𝐏𝐀𝐈𝐍𝐓 | 𝖥𝗂𝗇𝗇 𝖶𝗈𝗅𝖿𝗁𝖺𝗋𝖽 (✓)

•Perdón•

Finn y Olivia siguieron en el cubículo, sin idea de que hacer en ese momento. Se miraron unos segundos mientras seguían sin saber que hacer, es decir, estaban escondidos en el cubículo del baño, no es como que simplemente salgan a ver lo que pasaba de un momento a otro.

Siguieron escuchando a Madison llorar,   y en un momento no encontraron más solución que simplemente salir del baño, ya que tampoco podían quedarse sin hacer nada. Olivia abrió solamente un poco la puerta del baño, dejando un pequeño espacio para que puedan ver lo que estaba pasando.

No se podía ver mucho, pero se dieron cuenta que Madison estaba sentada en una de las esquinas del frío piso del baño, con la espalda apoyada en la pared, las piernas recogidas hasta el pecho, y con las manos en el rostro mientras seguía llorando.

Finn volvió a mirar a Olivia, ya que según a sus firmes creencias "Olivia siempre sabe que hacer" y nadie le iba a discutir eso. La muchacha se mantuvo pensando, mientras ambos aún seguían en silencio.

Ambos habían visto un lado de Madison que nunca pensaron que existía, es decir Madison era o parecía ser la rubia tonta y malvada de la escuela, o eso pensaba Finn.

Pero lo que acababa de pasar acababa de enseñarles algo, de que la gente no siempre es como lo parece, que uno nunca sabe que es lo que está detrás del comportamiento de una persona, que las personas que parecen tener una vida perfecta, y que absolutamente nada les afecta, son las que más sufren por dentro.

...

Después de unos minutos Olivia empezó a abrir la puerta, pero ni ella ni Finn salieron del cubículo.

Fue el sonido de la puerta del cubículo abriéndose, que hizo que Madison retire las manos de su rostro y dirija su mirada llorosa hacia donde había provenido el sonido.

Y al ver a los dos muchachos se pegó un  gran susto, porque pensó que no había nadie en el baño.

—¿Que hacen ustedes dos en el mismo cubículo? Par de raros—dijo Madison, asustada, molesta y triste al mismo tiempo.—¿Qué quieren?—espetó—Deben estar felices de verme así, claro. Ustedes me odian, todos lo hacen. Pero vamos vayan, vayan y díganle a todo el mundo que "la zorra de Madison" está llorando en el baño—dijo aún sin levantarse señalando la puerta, mientras seguía llorando, y técnicamente no podía parar de hacerlo.

Hubo silencio un rato, en el que Madison seguía sollozando.

—No haremos nada de eso, escuchamos todo lo que pasó—se animó a hablar Finn, mientras él y Olivia salían del cubículo lentamente.

—¿Qué?¿Qué rayos tenían que hacer ahí escondidos?—Madison tomó un respiro para recuperar el aire mientras seguía llorando— ¿En serio estuvieron ahí todo el tiempo?—habló Madison, mientras no se movía de donde se había sentado. La pareja asintió, Madison llevó de nuevo sus manos al rostro, para limpiar sus lágrimas.

Olivia decidió responder.

—Es que por cosas de la vida, bueno. Finn y yo estábamos conversando aquí y pues escuchamos que gente venía,  nos asustamos porque ya sabes, este es el baño de mujeres y si alguien nos veía   pues nos íbamos a meter en problemas los dos, entonces nos metimos al cubículo y te escuchamos, y también a Latonia y a Kate,  no fue intencional—explicó Olivia.

Madison, volvió a llorar casi desconsoladamente, y para la inmensa sorpresa de la rubia, Finn y Olivia volvieron a mirarse y se acercaron hasta donde estaba Madison, Finn se puso de cuclillas delante de ella, y Olivia se sentó al lado de la muchacha.

Madison cubrió su rostro aún llorando, mientras sentía una mano en su hombro, y otra mano de otra persona acomodando su cabello.

Eran Finn y Olivia, Finn había puesto una mano en su hombro, y quien acomodaba el cabello de la rubia para que no se le venga todo a la cara era Olivia.