𝐏𝐀𝐈𝐍𝐓 | 𝖥𝗂𝗇𝗇 𝖶𝗈𝗅𝖿𝗁𝖺𝗋𝖽 (✓)

•Sorpresa•

Ese día se estaba pasando extrañamente rápido. Terminaron las clases de arte, llegó Biología y luego Ciencias Sociales.

El timbre volvió a sonar indicando esta vez la hora del almuerzo, la cual lo entusiasmó bastante dado que no había desayunado esa mañana.

Se encontraba caminando rumbo al comedor mientras hablaba animadamente con Austin. Y desde lo que Olivia le dijo a su amigo, Finn tampoco podía evitar mirarlo sin recordar la pegajosa canción de los Backyardigans o al curioso canguro morado que tenía el mismo nombre.

—Hey Finn, ¿irás a la fiesta de chupo?— habló de repente su amigo, sacándolo del gracioso trance musical que inundaba su mente esos momentos.

—¿Cuál chupo?—preguntó totalmente confundido.

—Ésta—contestó Austin mientras sostenía sus partes íntimas por encima de su pantalón.

La cara de seriedad de Finn fue todo un poema, mientras su amigo se burlaba y reía de él. —siempre caes en la misma broma, no puedo contigo. Eres demasiado distraído— dijo como pudo y siguió riendo.

...

Con los minutos Austin se calmó poco a poco de su ataque de risa, y entraron en el comedor de su escuela. El cuál empezaba a verse bastante lleno.

Recogieron sus bandejas, recibieron la comida y se sentaron en una mesa que encontraron por ahí, un rato después se les unieron Lidia y Daniel Henderson, los mellizos de su clase de Química.

Los hermanos, eran casi lo opuesto, Daniel era uno de los mejores en la escuela, siempre sacaba sobresalientes,y era un gran ejemplo.

En cambio, su hermana Lidia era un alma libre y social, y respecto  la clases, pues a Lidia le gustaba dormir.

Pasaron un buen rato juntos, mientras Austin le hacía la misma broma a Daniel, que afortunadamente era lo suficientemente astuto  y se dio cuenta impidiendo que la termine.

—Al parecer, el único tonto que cae en esa eres tú Finn—se burló Austin mientras daba una gran mordida a su sándwich.

—Diablos —respondió divertido. Y quedó  en silencio mientras parecía estar pensando o recordando algo— Por cierto, ¿Has visto a Lamo?-le preguntó de repente.

—¿Qué Lamo?—su amigo lo miró confundido.

—Ésta—imitó la acción que hizo Austin al momento de hacerle la broma a él.

Lidia casi escupe el jugo por haberse reído, Austin quedó impresionado de que hayan usado su propia broma en su contra y la expresión que tenía era el vivo retrato de como se estaba sintiendo.

Finn sonreía satisfecho mientras ahora era él el que se burlaba de su amigo.

—Y eso deja al marcador—intervino Daniel fingiendo una voz más gruesa— uno a uno.— dibujó palitos imaginarios en el aire.

—Me subestimaron, de mi se burlaron. Y ahora que he cumplido mis metas, sólo me queda reírme en sus jetas.— comentó graciosamente el joven Wolfhard, provocando las risas de todos los que lo escucharon, incluso en otras mesas.

...

A partir de que finalizó el almuerzo, el día escolar se terminó en un instante, o al menos eso le pareció al muchacho de cabello negro. Salió de la escuela con la mochila en la espalda, y visualizó el auto de su madre a lo lejos, se despidió de las personas con las que se encontraba en esos momentos y fue hacia el auto bastante animado, al cual entró de la misma manera.

—Me alegra verte con esos ánimos hijo, ¿Cómo te fue?—preguntó la madre mientras volteaba para mirarlo. Ya que Finn siempre acostumbraba estar en el asiento trasero.