Capítulo 64

3.9K 370 28
                                    

     POV ANASTASIA.

Observo el retrato del día de mi boda y una sonrisa aparece en mi rostro mientras toco mi vientre de nueve meses de embarazo.

— Ven, Taylor tiene el coche listo — me dice Christian.

Hace un rato atrás rompí fuente, y estoy con contracciones cada diez minutos, lo que significa que mi Teddy quiere conocer a sus padres.

— Prométeme que no te pondrás histérico— estos últimos días ha estado muy ansioso... Al borde de la histérica y obviamente muy preocupado preguntando a cada cinco minutos si estoy bien.

— Trataré... Lo prometo— me dice con una media sonrisa, pero no le alcanza los ojos.

Ay mi Christian, tienes miedo lo sé y yo estoy aterrada pero no te diré nada.

— Debes comportarte a la altura señor Grey.

— Ya te dije... Trataré.— Besa mi frente— te amo.

— Y yo a tí.

Tomó la mano de Christian y caminamos rumbo a la salida.

Cuando estamos llegando al coche, otra fuerte contracción me obliga detenerme y gritar con fuerzas mientras maldigo mentalmente el miembro de mi marido por hacerme ésto.

— Inhala y exhala — me dice Christian inhalando y exhalando.

Replico las inhalaciones y exhalaciones de mi esposo hasta que el dolor desaparece.

— ¿El bolso del bebé?—

— No te preocupes, todo está en el coche.

Con cuidado Christian me ayuda a subirme al asiento trasero del coche, cierra la puerta y corriendo da la vuelta para subirse por la otra puerta.

— ¡Vámonos rápido!— Le grita a Jason

Jason se sube al asiento del piloto y como todo un profesional enciende y arranca el motor.

Después de varias contracciones, muchas inhalaciones y exhalaciones, y una que otra maldición mentalmente hacia el pene de mi marido llegamos al hospital donde hay todo un protocolo para que llegue hasta la sala de maternidad.

— Aún no te haz dilatado lo suficiente— me dice la doctora Green.

— ¡¿Qué?! — Grita Christian — ¡¿Que no ve que sufre con esas malditas contracciones?!— Continúa mi marido

Oh Christian, por favor cállate.

— Por supuesto que sé que sufre con las dolorosas contracciones— añade la doctora Green sin inmutarse por las intimidantes palabras de mi marido.

— ¡¿Y no hará nada al respecto?!—

— Señor Grey, solo nos queda esperar, pero si el bebé está en riesgo y su esposa no se dilata lo suficiente, procederemos a la cesárea.

¿Cesárea? ¡No quiero cesárea, quiero parto natural!

— Quiero parto natural— mi voz suena baja

— ¿Y no puede hacerle cesárea ahora mismo?— Espeta Christian sin hacerme caso

— Christian— le llamo, él posa sus ojos en mi — quiero tener a nuestro hijo de forma natural.

— Pero nena, estás sufriendo— me dice preocupado

Oh mi ansioso Christian, prometiste que tratarías comportarte.

— Por favor— insisto.

— En cuarentena y cinco más vendré a ver si es que todo continúa igual.

Por Una VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora