•Casa•

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Finn se quedó callado y en shock, absolutamente todo su cuerpo estaba en shock y no podía creer lo que estaba pasando, más bien ni siquiera podía procesarlo. No podía ni siquiera pensar.

Su cerebro había quedado en blanco, literalmente en blanco. Sintió que sus pulmones dejaron de tener aire y que por más de que lo intente, las palabras parecían no querer salir de su boca por ninguna razón.

Olivia estaba enamorada de él, Olivia West. Le parecía demasiado irreal, incluso tal vez producto de la resaca, una alucinación, un sueño. ¿En serio estaba ocurriendo aquello?

Le entraron ganas de llorar por todo lo que estaba sintiendo en esos momentos, y por más que lo intento no pudo asimilar lo que estaba pasando, entro en una especie de crisis nerviosa, sin saber siquiera que responder, cuando su corazón lo estaba sacudiendo para que diga algo, o haga algo.

La chica que había estado ocupando su mente y su corazón, de quien se había enamorado perdidamente en todos los sentidos, la chica que con solamente una mirada lo tenía a sus pies ¿en serio sentía lo mismo que él?

Un hecho como tal, solamente logró darle un corto circuito en el cerebro y un estado de shock del cual no podía salir

...

—¿Tú?—Finn tartamudeo, mientras se aguantaba llorar él todavía —¿Yo?—preguntó sin siquiera saber si tenía sentido algo de lo que estaba diciendo. Su cuerpo no le obedecía en ningún sentido, y no podía reaccionar aún

Se escuchó un suspiro triste por parte de la muchacha.

No tienes que contestar nada, no es tu obligación. —escuchó—Más bien te pido disculpas por haberlo dicho por teléfono.—hizo una pausa— Pero es que no puedo decírtelo en persona, ni siquiera puedo mirarte a los ojos sin ponerme nerviosa—dijo Olivia con bastante frustración y tristeza—lo siento, arruine todo desde el plan hasta nuestra amistad. Perdón, no te volveré a molestar. Y entiendo si es que no quieres hablarme— dijo la muchacha, y al notar que Finn seguía sin emitir sonido alguno, respiro pesadamente una vez más mientras sobria su nariz debido al llanto y colgó.

...

Y entonces, solo entonces Finn recién reaccionó. Como si al colgar Olivia recién hubiese sentido una bofetada de realidad, y un puñetazo de Dios bien merecido por imbécil.

Ella lo quería, ella estaba enamorada de él, tanto como él estaba enamorado de ella, tanto como el la quería, tanto como el la adoraba.

Volvió a llamarla, no contestó. La llamo de nuevo y siguió sin contestar, insistió e insistió. Pero Olivia no quería contestarle y apagó  su teléfono.

Finn no tenía ni idea de que después de la llamada Olivia puso su teléfono en silencio, lo dejó lejos de ella y se echó a llorar casi desconsoladamente sobre su cama. Aún así intento llamarla de nuevo, escribirle un mensaje pero absolutamente nada de eso funcionó ni siquiera un poco.

Olivia no tenía idea, de que la pena que estaba sintiendo en realidad no tenía por qué, porque el muchacho estaba enamorado de ella en la misma intensidad.  Pero ella no lo sabía, nunca lo supo, siempre pensó que el no la quería de esa manera, y no podía evitar sentirse terriblemente mal.

Finn entonces, por fin pensó en algo que hacer,  y se dispuso a hacer lo que siempre tuvo que haber hecho. Por primera vez tuvo la valentía suficiente  de hacerlo. Se puso su chaqueta y guardo su teléfono en ella, y con toda la decisión bajó corriendo las escaleras, dispuesto a salir corriendo de su casa, e ir a la casa de Olivia.

Iba a ir e iba a hablar con ella, era ahora o nunca, la vida le había dado tantas oportunidades y el siempre se había  acobardado, esta vez no sería así, no permitiría que fuera así. No le importaba lo que pasaba después, por primera vez dejó de preocuparse en el futuro, para pensar en lo que pasaba ahora.

𝐏𝐀𝐈𝐍𝐓 | 𝖥𝗂𝗇𝗇 𝖶𝗈𝗅𝖿𝗁𝖺𝗋𝖽 (✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora