Vamos en el auto de Tom, yo de copiloto, y atrás sus hermanos con Harrison muy apretados. Acabo de hablar con mi madre, y está contenta de que haya llegado bien. También le envié un mensaje a Martin, y dijo que nos veríamos en la noche. Creo que subestime cuando cariño se tenían él y Zendaya. Tom estaciona luego de unos veinte minutos, en los que Harrison se ha encargado de molestarme y burlarse de mi lo máximo posible.
Me había despedido muy rápido de los padres de Tom, ya que Tom quería salir volando del lugar, y no lo culpo. Creo que debo planear otra venganza para Harrison, y también para los Holland. Pero será para otro momento, porque ahora tengo a Tom abotonando bien mi abrigo y asegurándose de que no pase frio.
-Tom, no tengo frio-le digo riendo, ya que está muy concentrado. Me mira y sonríe algo avergonzado.
-Lo tendrás-me dice. Frunzo el ceño y lo miro con cara de pregunta.- Es una sorpresa-me dice. Sacudo la cabeza.
-Eres imposible-le digo, y él se ríe.
-¿Tienes guantes?-me pregunta. Hago una mueca, creo que no los he echado a mi cartera.
-Dejame ver-le digo, y escarbo. Para mi suerte, están.- Aquí-le digo mostrándoselos. Me sonríe.
-Bien, vamos-dice.
Paddy llega a mi lado y agarra mi mano, le sonrió. Me jala hacia adelante, y cuando llevo dos pasos, siento las manos de Tom sobre mis ojos, no me dejara ver. Coloco mi mano libre sobre las suyas.
-¿Enserio? Voy a morir chocando contra el suelo-le digo, los demás se ríen.
-Solo son unos pocos metros-dice Sam, pero no puedo verlo.
-Tranquila, yo te guiare-me ice Paddy, rio nerviosa.
-¿O prefieres que lo haga yo?-me pregunta Harrison, siento que está a mi izquierda.
-Tu aléjate de mí, nada te gustaría más que verme estrellada contra la pared-le digo, a lo que todos ríen a carcajadas.
-Harry, ¿tienes las cosas?-pregunta Tom.
-Si jefe-dice Harry, noto que su voz está más lejana.
Caminamos unos cinco minutos, muy lentamente. Paddy me va indicando si hay un escalón o una bajada. Cuando llegamos a unas escaleras, Paddy toma mis dos manos y me ayuda a bajar de a uno los escalones.
-Esto está tomando mucho tiempo-les digo, esperando que así quieran devolverme la vista.
-Tenemos tiempo-dice Harry, y escucho risitas.
Comienzo a sentir más bullicio, y una fresca brisa me llega a la cara. Tom tenía razón, aquí hace más frio ¿pero porque? Hay música de fondo. Unos pocos pasos después, nos detenemos.
-Bien-dice Tom.- uno... dos... ¡tres!
Saca sus manos de mis ojos, y me acostumbro a las luces de colores que hay alrededor. Respiro con la boca abierta, haciendo que se note mi aliento, hace muchísimo frio. Pero me quedo mirando una gran pista de patinaje en hielo que se encuentra frente a mí. Abro la boca sorprendida. Bien, si todas las sorpresas de Tom van a ser así, denme mil. Todos están expectantes mirándome. Me rio, esto es completamente inesperado, y me encanta.
-¿Te gusta?-pregunta Sam, me mira detenidamente.
-¡Me encanta!-grito, y todos se ríen. Me volteo a ver a Tom.- ¿Cómo?-pregunto en español. Sacudo la cabeza.
-Martin-me responde. Voy a construirle un altar a mi mejor amigo, eso es seguro.
Me lanzo a abrazar a Tom. Creo que es una de las cosas más bonitas que han hecho por mí. Me separo y lo miro sonriente. Luego me volteo a los demás.
-Gracias chicos-les digo, me acerco a Paddy y lo abrazo, este pequeñín es un amor.
-¿Y nosotros?-pregunta Harry. Me separo de Paddy y abrazo a los gemelos al mismo tiempo.
-¿Esto significa que nos perdonas por lo de la cena?-pregunta Sam inocentemente. Me separo y los miro.
-Ni lo sueñen-les digo y me rio. Sus caras lucen preocupadas.
-Te voy a prestar los patines de mi hermana, así que me tienes que perdonar si o si-me dice Harrison mostrándome los patines. Me cruzo de brazos.
-¿Y tú como sabes si esos me quedan?-le pregunto.
-Martin-responde él y Tom al unísono. Ruedo los ojos. Debió haber robado uno de mis zapatos para saberlo.
-Gracias-le digo a Harrison, descruzo los brazos y tomo los patines.- Pero eso no significa que vaya a pasar por alto lo de la cena.
-Oh no, tú ya te vengaste conmigo una vez-dice el negando con la cabeza. Me dirijo hacia Tom, nos sentamos en una de las bancas que hay cerca y comenzamos a colocarnos los patines.
-Y parece que no aprendiste la lección-le digo, Tom se ríe.- Que dice Tom, ¿me ayudarías de nuevo?
-Mil veces más-me dice, y nos reímos juntos.
Harrison esta enfurruñado colocándose sus patines. Efectivamente, los de su hermana me quedan perfectamente. Si la llego a conocer, le agradeceré. Me levanto y comienzo a caminar.
-¿Dónde guardaremos nuestros zapatos?-pregunto.
-Ven conmigo-me dice Paddy.
Me acerco a él y coge mi mano libre para encaminarme hacia una pequeña edificación, dice "Wardrobe" en la parte de arriba, por lo que aquí debe ser donde se guarda la ropa y los zapatos. Paddy saca un billete y habla con la chica que está atendiendo. No presto atención a lo que dice, estoy mirando a mi alrededor. Frunzo el ceño, el lugar no está lleno, pero definitivamente podrían reconocer a Tom. Lo miro, está completamente despreocupado hablando con los demás.
-Dale tus zapatos-me dice Paddy. Le hago caso y se los paso a la chica. A cambio, me da una ficha con el numero treinta y ocho.- Vendré a dejar unas cosas más-le dice a la chica, ella asiente.
Nos devolvemos hacia los chicos, Sam y Paddy llevan el resto de los zapatos, y nosotros nos quedamos ahí esperándolos.
-Oye ______, ¿sabes patinar?-me pregunta Harrison. Frunzo el ceño.
-No-le digo. Él se ríe.
-Va a ser una velada muy entretenida-dice Harrison y le toca el hombro a Harry, quien también se ríe.
-Yo te enseñare-me dice Tom. Le sonrió y sacudo la cabeza.
-¡Vamos!-dice Paddy.
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Chicas! Normalmente no hago esto, pero una querida amiga mía (CataMSC ) empezado su novela, se llama The Only Exception, no tiene nada que ver con Tom, pero si les gusta el romance, pásense a verla.
Gracias lectoras!
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¿Los sueños se hacen realidad? (Tom Holland y Tu) TERMINADA
FanfictionLuego de la intensa semana que duró el concurso de Tom Holland, y la triste vuelta a la realidad, ______ debe volver a su rutinaria vida e intentar olvidar aquella fantasía. Sin embargo, las consecuencias de aquella mágica semana la atormentaran, ya...