D a m i á n
—Está finísima —dice el Kevin, aguantando la respiración y subiendo la tapa del baño—. ¿De qué raza es?—No sé, bro. —contesto, vigilando la entrada pa cachar que ningún inspector o auxiliar esté dando vueltas por aquí cerca.
—¿Y tú, Benjita? —El Kevin se dirige al Benja que, pa variar, estaba más pegao que la cresta después de darle dos pipazos—. Lo perdimos.
—Siempre lo perdemos. —webeo yo, y Kevin me guiña el ojo.
—En efecto.
—¿Qué? —Benja reacciona, ladeándose de un lado pa otro—. ¿Estaban hablando de mí?
—No, Benjita. Estái alucinando ya —Kevin dice después de echar el humo dentro del water y tirar la cadena por cuarta vez—. ¿Salió olor o no?
—Casi na' —respondo, e inmediatamente el Kevin y el Benja salen los dos del mismo baño. El Kevin pasaba piola, y el Benja... estaba con los ojos más rojos que el pico—. Toma —Saqué las gotitas de mi bolsillo y se lo pasé al Kevin—. Échale tú al Benja, que no va a poder solo.
Me miro en el espejo y lo único notable que hay en mí son los chupones que me dejó la Ingrid. Apenas veo mi cuello, recuerdo la manera en la que nos comimos. Pero tampoco me caliento la cabeza por que se noten las weás, si total ya todos cachan que entre la Ingrid y yo hay algo más que una amistad.
—Yap, estamos readys. —me avisa Kevin.
—Hermano loco weón —Benja para de estar callado—, toy volao como pico.
—Pero si le diste dos pipazos, weón. Cómo tanto. —digo, riéndome de su cara de pollo.
—Me estoy mal viajando, hermano. Lo único que puedo pensar es en la Coni. —Se apoya en el borde del lavamanos y el Kevin pone los ojos en blanco.
—Me tenís chato. Para de sufrir por una pendeja culiá que no sabe lo que quiere. Erís el ap de toas las cabras chicas, cómete a una y la vai a superar. —aconseja Kevin, poniendo su mano en el hombro del Benja pa consolarlo mejor.
—Sí, weón —Lo apoyo, suavizando mi tono de voz—. Hay más minas. Aparte erís súper lindo, bro —El Benja me queda mirando con duda—. Ah culiao pa qué mirai así. No homo.
—Es que a ti nunca te faltan minas po, Damián. Te agarrai a todas las que querís y a las más minas de este liceo. Estuviste pololeando con la Trini, ahora estái con la Ingrid y hasta las minas de cuarto medio quieren con vo.
—¿Y yo 'onde quedo? —exclama Kevin, dándole una palmada a su wata—. Soy un guatón culiao y aun así no me bajoneo cuando una mina no me pesca.
—Es que estái acostumbrao' tú po.
—Hasta que no superes a la Coni no te voy a vender ni un poquito de mota. —Le digo, entre webeo y entre verdad.
La Coni es una mina de primero medio bastante rica, na que decir. Blanquita de pelo cafesito, y bien flaquita. Pero hace show por todo. Es terrible dramática y le echa siempre la culpa al Benjita por las cagás que ella misma se manda. Así que está funá con todos los amigos del Benja, incluyéndome. Aparte el Benja es de buen corazón... pa mí es como un hermano chico que tengo que andar vigilando pa que no se mande ni una cagá.

ESTÁS LEYENDO
volao culiao
Teen FictionDe cómo la Vale le ayuda a vender mota al Damián, un weón drogo con polola.