Por Una Venganza

Capítulo 56

   POV ANASTASIA

— Por favor Christian, déjame entrar sóla— estamos aparcado enfrente de la casa de mi madre y estoy suplicándole a mi terco esposo para que me deje entrar sóla. No pude impedir que me acompañe, ahora está decidido entrar a la casa conmigo.

— Entraré contigo... Hacemos esto juntos o nos regresamos a Seattle— Mierda, su tono de voz me dice que no aceptará un no por respuesta.

— Christian, si entro contigo, posiblemente no podremos hablar libremente. — Le hablo como si fuese un niño de cinco años.

— Lo siento Anastasia... Taylor, encienda el motor, regresaremos a Seattle— ¡Grrr!

No podré ganarle en está discusión.

— Está bien... Entraremos los dos— le digo con voz gélida.

Hay veces que me saca de quicio.

Salgo del coche dando un portazo.

— El coche no tiene la culpa de que quieras poner en riesgo tu seguridad— dice saliendo del coche mientras me mira de forma neutral. Me doy cuenta que está furioso. Pues que le den, yo también estoy furiosa ¡No me va a pasar nada!

— A veces eres insoportable —

— ¿Soy insoportable por querer cuidar a mi hijo y mi esposa?— Me mira con los ojos muy abiertos y me doy cuenta que está dolido. Joder, no es mi intención lastimarlo

— Me encanta que quieras cuidarnos, pero enserio... Necesito privacidad con mi madre— él se acerca más a mi— si mi madre no quiere verme o no quiere saber nada más de mi,  saldré por esa puerta para nunca más volver.

Rodea mi cintura con los brazos.

— Está bien, dejaré que entres sola, pero por cualquier cosa... Por muy mínima que sea, gritas por favor.

— Lo haré—

Pego mis labios con los suyos.

— Gracias por dejarme hacer esto sóla— le digo cariñosa cuando me aparto de él.

— Siempre te las ingenias para salirte con la tuya— sonrío.

— Te amo—

Camino hasta quedar enfrente de la puerta.

De repente me siento nerviosa, mis manos han empezado sudar de repente.

¿Estaré haciendo lo correcto? No lo sabré hasta averiguarlo yo misma.

De mi bolso saco mis llaves y lo introduzco en el seguro del pomo.

Todo está en silencio, la casa está tal cual lo recordaba. ¿Donde estará mi madre? Camino hasta la pequeña sala.

— Mamá— digo llamándola — Mamá ¿Dónde estás?

— ¿Anastasia?

Me doy la vuelta asustada.

Mi madre está parada de frente a mí. Se ve un poco mayor, pero sigue siendo hermosa. Me da gusto verla.

— Me asustaste — me acerco para darle un caluroso abrazo, pero ella pasa por mi lado  evitando que lo abrace — ¿Cómo estás?— Le digo decepcionada. Enserio quiero darle un abrazo.

— ¿Que estás haciendo aquí?— Dice con tono frío — ¿Y preguntando si estoy bien?

Está molesta conmigo. Mi corazón se encoge por su comportamiento frío. Por favor mamá, yo sólo quiero acercarme a ti.

— Sí... ¿Estás bien?— Ella sonríe

— Después de cuánto ¿Cuatro... cinco meses; te apareces aquí preguntando cómo estoy? Enserio te felicito por tu cinismo—