Cuando la burbuja revienta

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Sus manos se ciñen a mi cintura, mientras las mías se apoyan en sus hombros. Me pongo de puntillas para alcanzar más altura. Sus labios se mueven lentamente sobre los míos, su boca se entreabre y nuestras lenguas se encuentran. Por un momento olvido que estamos en la cocina de mi casa. Aquel momento me recuerda a los que teníamos cuando estábamos solos en su departamento.

El sonido de su celular nos obliga a separarnos. Tom saca de su bolsillo el teléfono, lo están llamando. Me mira apenado.

-Tengo que contestar-dice. Le sonrío.

-Anda-le digo.

Se aleja y sale de la cocina al comedor, y comienza a hablar. Decido no quedarme allí y escuchar su conversación, sería como espiar. Así que salgo de la cocina hacia el pasillo y subo las escaleras. Creo que me sacare los zapatos y me colocare las babuchas para estar más cómoda. Cuando llego al segundo piso, la puerta de la habitación de mis padres se abre y mi madre se asoma.

-¿Estás sola?-pregunta mi madre. Asiento.- Ven, con tu padre queremos hablar contigo.

El tono en que me lo dice me indica que estoy en problemas, o algo por el estilo. Entro a su habitación y cierra la puerta. Mi madre pasa junto a mí y se sienta junto a mi padre al borde de su cama. Me cruzo de brazos. Su expresión es como si quisieran darme una charla, como la primera vez que me dieron la charla sobre la sexualidad, o el alcohol, las drogas, etc. Sin embargo, tengo la leve sospecha de que esta no será una conversación incomoda, sino más bien una discusión.

-Hija, con tu padre estamos preocupados-comienza mi madre.

-Tom se ve un buen chico, algo que no puedo decir de los novios anteriores que nos has presentado-continua mi padre.- Pero lo que paso hoy en el aeropuerto es inaceptable. Te estas exponiendo. No tendrás vida privada.

-¿Has pensado que pasara con la universidad? ¿Cómo atenderás a los pacientes?-pregunta mi madre.

-Yo lo lamento mucho, hija, pero no me parece que estés con él. Nuestra vida es tranquila, no somos como ellos-sentencia mi padre. Frunzo el ceño.

-¿Cómo quién? Tom y su familia son completamente normales-replico.

-No estas entendiendo, ______. Después de esto, tu vida no será igual. No te dejaran tranquila, hablaran de ti siempre, divulgaran cosas de ti, sean o no ciertas-dice mi madre.

-No podrás vivir en paz. Nos hubiese gustado que hubieses hablado con nosotros antes de hacer esto público. Incluso si terminan las cosas ahora, no te dejaran nunca en paz-agrega mi padre.

-¿Hablar con ustedes para qué? Si ustedes creen que he venido aquí con Tom para tener su aprobación, o que la requiero para estar con alguien, están muy equivocados. Tom quiso venir aquí a presentarse, y estamos juntos, les guste o no-les digo. mi madre suspira y mi padre sacude la cabeza.

-Estas cometiendo un error-dice mi padre.

-Son de mundos diferentes. ¿Acaso crees que tu relación va durar? Ni siquiera son del mismo país. Una relación a distancia es difícil, aún más a tu edad. Eres demasiado joven como para comprometerte a eso-sentencia mi madre.

-Puede que sea un error-le digo a mi padre.- Pero será mío, y me equivocare cuantas veces quiera porque es mi vida. Y por supuesto que no será fácil, pero no por eso me rendiré.

-¿Crees que puedes estar en una relación en que se vean dos veces al año? Por favor, ______, se razonable-dice mi padre.

-Eso lo solucionaremos Tom y yo-replico en tono brusco. La rabia me carcome, y las palabras salen de mi boca antes de que las pueda controlar.- Además, postulare a una beca para continuar mis estudios en Oxford.

Mis padres me miran atónitos. Me arrepiento de inmediato. Son capaces de encerrarme en mi habitación antes que dejarme ir a vivir a otro lugar, más aun si creen que es por un chico. Mentiría si dijera que Tom no influye en la decisión, pero Oxford es una oportunidad única en la vida. Mi madre se levanta de la cama furiosa.

-Tú no te iras a ninguna parte, jovencita. No vas a abandonar tu vida solo por un chico-sentencia ella.

-No te mandas sola ______-dice mi padre, apoyando a mi madre.

