Capítulo 13

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—Vale, a ver si se puede. —Levanta la vista.

—¿Y si no se puede?

—Acepta sus condiciones, pero diles que solo lo hacemos por responsabilidad cívica y que nos reservamos el derecho de llamar a la policía si alguien se pone violento.

Añade una nota a su lista. —Y en cuanto a Odile…

—¿Cuánto aumenta el precio del menú lo que piden? Temperance pasa las hojas de su cuaderno.

—El coste de la comida nos aumenta un diez por ciento. No les he pasado todavía lo que supone el cambio en dinero.

—Diles que nos supone un treinta por ciento más de costes y, cuando protesten, acepta un veinticinco. Y luego dile a Odile que le debo una. La sonrisa de Temperance se ensancha mientras escribe.

—¿Lo ves? Eres una negociadora nata. Por eso eres una máquina en tu trabajo. «Ojalá pudiera librarme de cierta deuda negociando». Me libro de tener que seguir hablando porque me vibra el móvil, que llevo en la mano. Bajo la vista para ver el nombre que aparece en pantalla. «Esto no puede ser una buena señal».

—Perdona, tengo que contestar —le digo a Temperance.

—Claro. Ya hablaremos luego si surgen más cosas. Va a ser genial para Garzón Guzmán Dist. Además, me he enterado de que varios organizadores más están interesados en reservar el local para eventos y se me han ocurrido un par de cosas que podrían ser muy rentables. Te lo comento todo mañana. Normalmente, me emocionaría oír algo así, pero estoy absorta por quién me llama.

—Gracias, Temperance. Por esto eres una máquina en tu trabajo. Echo a andar por el pasillo.

—Hola —contesto al teléfono. —Sabes que no me levanto antes del mediodía. Será mejor que expliques rapidito el mensaje tan misterioso que me ha despertado —me dice Laura Villa pico. Después de que laura dejara el Sagrado Corazón en cuarto de secundaria, cuando le quitaron la beca, mi madre me dijo que ya no podía seguir viéndola. La prohibición no me sorprendió, porque a laura la pillaron haciéndole una mamada al profesor de Historia en el cuarto de suministros. El señor Sumpter desapareció, pero para laura fue como si hubiera encontrado su vocación.

Sempiterno < CACHÉ G!P >Donde viven las historias. Descúbrelo ahora