Nuestra primera parada de hoy, es la Galería Nacional. Con Tom hemos decidido que hoy será el segundo día de museos. Luego de entrar y subir inmediatamente al segundo piso, nos encontramos en medio del Hall Central, con varias pinturas del Barroco Italiano. Comenzamos por nuestra izquierda, con cuadros del renacimiento italiano temprano. Seguimos y la siguiente sala de Alemania, que contiene cuadros de Alemania y Suiza, cuyas pinturas datan del siglo XVI. A la derecha, una pequeña sala con cuadros Holandeses. Las siguientes salas tienen cuadros provenientes de Venecia, una sala exclusiva para los cuadros de Michael Angelo, luego más cuadros de Fiorentino y otros artistas italianos, Bologna, y por último, los del norte de Italia. Volvemos al Hall Central y nos vamos a la sala de cuadros españoles, luego a los franceses, una sala dedicada exclusivamente a Claude y Turner, mas salas con cuadros holandeses (una pequeñísima sala dedicada exclusivamente a los cuadros de flores, Rembrandt, paisajes) hasta volver a la de arte francés y español, para continuar con salas de arte Britanico y Frances. Me detengo mucho tiempo en la sala con los cuadros de Degas, Cézanne, Monet y Renoir (estos últimos dos son mis favoritos). Hay salas con los frescos del Palacio de Medici, mas pintura italiana, y de otros artistas impresionistas. Cuando terminamos, nos dirigimos al ala Sainsbury, que tiene más pinturas de origen italiano, y nos detenemos más tiempo en la sala dedicada a los cuadros de Leonardo Da Vinci.
Pronto nos vamos para dirigirnos a nuestro siguiente destino: el museo de Victoria y Albert. La edificación, tan gigantesca, me hace pensar que no saldremos de ahí hasta mañana. Decidimos dedicarnos a las salas con exposiciones de Europa. Esculturas, bustos, cuadros, vitrales religiosos, etc. Y eso solo en el primero piso. Continuamos con Asia, donde tanto la cerámica china como las esculturas del sudeste asiático me dejan impresionada. Decidimos no subir a los siguientes pisos, donde comienza el arte más moderno, e irnos a almorzar, ya que podría jurar que tengo un agujero en mi estómago.
Nos vamos, en el auto, a un restaurante italiano que queda cerca: Pierino Pizza e Pasta. De entrada ordenamos un Carpaccio de Salmon, y de fondo, Tom pide Pappardelle Machiavelli, mientras que yo pido unos spaghetti alle Vongole Veraci. Nos traen nuestras copas de vino blanco y comenzamos a conversar.
-¿Qué tal nuestro día tranquilo?-me pregunta Tom. Ruedo los ojos.
-¿Tranquilo? He caminado muchísimo, los museos son enormes-le digo.
-Pero nos despertamos más tarde-me dice.
-A las diez, sí. Eso lo agradezco-le digo, haciéndolo reír.
-Pensaba que quizás podíamos ver un museo más y luego al cine-me dice. Sonrío.
-Suena bien-le digo.- ¿Qué museo quieres que conozca?
-¿Museo de la Ciencia?-pregunta Tom, inseguro. Me rio.
-Sabes que, como la nerd que soy, amaría ir a ese museo-le digo. Me sonríe en respuesta.
Comemos en silencio nuestra entrada, pero mi estómago ruge aún más fuerte después de terminarlo.
-Tu estomago parece gruñón de Blanca Nieves-me dice Tom, y nos reímos.
-Quiere más comida-le digo.- Ha pasado casi cuatro horas sin haber comido nada, no puedes exigirle tanto.
-Creo que ahí viene nuestra comida-me susurra, mirando mis espaldas. Mi estómago ruge nuevamente, en respuesta, y me sonrojo de la vergüenza, mientras Tom se ríe a carcajadas.
-Provecho-nos dice el mesero cuando nos entrega nuestros platos.
-Huele de maravilla-digo.
Comemos desaforadamente. La pasta se nota fresca, hecha en el mismo restaurant. Cuando acabamos, nos vamos enseguida, sin postre, porque pretendemos comer palomitas de maíz más tarde. Nos vamos en el auto nuevamente hasta el museo de Ciencia, que queda muy cerca. El día nublado y helado dificulta un poco el disfraz de Tom dentro de los museos, ya que si bien puede usar bufanda fuera, dentro, con la calefacción, se ve extraño. Subimos, piso por piso, viendo las exposiciones de la nave Apollo, el rol de las matemáticas para el desarrollo del mundo como lo conocemos, el salón de la energía, entre otras cosas. Incluso me da celos que los niños pueden acceder al simulador de vuelo. Me voy del museo sintiéndome llena de nuevo conocimiento, y como una nerd al poder explicarle algunas cosas a Tom, sobre todo cuando comenzamos a ver ejercicios de algebra (mi materia favorita en matemáticas).
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¿Los sueños se hacen realidad? (Tom Holland y Tu) TERMINADA
FanficLuego de la intensa semana que duró el concurso de Tom Holland, y la triste vuelta a la realidad, ______ debe volver a su rutinaria vida e intentar olvidar aquella fantasía. Sin embargo, las consecuencias de aquella mágica semana la atormentaran, ya...