Un corazón sin heridas del pasado

Sentados en el borde de nuestro pensamiento

Antes de ir al hotel:
Tsunade se despierta un poco somnolienta, se da cuenta que está tapada con la cobija que dejó en el borde de su cama, el cuarto huele a la deliciosa colonia que usa Jiraiya, esa fragancia que seduce a Tsunade, la cual el siempre ha usado para cuando está con ella.
Tsunade de levanta y con el Álbum de fotos de su hija en la mano derecha y la cobija en el antebrazo de su brazo derecho, sale de su cuarto y va hasta el de su hija, entreabre la puerta con la esperanza de verla dormida en su cama; para su tranquilidad, la niña está dormida muy tranquila, se ve hermosa.
Tsunade va hasta su cuarto, deja la cobija en la cama y sobre ella el álbum de fotos, se va al baño y se maquilla para su esposo, se coloca un vestido verde que marque sus curvas y pechos.
Se arregla el cabello y se coloca la diadema que le regaló Sakura cuando fue el compromiso de Tsunade y Jiraiya, se pone muy bonita para ver al hombre de su vida, demostrarle que ha cambiado, que fue una estúpida y que ese error de haberle fallado a el y a su hija, es algo que ni muerta u obligada volvería a cometer.
Tsunade coge el álbum de fotos de su hija en la mano derecha, con la otra mano lleva las llaves de la casa, baja las escaleras despacito y sin hacer ruido para evitar que Raynade se despierte.
Sale de la casa y le hecho picaporte a la puerta.
Va camino al hotel dónde se encuentra Jiraiya, a ella no le importa de las personas la ven bien o ven mal, ella solo necesita a su esposo.

En el hotel y frente a Jiraiya:
Buenas noches Tsunade, como estás, dice Jiraiya; ve de abajo hacia arriba a su esposa, está preciosa, como siempre, pero hoy sus labios color rosa se le ven mejor que nunca, la mirada de Jiraiya se centra en el escote de Tsunade, que se nota que acaba de alterar los botones de su vestido para mostrar más sus pechos a Jiraiya.
Buenas noches Jiraiya, como estás, venía a saludarte, hace mucho no te pasabas por la casa, dice Tsunade, sus piernas están temblando.
Si, bueno, de hecho pasé hoy, dejé a Raynade en casa y luego me vine para el hotel nuevamente, pero por favor pasa, no te quedes ahí, dice Jiraiya mientras Tsunade entra a la habitación.
Le ofrece una silla de madera para que se siente (silla dónde se sentó Shizune cuando fue a hablar con Jiraiya y Raynade).

¿Deseas tomar algo Tsunade? sake, vino, pregunta Jiraiya quién aún está de pie.

.- no, no quiero, muchas gracias Jiraiya, dice Tsunade con el álbum en las manos y sentada en la silla de madera.

Jiraiya se sorprende, Tsunade no se niega al sake; entonces que deseas, dice Jiraiya.

Agua, por favor; (y si es cierto, Tsunade tenía la voz seca y sentía que se iba a entrecortar) dice Tsunade.

Jiraiya le sirve agua de un jarrón de vidrio que está en la mesa cerca de la mesa de noche.

Tsunade lo recibe y se toma de un gran sorbo la mitad del agua del vaso, Jiraiya se sorprende un poco y se sienta en su cama.

Ambos quedan en un silencio de segundos sin mirarse a los ojos hasta que Jiraiya rompe el silencio.

¿Que llevas en la mano Tsunade? (pregunta estúpida, piensa Jiraiya, el reconocería el álbum de fotos de su hija Raynade en cualquier parte) además vio a Tsunade recostada en su cama con el álbum en sus manos mientras dormía.

Bueno, hoy que estaba mirando y limpiando un montón de cosas en la casa, se me apareció el álbum de nuestra hija, hacía meses no lo veía, estaba recordando, wow, como ha crecido, es hermosa, dice Tsunade esbozando una sonrisa.

Lo sé, es hermosa, y muy avispada a todo, pero es muy noble, dice Jiraiya sonriendo también.

Por cierto, aquí está la foto que ella nos tomó hace tres años, aunque quedó torcida, pero es un bello recuerdo, dice Tsunade abriendo el álbum en dónde está dicha foto.

En serio, ahí está esa bella foto, no recordaba, me la dejas ver por favor, dice Jiraiya.

Tsunade se levanta de la silla, deja el vaso en la mesa que está al lado de la mesa de centro y se sienta al lado derecho de Jiraiya, quedando separados a unos 15 cm.

Ambos miran las fotos, comparten risas y recuerdos, rememoran momentos, la felicidad de recordar lo que han vivido les subió mucho el ánimo.

Después de compartir estos bellos momentos, se quedan un poco en silencio debido a que se miran fijamente, la mirada oscura, sensual y romántica se centra en la mirada canela, serena, nerviosa y enamorada; Tsunade siente la respiración de Jiraiya suave y calmada sobre su rostro, es cálido, ella tiene ganas de tocar esos labios que hace mucho no besa.
Ambos son como un imán, y no pueden evitarlo, se acercan despacio, sus labios se tocan iniciando un beso suave y lento que en pocos segundos se vuelve más apasionado, Tsunade se deja llevar de su esposo, el besa muy bien, sabe a miel, es delicioso. Jiraiya por su parte, no pudo evitar besar a su esposa, es hermosa, tan fuerte y perdurable, su corazón late por ella todos los días, nunca a dejado de amarla a pesar de lo que hizo, Jiraiya acaricia el muslo de Tsunade y ella acaria el fuerte brazo de su esposo, ambos sienten una corriente eléctrica en su cuerpo, el tiempo se frena para ellos, pero......

Jiraiya se detiene y se aparta de Tsunade, se sienta en la silla de madera y aparta la mirada de Tsunade.

Ella de levanta de la cama y acepta con resignación.

Entiendo, no debí estar aquí, me voy, dice Tsunade yendo hacia la puerta, pero Jiraiya la detiene del brazo derecho.

.-espera, me mal interpretas, yo no....

.-tranquilo, yo entiendo, no te merezco, no después de lo que te hice, pero gracias por recibirme en tu habitación, gracias por besarme, hace mucho, mejor dicho, desde la última vez que casi lo hacemos, desde ahí, no me sentía tan feliz, ha sido de las mejores cosas que me han pasado en estos dos meses; dice Tsunade poniendo sus manos sobre el pecho de Jiraiya y besando sus labios nuevamente por unos tres segundos; jamás te merecí, no merezco tus besos ni tú cariño, pero gracias por darle esta felicidad que he sentido; dice Tsunade alejándose de Jiraiya, abriendo la puerta y saliendo del cuarto, dejando a Jiraiya solo en aquella habitación.

Pero el es conciente de que ella ha cambiado, y que es ella quien se está castigando, Jiraiya admira esto de Tsunade y sabe que si está cambiando, pero no puede evitar querer estar con ella, la ama, la desea mucho, la necesita.

Tsunade sale del hotel a paso rápido y camina hacia su casa.

"Lo siento mi amor, pero no te merezco, estoy manchada, nunca te he merecido, no quiero lastimarte" piensa Tsunade mientras llora, aún su infildelidad lástima su corazón