Tsunade va a su habitación, se sienta en su cama y mira las fotografías del álbum de su hija Raynade.
El parto fue difícil, pues Raynade era un poco más grande que un bebé común, el parto lo atendió Shizune y Sakura, Jiraiya estuvo presente en el nacimiento de su hija.
Los espasmos fueron muy fuertes para Tsunade, pues aún no rompía fuente, Tsunade sentía que se moría, pero con Jiraiya a su lado, todo fue más tranquilo y relajado.
Jiraiya fue el primero en recibir a la niña, Shizune se la entregó, Jiraiya en sus ojos demostraba que la belleza era infinita, su hija era esa exposición de belleza; aunque nació sin cabello, lo más notorio eran las líneas rojas de a penas un cm en cada uno de sus ojos. La niña era tan hermosa, inocente, frágil, pero sin duda era la alegría de sus padres Jiraiya y Tsunade.
Entrando al recuerdo, Tsunade rememora ese bello momento.
"Mira mi amor, es una niña, mira lo hermosa que es, se parece a ti, que eres tan dulce y perfecta, todo lo haces bien, estoy orgulloso de mi esposa, nuestra pequeña es hermosa" dice Jiraiya con lágrimas en los ojos, lágrimas de felicidad intensa, mientras coloca en los brazos de Tsunade a su hija recién nacida
"Mi Jiraiya, no la hice yo sola, la hicimos los dos, se parece más a ti que a mi, no quiero que se parezca a mi" dice Tsunade con reflexión.
"No mi amor, no te desmerites, ella se parece a ti, será fuerte, no se dejará doblegar ante nada ni nadie, será la mejor" dice Jiraiya acariciando la frente de Tsunade con su dedo pulgar.
"No ella será como tú, de gran corazón, perseverante, y sobre todo altruista" dice Tsunade acariciando la mano de Jiraiya que acaricia la mejilla de Raynade.
"Baka, tu eres una gran mujer, la que siempre he amado, la mejor, la madre de mi hija" dice Jiraiya besando los labios de Tsunade, quién está agotada por el parto.
La familia comparte un hermoso y bello recuerdo que hace llorar a Tsunade de felicidad y nostalgia, pues ahora ellos no están para abrazarlos de la misma forma que en el bello recuerdo.
El recuerdo de la rubia Senju se queda en sus pensamientos, la hace llorar sin parar, porque ha dañado con sus malditas acciones, lo más sagrado y valioso en su vida, su familia; Tsunade cierra el álbum aún sin terminar de verlo, lo abraza fuertemente como si no quisiera que se lo quitaran, se recuesta de lado y cierra los ojos, no para de llorar; lo manchada que está, no la ha dejado dormir en los últimos dos meses mucho que digamos, y a eso le suma lo que dijo Reyka sobre el sufrimiento oculto que Jiraiya mantuvo por años gracias al rechazo que le dio Tsunade, el cuál Jiraiya aceptó, y aprendió a vivir con eso, pese a que el no merecía vivir así.
Raynade entra a casa con su padre Jiraiya, las luces están apagadas, la casa está en total silencio, ambos suben en puntitas las escaleras para no hacer ruido; ambos quieren hablar con Tsunade, la cual quedó dormida abrazando el álbum de fotografías de su hija, con rastros de lágrimas en sus mejillas y un poco tensionada.
.-Papá no la despertemos, ya es tarde, mejor mañana, considero yo que mamá debe descansar; dice Raynade a su padre quién entre abrió un poco la puerta; .-ok hija, dejemos dormir a mamá; dice Jiraiya entrando a la habitación a paso lento, tapa a Tsunade con una cobija que está en uno de los extremos de la cama, la cubre por todo lado para que no le entre frío; antes de salir del cuarto le devuelve una mirada de amor y cariño
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Continuará
POSDATA: La niña al crecer tiene el cabello rubio pero mechones blancos
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Un corazón sin heridas del pasado
FanfictionTsunade y Jiraiya se casaron hace 9 años, su matrimonio es muy bello, y tienen una hija llamada Raynade Senju, la chica es el orgullo de sus padres. Tsunade dejó el puesto de Hokage para dedicarse a su esposo e hija, pero por misiones de parte del s...