Capítulo 58

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   POV CHRISTIAN

Me siento en mi silla detrás de mi escritorio y como un idiota me quedo viendo la puerta.

Joder, ¿Por qué se ha complicado todo de repente? Pienso en todo lo que me ha dicho Ana, estos días. Debo perdonar a mis padres, pero siento que no puedo... No todavía, al menos no puedo perdonar a mi padre.

Ana, tiene un corazón muy noble, ella ha perdonado a todos, incluso a su madre cuando no lo merecía. Yo no podría ser algo así.

Resignado suelto un suspiro y tomo el teléfono.

— Hola— contesta al otro lado de la línea. No digo nada ¿Que puedo decir?— Hijo mío ¿Eres tú?

— Hola mamá— mascullo

— Hola mi niño ¿Cómo estás?— Dice mi madre.

— Bien... Yo sólo llamaba para saber cómo estabas. — Que idiota eres Grey.

Estoy preocupado por ti mamá. Me siento culpable por no verte, ni siquiera he hecho una simple llamada para preguntar si estás bien.

— Estamos bien hijo... Bien de salud, pero ahora que escucho tú voz estoy feliz. ¿Vendrás pronto a casa?— Mmm, no lo creo

— No lo sé. Tal vez. — Se queda callada un momento y creo que está dudando de la sinceridad de mi respuesta.
Sin embargo, estoy siendo honesto.

No estoy preparado para que nos sentemos todos los Grey alrededor de la mesa todavía, espero estarlo pronto.

— Cuando decidas que estás listo para vernos, tú padre y yo estaremos felices de recibirte a ti y a Ana.

— Te lo agradezco—

— Ay cariño, no sabes cómo extraño esos días dónde nos reuníamos todos aquí— parece melancólica. Joder, no era mi intención entristecerla.

— Debo colgarte— me estoy sintiendo como la mierda. Soy un pésimo hijo, ella no se merece esto — te prometo que muy pronto iremos a verte.

— ¡¿Es enserio?!— Pregunta sorprendida e entusiasmada.

— Si. — Hazla feliz Grey, ella ha Sido tú ángel.

— No sabes lo dichosa que me haces sentir— ¿Lo ves idiota? Ella no te está pidiendo nada imposible, sólo te pide que la visites.

— Ya debo irme.

— Dale un beso a Ana de mi parte.

— Lo haré.

— Hijo ... Gracias por llamar—

— Discúlpame por no haberlo hecho antes— le digo

— No te disculpes cariño— tan comprensible como siempre.

— Hasta pronto— cuelgo.

Ahora iré a buscar a mi mujer. Me porté un poco frío con ella.

Entro al dormitorio, y mi esposa está tumbada en la cama mirando hacia el techo. Me quito los zapatos, la corbata y la chaqueta y me acuesto a su lado.

— Te faltó la camisa y el pantalón— me dice

— ¿Ah?

— Faltó quitarte la camisa y el pantalón.

— Pensé que tal vez tú querrías sacarlo por mí.

— ¿Es una propuesta?— Su tono de voz seductor me provoca una inmediata reacción de mi miembro.

— Por supuesto.

— Será un honor desvestirlo señor Grey— añade desafiante.

                  ***

Por Una VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora