13 de septiembre, 2022. 05:34 AMC.E.A.M.
K I R S E N
El aire helado de la madrugada se filtra a través de mi uniforme mientras cruzo el patio en silencio, siguiendo a Reeve.
Hoy no hay guardias con nosotros, y eso me pone en alerta. Siempre hay dos soldados como mínimo escoltándonos cuando salgo con Eryndra, pero esta vez solo estamos él y yo. Me invade un presentimiento inquietante.
Reeve no dice nada mientras avanzamos hacia el lugar donde suelo entrenar con la Consejera de Rage, un claro a unos quinientos metros del C.E.A.M., cerca de las colinas. Su andar es relajado, casi desinteresado, pero hay algo en su postura que me hace pensar que está atento a cada uno de mis movimientos.
—¿Hay alguna razón por la que estemos solos? —rompo el silencio cuando nos detenemos en el claro.
Él gira la cabeza hacia mí, y aunque el casco cubre su rostro, puedo sentir la burla en su tono.
—¿Tienes miedo?
—Siempre viene bien que haya testigos.
—¿Por si desapareces misteriosamente?
Por si lo haces tú.
Eso es lo que estoy a punto de responder, pero me muerdo la lengua. Le he prometido a Ziahn que mantendría las cosas con Reeve bajo control, al menos lo suficiente como para que dejara de desconfiar de mí.
—La palabra "misteriosamente" es un eufemismo considerando que eres el único que puede hacerme desaparecer sin dejar rastro.
Ya te gustaría.
Inclina la cabeza ligeramente, estudiándome, como si no fuera esa la respuesta que esperaba escuchar, y luego da un paso hacia mí. Su proximidad me resulta incómoda, pero no retrocedo. Saca una llave del bolsillo y empieza a quitarme el inhibidor del brazo.
Me quedo inmóvil, tratando de no mostrar sorpresa.
—¿Estás seguro de que quieres hacerlo? —pregunto con cautela.
—Últimamente eres muy dócil —dice de repente.
—¿Perdona?
—Obediente y complaciente —continúa, dejando caer el inhibidor en el suelo de piedra con un golpe sordo—. Asientes a todo lo que te dicen. Muerdes cuando te dicen que muerdas, das la patita cuando te lo piden y mueves la cola cada vez que te lo ordenan.
—Me han llamado perra antes, pero nunca de esta manera...
Él retrocede un paso, cruzando los brazos, y puedo sentir su mirada atravesándome detrás del casco.
—Ya no contestas. No te resistes. Haces lo que te digan que hagas como una buena chica.
Mi ceño se frunce por la confusión y la irritación, pero dejo que la irritación pase a un segundo plano para no decir algo de lo que luego pueda arrepentirme. Así que me centro en la confusión. ¿Qué se supone que intenta decirme?
—Puede que sí lo sea —digo, arqueando una ceja.
—La naturaleza de los de tu clase dice todo lo contrario —responde él—. Juraría que lo he comprobado cuando llegaste. Pero ahora estás aquí, haciendo placenteramente todo lo que se te ordena.
—¿Qué intentas insinuarme? —le pregunto.
—¿Qué es lo que quieres? —me pregunta.
Bueno, puede que después de todo el niño de mamá si sepa pensar por su cuenta. Eso no me conviene, sobre todo por la forma en que ahora parece sospechar en serio de mí. Pero no le he dado realmente ninguna razón para hacerlo —excepto en lo que respecta a la llave desaparecida del inhibidor, claro, pero esa llave podría haber acabado en cualquier otro lugar—. Así que no tengo por qué preocuparme por él.
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SEVEN ©
ParanormalTras la muerte de su padre, Kirsen Edevane se esfuerza por recuperar las riendas de su vida. Sin embargo, la llegada de siete nuevos y misteriosos alumnos al Instituto Reems convertirá su intento por recomponerse de las heridas del pasado en una mis...