-Me parece que no me han entendido. No les estoy preguntando si puedo postular, lo hare. Y no requiero ni de su autorización.

-Si quieres echar por la borda todo lo que has logrado por un chico, adelante. Yo no te ayudare a echar a perder tu vida. No sé cómo te las arreglaras para tener dinero, porque de mi parte, no obtendrás nada-dice mi padre en cólera.

-Cuando vuelvas llorando y arrepentida, estaremos acá para recordarte que te lo advertimos-agrega mi madre.

No respondo. Muerdo mi lengua para no gritarles. La rabia hace que mis ojos se llenen de lágrimas. Salgo de su habitación y pego un portazo. Bajo las escaleras a toda velocidad, mientras las lágrimas corren por mis mejillas. Tengo tanta rabia, quiero golpear algo, lo que sea. Me aproximo a la sala de estar. Tom está allí, caminando hacia las escaleras con expresión preocupada.

-¿Estas bien? He escuchado un portazo-dice en inglés. Apenas nota mis lágrimas se me acerca y me rodea con los brazos.- ¿Qué ha pasado _______?

-Mis padres-susurro, apoyando mi cabeza en su pecho.- No aprueban nuestra relación. Les he dicho que no me importa, pero me enoja como son. ¿Cómo pueden ser tan incomprensivos?

Tom acaricia mi cabello. Camina lentamente y se sienta, dejándome en su regazo mientras continuo llorando. La rabia se ha apaciguado un poco, pero no puedo dejar de llorar. Nos quedamos así largo rato.

Cuando ya me siento más calmada, me separo un poco para mirarlo a los ojos. Me da una cálida sonrisa. Su mano acaricia mi mejilla, y pega su frente a la mía. Cierro mis ojos. Es impresionante la capacidad que tiene para calmarme.

-______-musita. Abro mis ojos, y noto la preocupación en las suyos. Frunzo el ceño.

-¿Qué ocurre?-pregunto, el suspira.

-Tengo que confesarte algo-susurra. Me preocupo, en mi cabeza comienzan a formarse miles de posibles historias, cada una peor que la anterior.

-¿Qué?-pregunto con un nudo en la garganta, esperándome lo peor.

-Mi agente, Olivia, me ha llamado-dice. Levanto las cejas animándolo a continuar. Resopla y desvía la mirada.- Te mentí.

Lo quedo mirando. Por mi cabeza, miles de ideas locas comienzan a aparecer. ¿Me habrá engañado? ¿Tiene otra novia? ¿Es homosexual? ¿Es padre? ¿Él no es Tom Holland sino su doble? (ok, probablemente esta última sea demasiado).

-Desde hace una semana debería haber vuelto al trabajo, y logre que me lo aplazaran una semana. Pero cuando dijiste que viniese a conocer a tus padres no pude engarme y vine. Olivia me ha dicho que debo volver inmediatamente. Lo lamento, enserio. Pero no podía decírtelo-confiesa finalmente.

-Oh.

Bien, es mejor que las otras opciones que me habían ocurrido. Pero, a pesar de que obviamente no me ha gustado anda que me haya mentido, lo que más me duele es que nuestro tiempo se agoto. Todo esto que estaba viviendo con él era irreal. Por supuesto que tenía que volver a trabajar. Yo lo sabía, pero no pensé que tuviésemos que despedirnos tan pronto. Sus ojos me miran fijamente, analizándome.

-Lo entiendo-digo en voz baja.

-De verdad no quería que ocurriera así. Pensé que podríamos tener algo de tiempo. Estas últimas semanas contigo han sido... mágicas. No quería que se acabaran-dice arrepentido. Niego con la cabeza y sonrío lo mejor que puedo.

-Lo sé. No tienes de que preocuparte Tom, sabía que esto pasaría. Supongo que la realidad nos ha abofeteado a ambos-digo, intentando que no se quiebre mi voz.- ¿Cuándo debes irte?

-Mañana-responde.

No puedo evitar que las lágrimas se derramen. Tom tiene los ojos vidriosos. El dolor que siento ahora es indescriptible. Van a pasar meses hasta que lo vuelva a ver. Se acerca a mí y me besa suavemente. Es un beso de consuelo, pero también de despedida. El sueño se ha acabado.

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No me maten xd

¿Los sueños se hacen realidad? (Tom Holland y Tu) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora