Se aparta de la luz y echa a andar hacia mí. Retrocedo y me pego a la pared mientras ella avanza, bloqueándome la escapatoria. No tengo adónde huir. Me ha atrapado.
—Porque estoy dispuesta a aceptar otra cosa a cambio.Me cuesta la misma vida que no se me quiebre la voz mientras el corazón me late en la garganta.
—¿El qué?
Se detiene a un paso de mí y sus carnosos labios forman una lacónica respuesta:—A ti.
Cierro la puerta, echo el pestillo y me apoyo en ella tan pronto como se cierra tras ella con un firme chasquido. Me tiembla el cuerpo como si acabara de sobrevivir a un encuentro con el anticristo.
Lo único que queda de daniela Calle en mi despacho es ese perfume tan engañosamente seductor, una penetrante mezcla cítrica, oriental y maderada, y mi terror.
Además del reconocimiento de deuda, que no se me olvide. Mi mirada vuela hacia la mesa y luego se aparta.
Tiene que ser falso.
Es imposible que mario pidiera un préstamo de quinientos mil dólares poniendo como aval la destilería, porque está claro que no ha invertido ese dinero en las mejoras que yo he realizado. Cada dólar que se ha invertido en este lugar procede de la cuidadosa presentación que he hecho delante de lo que me parecen todos los banqueros de la ciudad. Estoy endeudada hasta el cuello. O, por lo menos, lo estaba. Ahora lo estoy hasta las cejas.
Daniela calle. Cierro los ojos con fuerza y levanto la barbilla mientras pongo de vuelta y media a mi difunto marido. Mi padre diría que más me valdría mirar hacia abajo para buscar su espíritu.«¿Cómo has podido hacerme esto, gilipollas?»
Esta deuda… con esa mujer… es el último clavo que le faltaba al ataúd de mario. ¿Cómo es posible....
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Sempiterno < CACHÉ G!P >
FanfictionEsto durará siempre y que no tendrá fin. Espero que te guste y disfrutalo.