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Su cabello verde temblaba sin parar, al igual que su cuerpo. Sus piernas se movían de un lado a otro, casi perdiendo el equilibrio. Su rostro se hallaba ruborizado hasta sus orejas, y sus ojos viajaban por todo el lugar evitando el contacto visual. _______ estaba frente a él, frente a Izuku Midoriya; ambos siendo compañeros de la clase 1-A. Su conversación no iba más allá de temas triviales, pero aún así era grato el momento que pasaban el uno con el otro. La mayoría de las veces, hablaban en la salida de la escuela, debido a que esperaban a sus amigos para marcharse a su hogar; tal como en esa misma ocasión.
No muy lejos de allí, el color rubio cenizo de su cabello se arrimaba, acercándose poco a poco, mientras analizaba la situación planteada ante sus ojos. Izuku con aspecto de extremo nerviosismo, sonrojado en su totalidad y haciendo reír a la chica frente a él. Disparando sus celos, y por consecuencia, su cólera al ver a su rival junto con su novia.
—¡¡Apártate, Deku!! —gritó el rubio, evitando formar más escándalo.
Escalofríos recorrieron el cuerpo de Izuku, de pies a cabeza, en cuanto Bakugō pasó por su lado. Sin decir ni agregar absolutamente nada, observó como éste tomaba la mano de _______ y la obligaba a caminar junto a él. Sintiendo un repentino y oscuro terror cuando tuvo la intención de despedirse de su compañera. Aquel color escarlata clavándose como dos flechas en su mente. Una mirada amenazante, los ojos de Bakugō observando fijamente al de cabello verde, transmitiendo un temible e intimidante mensaje. Siendo esa una manera de advertirle que aquella chica era su novia y que se mantenga alejado, si deseaba seguir con vida.
—¿Por qué tan celoso? —preguntó _______, con una sonrisa.
No obtuvo respuesta, solo pudo limitarse a contemplar el rostro de Katsuki, oyendo un rechistar de su parte. Con su ceño fruncido y vista al frente, aunque dando alguna que otra mirada de reojo a la presente sonrisa dibujada en el semblante de su chica.
—Yo solo te quiero a ti —dijo ella.
Observar su expresión de molestia se volvía gratificante para la jovencita, admirar su lado protector, una tierna faceta que demostraba cuan importante y significativa era ella para el rubio. Centrándose en la razón de sus acciones, repletas de sentimientos delicados y agradables, siendo opacadas o cubiertas por su explosiva personalidad. Esos eran momentos divertidos, donde una gran sonrisa se dibujaba en el rostro de la chica. Ocasiones que _______ aprovechaba para apreciar su afecto y también provocar su fastidio.
—¡¡Ese idiota es persistente, tengo que estar preparado para darle su maldito merecido!! —exclamó él, provocando algunas explosiones en sus manos.
—¿Quieres decir que Deku podría ganarte?
El color carmín se apoderó de sus mejillas, todo a causa de la verguenza. Su cuerpo paralizado volteó al instante, intentando disimular aquel calor repentino en sus pómulos. Simulando, sin dudar, enfado y desagrado con sus palabras, evitando darle la razón que había quedado evidenciada.
—¡¿Qué mierda estás diciendo?! ¡¡Ese maldito nerd no puede contra mi!!
Sus gritos de negación, demostrando su enojo, fue algo que aquella chica disfrutó ver. Su novio dándole la espalda mientras éste avanzaba dando fuertes pasos con furia, sin duda era algo entretenido. Sin embargo, sabía que debía sosegarlo, hacerlo romper su arrogancia para que lograran hablar y disfrutar tiempo juntos.
—Vamos, no te enojes —rogó de manera dulce.
Su cuerpo se abalanzó hacia adelante, tomando un pequeño impulso con la punta de sus pies, abrazando al rubio por su espalda. Sus brazos rodearon el cuello del chico, mientras su rostro descansaba sutilmente sobre su hombro. Su mirada buscaba perdidamente a la de su pareja, deseando que voltease en su dirección. Esa ilusión hacía presencia, volviéndose una tentación, obligando a Katsuki a dejar su orgullo y conectar sus miradas, de reojo. El dulce mirar de la jovencita, una leve sonrisa traviesa en sus labios, cada detalle derretía su corazón haciéndolo olvidar su molestia y todo lo ocurrido.
Las manos del rubio se alzaron tomando con delicadeza las de su novia, guiándola con algunos movimientos a que quedara frente a él. Sus labios se unieron en un cálido beso, complaciéndose por unos segundos para luego juntar sus frentes con sus rostros siendo adornados por sonrisas.
—Deku no me ganará —susurró sobre los labios de la chica.
Sus corazones estaban unidos. Katsuki se había ganado el corazón de aquella jovencita. No había posibilidad de que el tierno Izuku lograra robarse el amor de su chica. Así como también, no había posibilidad de que otra persona se robara el interés del rubio. Su atención y corazón fueron ganados por _______, y solo le pertenecían a ella.
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