35. El castigo

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35. El castigo

Como no les quedaba otra alternativa viable, fueron a visitar al padre de Luna, Xenophilius. Pero, puesto que a su hija se la habían llevado los mortífagos, éste quiere entregar a Harry, y después de saber lo que eran las reliquias de la muerte, se desaparecieron de allí. Gracias a la historia de las reliquias, el moreno se da cuenta de que lo que Voldemort quiere es la Varita de Saúco, la más poderosa de todas y sospecha que la Piedra de la Resurrección está dentro de la snitch que le legó Dumbledore y la capa de invisibilidad es la que tiene desde primer curso.

Mientras hablaban distraídamente en la tienda de campaña, Harry, por error, dice el nombre de Voldemort y en décimas de segundo se vieron rodeados de carroñeros, entre ellos el terrible Greyback, el hombre lobo. Hermione fue lo suficientemente rápida como para lanzarle al moreno un hechizo que le deformó la cara y acabaron siendo llevados a la Mansión Malfoy, junto con Dean Thomas, y el enano Griphook.

Cuando llegaron, les abrió Narcisa.

-¿Qué queréis?-preguntó la mujer.

-¡Hemos venido a ver a El-que-no-debe-ser-nombrado!-dijo Greyback-¡hemos capturado a Harry Potter!

-Llevadlos dentro-entraron y la siguieron por el vestíbulo-mi hijo Draco está en casa, él nos confirmará si es Harry Potter.

El pulso del moreno se aceleró. Iba a ver a su rubio, pero en sus manos también estaba el que éste fuera a delatarle o no. La última vez que se vieron, la cosa no acabó bien y se temió lo peor.

Llegaron al amplio salón.

-¿Qué significa esto?-preguntó Lucius Malfoy al verlos aparecer, levantándose de una butaca junto a la chimenea.

-Dicen que han capturado a Potter- le dijo su esposa-ven aquí, Draco.

Aunque no se atrevió a mirar al Malfoy menor directamente a los ojos, Harry vio de refilón como éste se le acercaba, reconoció su pálido rostro, pero solo era un manchón enmarcado por un cabello rubio claro.

El moreno estaba frente a la chimenea. Tenía la cara enorme, rosada y brillante. El embrujo de Hermione le había deformado todas las facciones. El pelo negro le llegaba por los hombros y una barba dispersa le cubría el mentón.

-¿Y bien, Draco?-le preguntó su padre ansioso-¿lo es?¿es Harry Potter?

-No sé...no estoy seguro-mentira por supuesto. Draco lo reconocería de cualquier manera. Habían sido varios años muy juntos...pero delatarle, nunca.

-¡Acércate más!-Lucius lo cogió por la nuca y le pegó más al rostro deforme del otro-escucha Draco, si se lo entregamos al Señor Tenebroso nos perdonará todo lo del pasado.

El aroma del rubio le invadió. Hacía tanto tiempo que no estaban a escasos centímetros. Maldijo las circunstancias. Eran peliagudas para ambos. Harry tenía pensado, al finalizar el curso anterior, que si se lo encontraba, se lo llevaría con él, pero las cosas no eran tan sencillas. Para nada. Estaba convencido de que ese era el final.

Te odio...amor (Harco-Slash)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora