25. Canuto y Lunático

39.3K 3.3K 8K
                                    

25. Canuto y Lunático

Cuando supieron que Arthur Weasley se recuperaría satisfactoriamente, les invadió un espíritu navideño que les obligó a decorar todos y cada uno de los rincones del número doce de Grimmauld Place. Hermione también quiso pasar las navidades con ellos, engañando a sus padres diciéndoles que tenía mucho que estudiar y se les unió.

Sirius estaba de mejor humor de lo que Harry le había visto nunca. Incluso cantaba villancicos a cada rato. El animago y Remus se estaban haciendo cargo de colocar un árbol de navidad en el salón, mientras Harry y Hermione buscaban los adornos en el desván. Una vez los hubieron encontrado, fueron a reunirse con ambos adultos, pero al cruzar por la puerta contemplaron estupefactos como Sirius besaba a Lupin apasionadamente en los labios, junto al abeto ya estabilizado, y sin darse cuenta de que los habían pillado.

El moreno no sabía cómo actuar después de aquello. Se había puesto muy nervioso al ver lo sucedido y recordó lo que su amiga le había dicho unos meses atrás en esa misma habitación. Hermione por su parte, estaba muy contenta, pues como siempre, acertaba de pleno. Colocaron los adornos los cuatro juntos, aunque al de las gafas se le habían caído algunos al suelo inevitablemente. Tenía un curioso sentimiento. Era como una especie de resentimiento hacia su padrino por no haberle contado algo tan importante como el hecho de estar enamorado del encantador Remus. Quizás pensase que se lo iba a tomar mal y por eso se lo había ocultado. Pero por otro lado, el que se sentía mal por no contarle lo de Draco era él. Ojo por ojo.

Esa noche, después de cenar, se armó de valor y tomó la decisión de hablar con Sirius. Lo entretuvo jugando al ajedrez, hasta que los demás se hubieron acostado. Salvo Hermione, que leía tranquila junto a la chimenea, ni Lupin, que dormitaba en una butaca cercana.

Harry llevaba las de perder en la partida porque no había estado demasiado atento. Cuando le pareció que ya era el momento que había estado esperando toda la tarde, habló.

-Sirius- el aludido levantó la mirada del tablero-quería hablar contigo de una cosa...

El otro le hizo un ademán con la cabeza para que continuara.

-¿Tú y el profesor Lupin...? quiero decir ¿tú y Remus...?-no sabía como enfocar la cuestión.

-Ey Remsie- al escuchar que le llamaban, éste abrió los ojos rápidamente, despertando-creo que Harry intenta preguntarme si tú y yo somos pareja- el pelicastaño sonrió, Hermione despegó la vista de su libro automáticamente y las carcajadas de Sirius resonaron por la habitación, al comprobar que su ahijado estaba colorado.

-¿Te molestaría si así fuera Harry?- la voz del licántropo sonó preocupada.

-¡Claro que no!- mientras respondía agitaba la cabeza negando, como para demostrar con más énfasis que era cierto lo que decía.

-Pues sí, somos pareja, pensé que lo sabías Harry, creo que de no ser por mis sentimientos hacia él, no hubiese aguantado en Azkaban cuerdo- ambos amantes se dirigieron una mirada cargada de amor.

La pelicastaña se llevó las manos a la boca, mientras los observaba emocionada.

Te odio...amor (Harco-Slash)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora