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La mañana siguiente llego en un suspiro, con los rayos de sol brillando a través de las ventanas de todo el complejo, haciendo que todos los habitantes de este se levantasen de sus respectivas camas y se preparasen para él nuevo día.

Como cada mañana, los residentes bajaron al comedor para desayunar y prepararse mentalmente para él día que les quedaba por delante, pero aquel dia, no todos estaban tan centrados.

La directora técnica de aquel equipo le daba vueltas a la tostada que tenía entre sus manos sin verdadero ánimo de comer, pues por su cabeza solo rondaban las imágenes de su charla con el delantero de ojos ámbar la noche anterior y su pecho se oprimía al pensar que aquel chico ya no confiaba en ella como antaño lo había hecho.

Alice, estas bien? -le preguntó, a la joven de ojos azules, el velocista del equipo-

Hum? -dijo la chica saliendo de su trance y dirigiendo su mirada a los ojos negros del chico- Si, estoy bien

Segura? Pareces ausente -le dijo entonces el boxeador, que estaba sentado frente a ella-

Estaba dándole vueltas a algunos aspectos de los entrenamientos, solo eso -dijo la rubia dedicándoles una sonrisa a ambos chicos y comenzando a comer al fin-

Por otro lado y, siendo raro en ellos, los tres jugadores que pertenecían al Raimon se encontraban alejados del resto del equipo, hablando entre ellos mediante susurros, para evitar que ninguno de los allí presentes les escuchase y pudiese llegar a estropearles el plan.

Vale, entonces viene todo él equipo? -le preguntó el virtuoso al capitán-

Si, todos me han dicho que vendrán -dijo el capitán sonriendo- Todos tienen muchas ganas de que llegue esta noche

Tu has hablado con tía Andrea por la comida? -le preguntó el delantero al virtuoso-

Todo arreglado -dijo Riccardo asintiendo y fijando su mirada en el de orbes ámbar- Tienes listo el regalo de tu parte?

El mio esta listo y el vuestro? -le preguntó el de cabellos azules a su mejor amigo-

Gabi y Aitor dijeron que se encargaban de el -dijo Arion encogiéndose de hombros-

Bien y como haremos para que no venga con el chándal a la cena? -preguntó el virtuoso-

Ya me he hecho con dos cómplices -dijo el de cabellos azules haciendo un gesto de cabeza hacia Skie y Cherise-

Entonces, todo esta listo no? -preguntó Arion-

Los dos chicos que se encontraban junto a el le asintieron con una amplia sonrisa.

A las diez de la mañana, todos los jugadores se reunieron en el campo exterior para dar comienzo al entrenamiento matutino.

Bien chicos -dijo la rubia sin apenas ánimo en la voz pero con una bonita sonrisa fingida en él rostro- Vamos a empezar por dar diez vueltas al campo.

Todos los jugadores le asintieron a la chica y comenzaron a correr las diez vueltas, con los tres del Raimon en la cabeza.

La habéis visto? -preguntó Arion-

Esa sonrisa no podía ser mas falsa, si pretendía engañarnos así estaba muy equivocada -dijo Víctor en un bufido-

Calmate -le dijo el virtuoso- Ya sabes por que esta así, no le digas nada y esta noche esa sonrisa dejará de ser fingida -su mirada se dirigió a su amiga- Parece que aun no se dio cuenta de que dia es...

Los jugadores habían corrido ya siete vuelta y había dos de ellos que parecía que ya fuesen a caer desmayados de agotamiento, dos que no podían ser mas que los dos defensas que llevaban dos días peleados.

Bienvenida al RaimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora