Enséñame #D2

Capítulo 86

POV Luna
Estoy en mi entrenamiento de gimnasia. Convencer a mis padres no fue nada fácil, pero al final pude.

Entrenador: Superiore! Andiamo! Indietro! Jump! FINISH! – comenzó a aplaudir –. Molto bene Luna, sono felice che tu non abbia perso la pratica.

Luna: Non posso deludere Sol, lei si fida di me. Vincerò quella competizione per lei.

Entrenador: riposati.

Asentí. Fui a las gradas y me senté ahí. Tomé mi botella de agua y bebí un poco.

Mi salud a mejorado considerablemente, los doctores no se explican como eso fue posible, pero yo sí lo sé: Universo.

Mi celular sonó. Era Sol.

Sol: hola.

Luna: hola, ¿Cómo vas con tu rodilla?

Sol: ya no duele tanto. Te llamo porque ahora tengo mucho tiempo libre. Es semana cultural y no tengo que hacer nada – reímos.

Luna: que suerte.

Sol: si, ya me merecía un descanso. ¿Y vos?

Luna: entreno mucho para ganar.

Sol: ¿Tu salud?

Luna: estoy bien. Los doctores están sorprendidos, pero no he dicho nada.

Sol: bien hecho.

Federico: ¡Solecito! Matteo te busca. ¿Con quién hablas?

Luna: ese sin duda es Fede.

Sol: si, ¿Te lo paso?

Luna: hablé con él está mañana, pero está bien.

Sol: toma, es Luna.

Federico: Luna.

Luna: hola Fede.

Federico: ¿Te has sentido bien en tus entrenamientos?

Luna: ya me enteré que mandas a Michel a que él también me pregunte.

Federico: solamente Queiro saber si estás bien.

Luna: no te preocupes por mí.

Federico: tengo la esperanza de que estarás bien.

Luna: y lo estaré. Ganaré la competencia y la enfermedad. Y cuando haga eso, tomaré el primer avión a Buenos Aires para verte.

Federico: yo te estaré esperando aquí.

Entrenador: ¡Luna!

Luna: adiós. Me despides de Sol.

Federico: adiós.

Luna: torniamo con l'allenamento.

POV Federico
Le regresé su celular a Solecito. En ese momento entró Matteo con una cara de desesperación.

Matteo: ¿Por qué no me avisaste que la habías encontrado?

Federico: es que…

Sol: lo puse a hablar con Luna. Además vos sos quién anda desaparecido, ¿Dónde estabas?

Matteo: eh… preparándome para el concurso.

Sol: ¿Seguro? ¿No me estás mintiendo?

Matteo: no, ¿Por qué lo haría? – miré a mi hermano. Algo tiene desde hace unos días pero no me ha querido decir –. Bueno, te perdono entonces.