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5 meses y 29 dias despues

24 horas antes de volver a la Ciudad Inzauma.

Los rayos de sol de mi último día en Estados Unidos se colaron por mi ventana, haciendo que abriese los ojos lentamente.

Me estire sobre la cama para despues levantarme de esta de un salto y dirigirme al cuarto de baño.

Me di una rapida ducha y sali del cuarto de baño envuelta en una toalla.

Me sente sobre la cama y observe a mi alrededor, viendo como todo lo que habia esta decorando aquellos muebles y paredes los ultimos seis meses, ahora estaba guardado en la maleta.

Una sonrisa aparecio en mi rostro al pensar que, al fin, volvería a casa. Solo un dia mas y volveria a estar con todos los que quería.

Y la curiosidad por descubrir de una vez quienes serian aquellos miembros misteriosos que formarían parte del equipo, no hacia mas que aumentar.
Cada celula de mi cuerpo rezaba porque alguno de mis amigos estuviese en aquel equipo.

Me vesti con uno de los multiples uniformes del Unicorn que Erik y Bobby me habian dado para entrenar y sali de la habitacion derecha a la cocina para desayunar.

Good morning, dear! -dijo el rubio de gafas, Dylan, al verme entrar en la cocina-

Buenos dias Alice -continuo el de ojos celestes, Mark-

Buenos dias Dyl, buenos dias Marky -les dije a ambos con una sonrisa-

Lista para tu último entrenamiento aqui, maga? -me pregunto Erik apareciendo con un plato de tortitas recien hechas con sirope de chocolate y un cafe-

Claro! -dije sentandome a la mesa- Me muero de ganas de volver a casa, aunque os voy a extrañar.

Y nosotros a ti Alice -dijo Bobby sonriendo- Puedes volver cuando quieras

Of course! -dijo Dylan- Siempre seras bienvenida

Muchas gracias -respondi con una sonrisa-

Desayune lo mas rapido que pude y, una hora despues, fuimos al campo de entrenamiento del Unicorn.

Los ultimos seis meses me los habia pasado aprendiendo a sacar y controlar mi totem y asi, al volver a la ciudad inazuma, podria ayudar al nuevo equipo con entrnamientos específicos para qur pudiesen usarlos y controlarlos correctamente.

Habia estado, prácticamente todo el tiempo, entrenando con Dylan, Mark, Bobby y Erik; menos los dias que el Unicorn profesional tenia partido, esos días entrenaba con la seleccion juvenil.

Llegamos al campo de entrenamiento y, como ya era costumbre, me coloque en el centro del campo, con el balon bajo mi pie, mientras que, del lado  contrario, se colocaban Dylan y Mark en la delantera, Erik en el mediocampo y Bobby en la defensa.

Ready? -me dijo Dylan-

Y vosotros? -dije sonriendo divertida-

Cuando quieras -respondio Mark-

Tras esas palabras sali disparada contra ellos, rebasando a los cuatro sin mayor dificultad hasta situarme frente a la porteria.

A decir verdad, todo el entrenamiento de los últimos seis meses me había hecho mejor mas de lo que jamás hubiese imaginado, ni siquiera los integrantes del Unicorn eran capaces de detenerme.

Al llegar frente a la porteria saque a mi tótem. Una gran leona de pelaje dorado.

Chute a puerta y mi tiro fue custodiado por aquella leona hasta que el balon toco la red.

Bienvenida al RaimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora