-Un vodka naranja por favor-le digo a la mujer de la barra. Lleva el cabello corto con las puntas azules, y tiene un piercing en la ceja.
-Enseguida-me dice ella. Se voltea y comienza a preparar mi trago.
-Pensé que pedirías tequila-me dice Martin bromeando, lo fulmino con la mirada.
-Jaja, que gracioso-le digo.- yo y el tequila no somos amigos.
-Cualquier otra persona diría que son muy cercanos-me dice sarcásticamente, le golpeo el brazo y nos reímos.
-Aquí tienes-me dice la mujer, le doy las gracias y tomo un sorbo.
-Creo que solamente me tomare este trago-le digo a Martin, él se ríe.
-No te creo nada-me dice, y bebe un sorbo de gin Bombay con jugo de manzana.
-¿Qué hablabas con Zendaya?-le pegunto sin rodeos, y no, no es por el alcohol, sino porque ha estado evitando esta conversación durante toda la tarde.
-______...
-Nada de ______, tú puedes contarme lo que sea Tintin, eres mi mejor amigo-le digo tomando su mano y dándole un apretón.
-Solo quería saber cómo estábamos-me dice.
-¿Ella sabe que vinimos a la playa?-le pregunto.
-Si-me dice. Tomo un sorbo de mi trago y me quedo pensando, mirando el suelo. No quiero preguntarlo, pero...
-Tú...-cierro la boca y pienso. No debería preguntar esto.- tú sabes si, bueno, si Zendaya le contó... a él.
Martin me mira, yo huyo de su mirada y solo espero a que me responda. No sé si realmente quiera saber la respuesta. No sé cuál respuesta es la que quiero. ¿Me importa si él lo sabe? ¿Acaso aún creo que puede existir esa milésima de oportunidad de que venga? ¿Influye en algo si lo sabe o no? Si lo sabe o no, vendrá o no, le importara o no. Todo es si o no. No hay matices, blanco o negro. Siento que me mareo un poco, tal vez por el alcohol, o por las dudas, o por ambas. ¿Quiero que lo sepa? En mi mente, esa parte que se aferra a esa semana mágica sigue soñando con que llegara a buscarnos, y luego "vivieron felices para siempre", pero la parte más realista (y aguafiestas) de mi cabeza me dice no esperes nada de él.
-Sí, si lo sabe-me dice Martin. Como si un balde de agua fría me cayera encima, mi espalda tiembla y me enderezo en el taburete en que estoy sentada. Ahora mi mente da vueltas aún más rápido que antes. No sé qué pensar.
-Ah-digo, ya que no sé que debería responder.
-¿Estas bien?-pregunta Martin. Lo miro y sonrío (o lo intento).
-Por supuesto, pero estaré mejor cuando bailemos-digo, bebo de mi trago rápidamente hasta dejar el vaso vacío.-Vamos-le digo a Martin tomándolo de su antebrazo y tironeándolo a la pista de baile.
Supongo que el efecto del alcohol comienza a notarse primero por el rubor de mis mejillas, y luego por las incontenibles ganas de gritar y moverme de un lado a otro. A los minutos de bailar, siento como los efectos se disipan, y voy con Martin por otro trago.
He perdido de la cuenta de cuanto he tomado, pero sé que he tomado una mala decisión cuando veo que tome al menos tres shots de tequila.
-¡Tintiiiiiin!-grito, ya que la música está muy fuerte. Pongo mi brazo en sus hombros y le susurro al oído.- Porque tequila dejaste que tomara.
-No tenía idea que Yoda te poseía cuando estabas ebria-me dice riéndose, lo miro frunciendo el ceño.
-¿Quién es Oda?-le pregunto, se ríe.
-El maestro que sale en Star Wars, te lo he dicho mil veces-me dice mientras me encamina a no sé dónde.
-¡Ah!-exclamo cuando me acuerdo- el monito verde-digo asintiendo, coloca una palma en su cara.
-Yoda-me dice algo frustrado. Lo suelto y me pongo delante de él.
-¿Qué tiene que ver Oda en esto?-le pregunto.
-Yoda-me dice con ese tono de frustración.
-¿Esta acá?-le pregunto volteándome para mirar a la gente, buscándolo.
-No-me dice, pone los ojos en blanco.- Ven, vamos-me dice agarrando mi brazo.
-¿Adonde? ¿Vamos a buscar a Oda?-le pregunto mientras trastabillo.
-Yoda-replica ya con tono cansino.- Y no, vamos a dormir.
Caminamos hasta salir del local y me pide que me quede pegada a la pared mientras él va a conseguirse un taxi.
-Vaya, no esperaba encontrarte acá-dice Claudio mientras se acerca a mí caminando.
-Enserio, deja de seguirme-le digo, lo veo un poco borroso, y todo a mi alrededor gira un poco, así que no me muevo.
-¿Estás ebria?-me pregunta ladeando la cabeza. Me quedo mirándolo varios segundos, con el ceño fruncido.
-Mmm si-le respondo finalmente. Él esboza una sonrisa, no es como la de Tom. Tom pienso, y mis ojos se llenan de lágrimas.
-¿Estas bien?-me pregunta y toca mi mejilla con su mano. Me aparto y me tambaleo pero logro recobrar el equilibrio al apoyarme en la pared.
-No, no estoy bien-le digo enderezándome.- Estoy ebria, mi semana mágica se acabó...
-¿Semana mágica?-me interrumpe, le pongo la mano en la boca.
-Y además tú no dejas de seguirme. ¿Qué demonios quieres? Te supere hace meses, me costó demasiado y ahora vienes con tu "perdóname" como si eso solucionara todo-le digo.
-Te quiero a ti-me dice y se acerca, se acerca peligrosamente. Coloco mi mano en su pecho y lo alejo. Su cara es triste.
-Yo no-le digo negando con la cabeza.
-¿Qué haces aquí?-le pregunta Martin a su espalda.- ¿Te estas aprovechando de que ______ esta ebria?-le pregunta con los puños cerrados.
-Jamás haría eso-dice volteándose para enfrentarlo.
-Basta-digo alejándome de la pared, mala idea porque casi me caigo de no ser por Claudio.
Su olor me trae esos recuerdos de las primeras semanas que estuvimos juntos, esas lindas en que todo es color rosa. Pero al mirar sus ojos recuerdo lo posesivo y celoso que era. Me alejo y trastabillo hacia atrás, pero Martin logra afirmarme.
-Vámonos-le digo a Martin sin mirar a Claudio.
-Tom, despierta-dice el rubio. Él abre los ojos, somnoliento, y ve a sus dos amigos sobre él.
-Vamos a aterrizar en unos minutos-dice la morena.
-¿Ya llegamos?-pregunta él.
-Si-dice el rubio.
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¿Los sueños se hacen realidad? (Tom Holland y Tu) TERMINADA
FanficLuego de la intensa semana que duró el concurso de Tom Holland, y la triste vuelta a la realidad, ______ debe volver a su rutinaria vida e intentar olvidar aquella fantasía. Sin embargo, las consecuencias de aquella mágica semana la atormentaran, ya...