14 de septiembre, 2022. 16:49 PM.C.E.A.M.
K I R S E N
El cuchillo sigue enterrado en su pecho cuando me levanto.
No miro atrás. No miro cómo los guardias se acercan para recoger su cuerpo. Si lo hago, sé que no podría moverme nunca más. Sé que el vacío que siento ahora me tragará por completo.
Mi mano late. Es un pulso lento y cruel que se extiende desde mis dedos hasta el hueco entumecido en mi pecho. El aire a mi alrededor es más espeso, cargado de sangre y devastación aplastante, pero mis piernas se mueven hacia delante. Paso a paso. Un pie delante del otro. Rage está de pie, mirándome, y yo le sostengo la mirada todo el camino hasta que me detengo frente a ella, y se la sigo sosteniendo incluso cuando levanta una mano y me rodea con ella la mejilla.
—Quizá tú sí seas mejor que tus padres. —Esboza lentamente una sonrisa afilada.
Las palabras atraviesan la neblina en la que estoy atrapada, pero no la escucho. Solo escucho cómo los guardias arrastran su cuerpo a través de la fosa y el latido errático de mi corazón. Pero no oigo el suyo. Solo el mío.
Alguien me pone el inhibidor de nuevo en el brazo. Dos guardias me guían a la salida de la fosa y me escoltan a través del túnel. Cruzamos el módulo 01 casi destrozado hasta el módulo 07 y el silencio taladra en mi cabeza, pero no siento el camino que dejamos atrás. Solo siento el pulso que sigue latiéndome en la mano.
Cuando cierran las puertas de mi habitación detrás de mí, me dirijo al baño y cierro la puerta. Abro la ducha, y dejo que el agua corra, ahogando el silencio. Me llevo una mano a la cremallera del uniforme para empezar a bajármelo, dándole la espalda a la cámara parpadeando en el techo. Deslizo una mano dentro de mi sujetador y tomo la pequeña llave entre los dedos. La imagen del plano de la organización aparece otra vez en mi mente mientras introduzco la llave en el inhibidor. Dos giros después, se suelta de mi brazo y cae al suelo.
Levanto la mirada hacia la cámara en la esquina izquierda del techo. Uso los poderes de Elías para escanear las estructuras superiores.
Ahí está.
Me teletransporto. El aire estalla a mi alrededor con un destello traslúcido, y los tres guardias que vigilan las grabaciones de la sala de control se giran abruptamente hacia mí.
Ninguno de los tres lleva casco. Idiotas. Uno de ellos grita.
—¿¡Qué...
—Shhh. —Me cuelo en sus mentes antes de que puedan dar la alarma. Les transmito la orden mental de «no moverse», y los tres permanecen rígidos encima de sus asientos—. ¿Dónde está la transmisión de seguridad del Purgador?
Las pantallas de la sala de control proyectan una luz azulada sobre mí desde todas las direcciones, dispuestas en filas y columnas sobre un muro curvado. Cada monitor proyecta imágenes y grabaciones fragmentadas desde distintos módulos, plantas y habitaciones, y hay una sección en la esquina superior con las pantallas bloqueadas. Debe ser la zona de los módulos restringida.
Introduzco la orden de «responder» en la mente de uno de ellos.
—La transmisión del Purgador está en la columna once, pantalla número setenta y nueve —me responde uno de ellos con voz monótona.
Encuentro la pantalla setenta y nueve en la esquina inferior derecha. El Purgador es una sala cavernosa amplia y oscura, iluminada únicamente por el resplandor anaranjado del incinerador en funcionamiento. En un extremo hay una cinta transportadora, que deben usar para arrastrar los cuerpos hasta la boca del incinerador.
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SEVEN ©
ParanormalTras la muerte de su padre, Kirsen Edevane se esfuerza por recuperar las riendas de su vida. Sin embargo, la llegada de siete nuevos y misteriosos alumnos al Instituto Reems convertirá su intento por recomponerse de las heridas del pasado en una mis...