Tsunade II

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La niña, quién tenía un pedestal de orgullo, esperanza, valentía y ejemplo a su madre, ahora estaba dudando en seguir con la misma idea.

Con el corazón tan lleno de dudas y tristeza, decide ir a ver a Shizune, para pedirle un consejo, sin embargo, se arrepiente de esto, al escuchar que por entre la puerta de la oficina del Hokage, salen las voces de Kakashi y Shizune festejando por su segundo hijo que nacerá dentro de siete meses.

La chica se va y sale corriendo, decide entonces irse al bosque, y recostarse en el pasto fresco y suave, recordando las palabras que su madre le dijo hace unos minutos, la están torturando y la hacen sufrir, es una total injusticia lo que su mamá piensa hacer.

Pasando las horas, decide ir a casa de nuevo, llegando a las cuatro de la tarde, se quita los zapatos para no hacer ruedo al caminar sobre el piso de madera.

Escucha unas voces que vienen del jardín trasero de la casa, se acerca, y ve algo que nunca hubiera querido ver, a su madre besándose con un hombre de cabello negro, alto como Jiraiya y un poco musculoso, el cual le dice a Tsunade que quiere repetir la tarde de nuevo, y que la estará esperando, ella acierta y el hombre se va.

Raynade da unos pasos hacia atrás y choca contra unos libros que estaban en el suelo, su madre voltea a verla, con una cara de malgenio y sorpresa, además de vergüenza, los ojos de Raynade se empapan de lágrimas y se va corriendo, pero su mamá que es más rápida, la alcanza y la agarra por la espalda.

Que haces aquí tan tarde, llamé a la academia y me dijeron que nisiquiera pasaste por allá, crees que te educo para que hagas eso, para que faltes a clases, dice Tsunade enojada.

Y tu crees que le voy a hacer caso a una cualquiera, dice Raynade con los ojos llenos de lágrimas

Cállate, grosera altanera, como me hablas así, Tsunade le da una cachetada que le rompe nuevamente el labio a su hija y la tumba al suelo, se retira, sube por la escalera hasta la habitación y cierra la puerta de un portazo, pero la abre nuevamente para gritarle a su hija, "estás castigada, no volverás a salir a menos que yo te lo diga, o verás las consecuencias"

Con su corazón destruido, sube a su habitación, se tira sobre su cama y se pone a llorar, su corazón está aún más roto, pues su madre le ha confirmado con ese hombre en su propia casa, que le ha sido infiel a su padre Jiraiya.

A las diez de la noche y aún despierta, la niña con los ojos hinchados, y ya sin lágrimas, queda dormida después de haber llorado, Tsunade sale de su habitación, y entra a la habitación de su hija, quien está hacia la ventana dándole la espalda a la puerta, está recostada sobre su cama.

Tsunade se sienta en el borde de la cama, triste por el maltrato a su hija, se acerca a ella, le da un beso en la frente, pero ella no se despierta, "Tu sabes que te quiero mucho hija, pero mi vida es mi vida", y diciendo esto, se va del cuarto de su hija, se viste con un traje ajustado, y sale de su casa para encontrarse con el hombre que estaba en tarde.

La niña se asoma por la ventana y ve que su mamá sale arreglada como para una fiesta, y en la puerta de la casa, la espera el hombre que estaba con ella en la tarde, Raynade se derrumba sobre su cama y se pone a llorar, pero recobra fuerzas y se va a perseguir a su madre, ambos entran a un bar y luego a un hotel, Raynade sabe que va a pasar, y en definitiva no cabe duda que su madre ya le fue infiel a su papá Jiraiya con un hombre

Un corazón sin heridas del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora