ Bungou Stray Dogs ✘

«El fruto de la provocación»

Eran altas horas de la noche en Yokohama, en las calles solo reinaba el silencio, pues la mayoría de las personas debería de estar durmiendo. Al igual que todas esas personas, _______ se encontraba descansando en el cuarto de su departamento, sumida en un profundo sueño abrazando a su almohada. Solo ella sabría lo que ocurría dentro de su mente en ese momento, aunque no hubiera despertado de su magnífico sueño de no ser por un visitante inesperado que se coló en su habitación.

El de cabello naranja ingresó con cautela, quitando su gabardina y su característico sombrero dejándolos sobre uno de los muebles. De manera tranquila se paseó por el departamento, hasta encontrar una botella de su adorado vino que él mismo había dejado allí en otra ocasión. Tomó asiento frente a un lado de la cama donde ________ dormía plácidamente, mientras servía su bebida en una copa de vidrio y se relajaba luego de varias misiones de trabajo. No pasó mucho tiempo para que la chica se removiera entre las sábanas, despertando para encontrarse al joven a su lado.

—Me despertaste de un perfecto y espléndido sueño —se quejó ella, colocando una de sus manos en su rostro, intentando obstruir la luz que daba justo sobre sus adormilados ojos.

—¿Y se puede saber que tontería estabas soñando? —preguntó curioso mientras tomaba un trago de su copa.

Los ojos azules del chico solo pudieron contemplar la sonrisa juguetona que se formaba en el rostro de _______; una sonrisa traviesa que denotaba picardía. Chuuya comprendió al instante que la mujer frente a él tramaba algo, y conociéndola, sabía que no sería nada de su agrado.

—Sería muy vergonzoso decirlo —respondió _______, soltando una risita llena de maldad—. Basta con saber que soñaba con Dazai-kun.

La sonrisa de ella se amplió aún más, mientras observaba de reojo la enfadada reacción del chico a su lado. Sus puños se habían cerrado con fuerza, todo su cuerpo se había tensionado hasta su rostro donde mantenía una expresión de incredulidad e ira. Intentaba mantener su irremediable odio bajo control, pues sabía que la mujer lo estaba provocando; si ella fuese cualquier otra persona habría sido víctima de su poder sin piedad alguna.

—Chuuya-kun, ¿Por qué tan molesto?¿Acaso estás celoso?

Definitivamente _______ quería ver el mundo arder, no perdía oportunidad para molestar al mafioso y divertirse con ello, aunque era probable que sus juegos traigan consecuencias.
Mientras ella se entretenía riendo internamente sabiendo que su plan iba a la perfección, el chico se había puesto de pie deshaciéndose bruscamente de su corbata y abriendo los botones superiores de su camisa. Sin perder su tiempo, se colocó sobre _______, arrinconando su cuerpo contra la cama.

La chica solo contenía su sonrisa mientras mordía deseosa su labio inferior, todo iba según lo planeado. Las caricias no se hicieron esperar, Chuuya comenzó centrándose en la suave piel desnuda de su cuello. Dejaba besos aquí y allá, dando una que otra probaba con su lengua que causaba exitantes suspiros por parte de _______.

—¿Cómo lo hacía el idiota de Dazai? —susurró con molestia contra su cuello.

—Demasiado bien, a decir verdad.

—Pues yo lo haré mil veces mejor que ese tipo —dijo para luego morder el lóbulo de su oreja.

No permitió que otra palabra salga de la boca de la mujer, pues besó sus labios con desesperación y lujuria. Ella tampoco perdió el tiempo, correspondiendo a ese ardiente beso que desencadenó una noche apasionada para ambos.

Las manos del chico se paseaban suavemente por el cuerpo de ________, pasando por debajo de su blusa y acariciando cada centímetro de su piel. Sus labios bajaban al cuello de la joven, dando placenteros cariños, para luego subir hasta su boca, entrelazando sus lenguas en profundos besos. La temperatura de sus cuerpos se elevaba con cada toque, deseándose entre ellos con desesperación.