La realidad puede ser un balde de agua fría

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-No puedo mas-dice Harrison pasando sus manos por su ahora abultado abdomen.

-Te comiste una pizza y media tu solo-le recrimina Zendaya, que también tiene sus manos alrededor de su abdomen.

-Yo me siento bien-dice Martin sonriendo.

-Eso es porque tu no tienes fondo-le digo mientras descanso mi cabeza en la mesa y Tom me hace cariño en el cabello.

De a poco nos levantamos y ordenamos un poco el desastre que tenemos en la mesa. Deben ser las cinco de la tarde, la hora perfecta para volver a la playa, pero en nuestras condiciones no seria prudente. Tom le da una larga mirada a Harrison y este desaparece hacia la terraza, mientras Zendaya y Martin se van a su habitación. Nos sentamos en el sillón, yo apoyándome sobre su pecho, abrazándolo por la cintura. Se lo que se viene ahora.

-¿Cuando debes volver a clases?-me pregunta.

-En un par de días-le susurro.-Tengo que ir al aeropuerto, fingir que vengo... desde Los Angeles.

-Entiendo-dice el acariciando mi espalda. Apoya su mentón en mi cabeza. El sonido de su corazón palpitando me calma.

-¿Qué... van a hacer?-pregunto en un susurro.

-Tenemos que volver-susurra. No quiero ver su cara, porque se que las lagrimas se precipitaran y no estoy dispuesta a que el vea eso.- mi agente me ha dicho que solo tenemos unos días mas, y luego debo volver a trabajar.

-Mmm-murmuro, sin soltar mis manos de su cintura. Su mano baja desde mi cabeza hasta mi mandíbula y me obliga a mirarlo a la cara. Intento que mis ojos no derramen lagrimas, pero la intensidad de su mirada me sobrecoge.

-Vamos a intentar eliminar esas noticias sobre ti. Y sobre esta chica del concurso. Lo prometo-me dice. Me muerdo el labio y asiento con la cabeza.

-¿Cuándo te iras?-pregunto con voz monótona.

-En dos días-susurra, y suspira. Me alejo para sentarme derecha y mirarlo mejor. El también se sienta y toma mis manos entre las suyas.

-¿Cuándo volveré a verte?-le pregunto con voz pausada.

-Tendré vacaciones en navidad y año nuevo-me dice.-Quizás... ¿podrías venir a Londres?

-Quizás-le respondo sintiendo como se me oprime el pecho. Faltan cinco meses para navidad, y se ve muy difícil que mis padres me dejen ir en navidad a algún otro lugar.

-¿Estas bien?-me pregunta colocando una mano en mi mejilla. Asiento con la cabeza.

-No desperdiciemos el tiempo lamentándonos-le digo sonriendo, aunque sin fuerza. Me inclino hacia él y le doy un beso suavemente.

El me responde, y coloca sus brazos alrededor de mi cintura y se inclina hacia atrás, quedando yo sobre él. Si tengo que sobrevivir cinco meses sin esto, pues será mejor que me harte de besarlo (aunque dudo que eso sea posible).



Los dos días pasan volando. Me comunico con mis padres por mensajes y coordinamos nuestra llegada una hora después del vuelo de Tom. No hay caras tristes, no es necesario pasarlo mal antes de tiempo. A pesar de tener prohibida la salida de la casa, no nos sentimos encerrados. Martin y yo podemos salir a comprar lo que sea, y cuando volvemos jugamos, bebemos, comemos (sobre todo esto último) y nos divertimos.

Emprendemos nuestro viaje al aeropuerto sin problemas. No hay caras largas. Una vez llegamos allá, nos vamos a un salón privado (las ventajas de tener dinero) y nos despedimos apropiadamente. No derramo una sola lágrima, no quiero que Tom se sienta peor de lo que ya se siente.

-Hablaremos todos los días-me susurra al oído mientras nos abrazamos.

-Más te vale-le digo riéndome. Nos alejamos y él apoya su frente en la mía.

-Te quiero-me susurra. Me sonrojo inmediatamente.

-Yo también-le digo.

Nos besamos hasta que comienzan a llamar para el embarque de su avión. Un último abrazo, un último beso, una última mirada, y desaparece tras las puertas del salón. Con Martin nos quedamos hasta que mis padres llegan y fingimos que recién hemos vuelto de Los Angeles.

Mis padres me abrazan, me cuentan las pequeñas novedades que han pasado en estas dos semanas. Finjo interés lo más que puedo. Pero la verdad, solo miro por la ventana hacia el aeropuerto, pensando en cómo va a cambiar mi vida, en como ya ha cambiado, y que sucederá de ahora en adelante.

¿Los sueños se hacen realidad? (Tom Holland y Tu) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora