¿Los sueños se hacen realidad? (Tom Holland y Tu) TERMINADA

El desembarco

Tom me sacude con delicadeza. Me había quedado dormida acurrucada en su hombro. Avergonzada, le sonrío y miro a mi alrededor. Están comenzando a entregar el desayuno en el avión.

-En dos horas más aterrizamos-me indica Tom. Comienzo a sentir mi estómago revuelto.

-Iré al baño-le digo, y saco de mi mochila el cepillo de dientes, un peine y mi bolso de maquillaje.

Me encierro en el baño. Aunque no se pueda llevar pasta de dientes arriba del avión, al menos puedo cepillarlos con agua, ya que tengo miedo de que mi aliento sea fatal. Cuando acabo, me miro al espejo. No estoy más ojerosa de lo normal, aunque una espinilla comienza a crecer en mi frente. Mi cabello es otra cosa. Esta enmarañado, y aunque me lo haya recogido en una trenza, varios mechones rebeldes se escapan. Suelto la coleta y comienzo a desenredarlo. Cuando por fin acabo, vuelvo a hacerme una trenza, aunque no soy muy buena, pero al menos se ve más ordenado. Me lavo la cara y luego me coloco un poco de corrector en la espinilla y me encrespo las pestañas. Salgo, y al llegar a mi asiento, descubro que ya me han servido la bandeja de desayuno. La comida en primera clase es definitivamente más abundante y deliciosa. Ayer, la cena consistía en una deliciosa pasta con salsa bolognesa, de postre un pequeño pedazo de pastel, ensalada, jugo y un trozo de pan. El desayuno, consiste en huevos revueltos, tocino, pan, galletas, jugo, una taza de café y un pequeño pote con piña. Me siento y enseguida comienzo a comer huevo con tocino y pan.

-Parece que tenías hambre-me comenta Tom, mientras bebe s taza de café.

-Ni te imaginas-le digo, y me rio por lo bajo.

-Te quedaste dormida en medio de la película.

-¿Qué estábamos viendo?-pregunto, bromeando. Él se ríe.

-Sabes que estábamos viendo Spiderman: Homecoming.

-El actor era muy guapo-le digo.

-No tanto como su novia-dice. Se inclina y nos damos un corto beso.

Cuando el avión aterriza, me siento más nerviosa que nunca. Antes de irme, cuando hable con mis padres, estos me habían dicho que dejarían que Tom se quedara en casa, aunque claro, mi padre probablemente iría a colocar trampas de oso durante la noche. Mis manos tiritan mientras intento sacar mi mochila de las cajuelas de arriba. Tom me ayuda y me la entrega.

-¿Estas bien?-pregunta.

-Si-miento, con voz demasiado aguda. Claramente no lo he convencido.

Caminamos por el pasillo del avión hasta salir a la manga transportadora y finalmente llegar al aeropuerto. Nos quedamos a un costado esperando a Martin. Cuando llega, los tres vamos a buscar nuestras maletas. Tom se coloca un gorro y gafas de sol, aunque eso no disimula quien es, podría verlo a un kilómetro de distancia y saber que es Tom Holland.

Luego de recoger nuestras maletas, enciendo mi teléfono y le mando un mensaje a mi madre. Ella me responde que están en la salida esperándonos con el hermano de Martin. Pasamos por la aduana, Tom se debe separar de nosotros al ser extranjeros, y es un alivio porque así puedo desahogarme con Martin y no explotar.

-Creo que la única vez que te vi así de nerviosa fue para ese examen de fisiología-me dice Martin, burlándose. Lo fulmino con la mirada.

-Enserio, no ayudas-le digo.

-Vamos, ten fe, todo saldrá bien.

-¿Cómo lo sabes? Ni siquiera está aquí ahora, ¿y si lo descubren?-pregunto angustiada.

-Ya le revelaron al mundo que están juntos ¿no?-dice él. Ruedo los ojos.

-Ya, eso no significa que una tropa de paparazis no nos vayan a perseguir, y luego chocamos y nos morimos todos.