V a l e n t i n a
—¿Sabes qué raza es? —pregunto, mientras caminábamos de vuelta al liceo para retomar el camino pa nuestras casas—. O sea, es una duda nomás. Mis panas les tinca comprar por raza, no por color.
—Wena pregunta —Mira sus zapatillas, divertido y piola—. Critical Kush.
Antes de comentar algo respecto a la raza, me doy cuenta que el Damián está agarrándole el hilo a la conversación y que poco a poco está dejando la desconfianza de lado.
—Mm, ese nombre ya tiene pinta de que me voy a volar como pico —confieso y él se carcajea; de soslayo, miro por primera vez una risotada de su parte. Me siento victoriosa—. Recuerdo que una vez probé Moby dick y no me podía parar. Me caía a cada rato.
—No he probado el Moby dick, aunque mis panas me comentan que es wenarda.
La verdad es que no me gusta estar con alguien que la conversación no puede fluir, así que siempre me empeño a crear una miniconfianza con la otra persona. En eso salí a mi mami: ella es muy wena pa batir la lengua, habla hasta por los codos, y siempre tiene técnicas para llevarse rebien con todo el mundo.
—Oye y... —Dudo un poco si preguntar la weá que quiero saber, pero finalmente la suelto—. ¿Ganai plata con esto? Onda, traficar mota.
Él se tambalea de un lado a otro buscando la respuesta.
—Sí... algo así —Se rasca su patilla—. Si me ayudai a vender sería de pana, pero la volá es que sea piola y que nadie sepa que estás vendiendo, o sea —Se pasa las manos por la cara estresao sin saber cómo explicarlo—... Que sepan que vendís, pero sólo los precisos. Y si te preguntan de dónde conseguís la mota dile que simplemente compraste por Grindr pero que ya no la querís fumar y estái revendiéndola.
Al parecer él tenía todo planificado, como si pensara 24/7 en los pros y los contras de vender.
—Ta bien. Me parece una wena excusa.
—Es una wena excusa. —Afirma y justo llegamos al paradero—. ¿Tomarás micro?
—Nones —niego—. Me iré caminando. Quiero escuchar música.
Él me queda mirando como si lo estuviera webeando, pero no dice nada.
—Ya. Me hablai por ig cuando tengai la plata.
—Sígueme de vuelta po. —webeo.
—Na. Yo no sigo a cualquier persona.
Lo dijo en un tono de talla, pero en volá igual me da esa tincá de que lo dijo maoma en serio.
Con toa la perso del mundo, me despido de él con un besito en la mejilla y notó su incomodidad. Me dio exactamente lo mismo y caminé del lado contrario donde pasan todas las micros, dirigiéndome al condominio donde la Cata me está esperando ansiosa pa contarle qué sucedió.
Cuando le conté a la Cata sobre lo del Damián, la pelea, el banano, lo del parque, la mota y los mensajes, me dio sendo wate. Primero me retó por no haberme quedao piola ya que nos podríamos haber fumao las weás; después me sacó en cara la "preocupación" que tenía por él; me preguntó si el Damian se le pasó la mano en el parque y, al decirle que no, me dijo que no me metiera en weás porque él está con la Ingrid... cosa que yo apoyé totalmente. No sé por qué me aconsejó tanto sobre el Damián, como si ella pensara que me atrajo ese culiao o alguna weá. La pulenta es que no me cayó bien al 100%, su perso choca con la mía, pero tampoco me cayó mal.
ESTÁS LEYENDO
volao culiao
Teen FictionDe cómo la Vale le ayuda a vender mota al Damián, un weón drogo con polola.