Un corazón sin heridas del pasado

La visita inesperada

Reyka va a casa de Tsunade, toca la puerta cuatro veces, pero nadie abre, intenta unas quince veces más, pero nadie abre, al parecer Tsunade no está en casa, se queda pensando a dónde se habrá ido Tsunade.

La mujer se sienta en el andén de la puerta de la casa.

Tsunade está en casa, pero en el jardín trasero, trasplantando unas flores de jazmín en el espacio de las rosas, y las rosas en el espacio de los jazmines, con el fin de que la rotación de plantas, corte el ciclo de las plagas de las flores, esto le dio resultado en años anteriores cuando fue a preguntar a la florería Yamanaka sobre consejos para plagas de flores.

Reyka rodea la casa y golpea la puerta trasera, viendo a Tsunade trasplantando flores; Lady Senju, debo hablar con usted; dice Reyka.

Yo no quiero hablar con nadie, y tampoco contigo, déjame ver, cuanto tiempo tuvieron, una media hora, lo suficiente para cogerse a alguien, dice Tsunade enojada sin ver a Reyka.

Está equivocada señora, yo no me acosté con su esposo esta tarde, el se fue al hotel, y una vez que entró, yo vine hasta su casa, y debo contarle algo que usted no sabe, que seguro Jiraiya nunca le contó para evitarles culpas a usted, dice Reyka.

Oiga, yo no tengo tiempo para perderlo contigo, déjame en paz, déjame en mi soledad, y vete, dice Tsunade.

Ese es el problema, que tu crees que la soledad es tu amiga, y en este momento debes ser valiente y hablar con Jiraiya, el te ama, siempre te ha amado, siempre, incluso cuando solo lo lastimabas de manera verbal y física; dice Reyka.

Tsunade se levanta de mal genio y se hacer a Reyka; cállate, no quiero que me repliquen mis errores, a menos que sea el quién me los diga, dice Tsunade acercandose a ella, pero sin abrirle la puerta del jardín.

Ya me harté de que no quiera oírme, pero se lo voy a decir, y solo tengo dos minutos para hacerlo, no necesito de más tiempo, dice Reyka cruzando los brazos.

Jiraiya y yo, tuvimos intimidad varias veces, eso fue hace más de quince años, la última vez que lo vi fue hace 11 años, y luego me contaron que se había casado con usted, me sentí feliz por él, porque el por fin fue aceptado, yo me casé dos años después, Jiraiya supo de mi habilidad de cambio asistido, un jutsu que yo creé que a diferencia del jutsu de transformación que le enseñan a los shinobi, el mío solo funciona si yo quiero, pero puedo durar incluso semanas o meses con este cambio y no afecta mi chakra. Jiraiya vivía en vació y soledad por indiferencia de la mujer que amaba, me pidió que me trasformara en usted, y así fue como lo hicimos varias veces, el se veía tan feliz, incluso me decía Tsunade, yo no sabía quién era usted hasta que el me lo dijo, con mi cambio forma, y la permanencia con él, me empecé a enamorar, aún sabiendo que no era a mí a quién amaba, decía que yo le gustaba, pero yo sabía que no me amaba como si a usted; dice Reyka en tono nostálgico.

Tsunade se sobresalta y baja la guardia ante la mujer; pasa a mi casa, te daré un café, dice Tsunade abriendo la puerta del jardín trasero para que Reyka pueda pasar.

Ambas entran a la casa, Tsunade le prepara el café y se sientan en la sala.

Lady Hokage, su esposo es un gran hombre, es muy apasionado, cuando se acostaba conmigo pidiéndome que cambiara de forma para transformarme en usted, se veía tan feliz, como si nunca hubiera sido triste, la gente suele juzgar a aquellos que sonríen todo el tiempo, diciendo que ellos no tienen problemas ni sufren, pero resulta que ellos a veces, son los que más sufren.

Ver a Jiraiya con el corazón roto por culpa de los desprecios de la mujer que amaba, no eran más un sufrimiento para mi que era su amia y que amaba a Jiraiya, doy gracias a que ya no lo amo, porque sería terrible aún más verlo sufriri y no poder hacer nada.

Cuando llegó el tiempo de separarnos, jamás volvimos a hablar, hasta que me enteré de que se había casado, me puse muy feliz a pesar de que lo seguía amando, yo solo quería que el estuviera bien, aunque no fuera conmigo, años después conocí al que sería mi esposo, y que es escolta de uno de los señores feudales del país del agua; vivo uy feliz con mi esposo, y le digo algo, el tampoco está en casa, todo lo que hace es para el señor feudal, y aunque me siento sola muchas, veces, prefiero la soledad y saber que lo veré otra vez, o fallarle y que nunca me perdone, porque Jiraiya a diferencia de mi esposo, es muy condescendiente y demasiado compresivo, cualquier mujer se enamoraría de él, mi esposo que lo amo con toda mi alma, es lo más importante para mí junto con mis hijos, y si usted ama a su esposo, le pido por favor que no se rinda ante sus propios errores, sea valiente, acepte su error, y recupere a su esposo, no todos los días las mujeres encuentran buenos hombres; dice Reyka tomando el café.

Tsunade se le ponen sus ojos vidriosos y derrama lágrimas; yo lo amo, amo a Jiraiya, lo amé muy tarde, debí estar con él hace muchos años, le di tanta espera que no me sorprendía que algún día apareciera casado con alguien, pero para mi sorpresa, siempre estuvo conmigo, aunque estuviéramos distanciados, siempre me tuvo en su corazón, cuando estaba lejos, o lo veía saliendo de los bares, o paseando con chicas, me daba envidia, en el fondo lo había perdido, aunque mucho antes de que envejeciéramos más, estuvimos juntos en unas ocasiones, el fue quién me quitó la virginidad, y a pesar de las noches con él, nunca le dije nada, no le dije que lo amaba, porque tenía miedo de que me juzgaran o me dijeran mentirosa pues muchos sabía como yo trataba a Jiraiya; así que por fuera, Jiraiya solo era un amigo o compañero, pero en mi corazón, era el hombre que yo amaba, el que deseaba tener cada noche a mi lado, y decirle al oído que estaba arrepentida de haber negado su amor por tantos años, dice Tsunade secando sus lágrimas; Reyka toma una servilleta de la mesa del comedor y se la da a Tsunade para que se seque las lágrimas.

Señora, de verdad está usted enamorada de su esposo, si lo está, vaya por él, luche por demostrar que ha cambiado y que no volverá a cometer los errores, sea valiente, recupere a su familia, es lo más importante para una mujer cuando se casa, dice Reyka mirando a Tsunade con rostro de esperanza