27. Oclumancia

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27. Oclumancia

No recordó a Tonks, hasta que después de acompañar a Malfoy a El Caldero Chorreante, volvió a verla en la estación de metro. Quiso que se lo tragara la tierra, y esperaba que la chica no se hubiera dado cuenta de nada, pero no acertó. Dentro del abarrotado vagón ella le habló.

-¿Tu novio, Harry?-se notaba que le divertía hacer esa pregunta.

-Eh...sí-dijo el moreno-ya que no podía invitarle a la casa de Hocicos...

-¿Sabes? se me parecía al hijo de la hermana de mi madre, mi primo, Draco Malfoy ¿puede ser?

Que tonto era siempre. Metía la pata en todas las ocasiones. Por haberle seguido el juego a la chica, ahora estaba metido en un lío.

-Sí, bueno, es que lo llevamos en secreto ¿sabías? así que por favor no...

-Captado Harry, no diré ni una palabra-hizo un gesto como de cerrarse la boca con la cremallera, pero era una mentira como una casa, porque siguió hablando-¿desde cuando? porque en Corazón de bruja decían que tú y Hermione...-juntó los dedos índices de ambas manos-supongo que era mentira como acostumbran ¿no?

El moreno asintió con la cabeza y el tema quedó zanjado hasta que pasó por la puerta del número doce de Grimmauld Place y Tonks antes de cerrar y marcharse a la calle de nuevo, le dijo- hacéis buena pareja Harry- y se fue sonriendo.

Afortunadamente, todos los que habitaban entre aquellas paredes, dormían ya. Y el ojiverde pudo darse el lujo de relajarse tumbado en la cama a medio desvestir y rememorar esa especie de cita que había tenido con Malfoy. Desde su punto de vista, Nymphadora tenía mucha razón. Eran una pareja perfecta. En eso estaba cuando escuchó unos suaves golpes tras la puerta y un leve 'Harry' que dedujo, con la voz de Sirius. Abrió y su padrino le hizo una seña para que lo siguiera.

Entró en el dormitorio de éste, donde también estaba Remus, que le dirigía una mirada cargada de curiosidad.

-¿Y bien?-el animago cerró apresuradamente, haciendo gemir sonoramente las viejas bisagras.

-¿Qué?-no sabía a que venía aquello, era bastante tarde para charlar.

-Tu regalo Harry ¿qué hiciste?¿le compraste algo?¿no encontraste nada y por eso llegaste a estas horas?-Sirius comenzaba a desesperar.

-No, no, le invité a dar una vuelta nada más...

-¿Una cita?-esta vez habló Lupin, igual de excitado que su padrino.

-Algo parecido...vimos una obra de teatro, cenamos y patinamos, nada del otro mundo...¡ah! y nos besamos, sé que no debí hacerlo, pero un imbécil se...

-Eso era una cita con todas las de la ley Harry- interrumpió el ojiplata con resignación- estás muy verde, por eso voy a darte otro regalo, ahora que estamos solos los tres-abrió un cajón de su mesilla y le tendió un libro al chico, en cuya portada se podía leer con claridad 'Sexo para torpes' e iba adornado en la esquina con un lazo para regalo de color amarillo chillón.

Te odio...amor (Harco-Slash)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora