▪︎Esclava sexual▪︎✅

Capítulo veinticuatro.

Luego de buscar por todos los lugares habidos por haber me rendí y me tiré en el medio de la playa, sola, no había ningún alma; las lágrimas no tardaron en aparecer por mis ojos, me sentía mal, me sentía usada. En mi cabeza se me cruzaron las mil y una formas de saber porqué me habían dejado así porque así, y pensar en la noche y mañana que tuve con Harry hacia que el dolor en el pecho se hiciera más fuerte. ¿Anoche habrá sido la despedida?

Puede ser que me hayan abandonado, o que se quisieran sacar un peso de encima, capaz… mirando el mar me puse a pensar en qué quería de mí, ¿y si ya era libre? ¿Verdaderamente quería serlo? No lo sé, me sentía bien ahí, en esos brazos… en los brazos que dormí anoche, sí… ahí me sentía bien, y no sabía por qué, y tampoco quería hacerlo.

Unos pasos detrás de mi hicieron que mis pensamientos se esfumaran en cuestión de segundos, y que la esperanza que sea alguno de los chicos aparecieran rápidamente, pero vaya sorpresa que no eran ellos los que estaban ahora parados en frente de mi y viendo mis lagrimas, sino las est*pidas zorras. Sequé mis lágrimas con la remera que colgaba y me paré sacudiendo la arena que tenía en la falda. ¿Ahora qué querían?

-Menos mal que las zorras éramos nosotras.-Habló la que creo que es Johann, sinceramente ya ni me acuerdo sus nombres.

-¿Necesitan algo?- intenté disimular los sollozos provocados por la llorada de hace un rato, pero era casi imposible.

-No de ti, ¿Los chicos dónde están?-escupió mirándome de arriba abajo con asco. Maldita sea, las ganas de agarrarla de la extensiones falsas que le colgaban del pelo eran demasiadas, y la verdad que no estaba con ganas de contenerlas.

-Mmm.-Habló ahora Christine.- me parece que no tiene cara de saber dónde están, mírala, ha estado llorando y tirada en la arena, para mí que le echaron un polvo y la dejaron, como a nosotras.-Ríe ésta haciendo cara de burla.- típico.

-¿Y vos que carajos sabes lo que me pasa como para andar opinando?-Largué con toda la bronca que tenia acumulada. Ambas abrieron los ojos en sorpresa de lo que les conteste.- Y no, no se pudieron levantar del polvaso que les di anoche con los cuatro, así que bueno, una lástima que no los puedan ver.- Di un suspiro enojada y procedí a levantar mis cosas para largarme de allí antes que pase algo que seguramente me arrepienta. Sin embargo, una risa burlona hizo que me diera vuelta.

-Sí, la típica despedida, vamos mi amor, ¿a quién engañas? Tanto Chris como yo sabemos lo que ha pasado, ¿o vas a estar llorando por lo bonito que se ve el sol en las olas de mar?-Contestó pero siguió riéndose.

Sin pensarlo me adelanté unos pasos para quedarme bien en frente de ella, a centímetros de su cara.

-Quédense bien tranquila que las zorras siguen siendo ustedes, no yo cargo con ese título en la vida de ellos.-Pude ver como la ira de Johann corría por sus venas, se notaba en sus ojos la bronca. Volví a agarrar mis corras y empecé a caminar a paso alzado así evitaba escuchar otro comentario acerca de lo que ellas piensan sobre la situación.

Camino al hotel mis lagrimas me nublaban la vista, estaba triste, y por lo visto no era la primera vez que lo hacían, ellas también fueron sus “esclavas” y por más de las palabras hermosas de Glenda, y por las palabras de Zayn y Harry, yo no había cambiado sus vidas para nada, y todo esto seguía siendo un juego para ellos. No era nadie.

Tiré mis maletas y grité fuerte en la habitación, me eché en la cama mientras tapaba mi cara con la almohada, extrañaba a Liam, y si  hubiese rechazado la propuesta de Nataly, ahora no estaría sufriendo como lo estoy. Usada, así me sentía, usada  y un poco enamorada, pero ese amor ya estaba roto.

Narra Harry.

Mientras Anne se bañaba en mi cabeza daba vueltas la situación de anoche, cómo nos tocamos y las cosas que dijimos; por un momento me sentí un chiquilín  con la sensación que te da en el estómago al pensar en esa persona, pero borré rápidamente ese sentimiento de mi mente, no quería darle muchas vueltas a la situación, si total cuando se vaya va a volver todo a la normalidad y los sorteos van a seguir estando.

Camino al buffet me acordé también de la pelea que tuve con Zayn anoche y lo mal que quedamos al no darnos una disculpa. Esto no era normal entre nosotros, generalmente no peleamos, y mucho menos por una chica, más que nada por lo que pasó con Ashley, maldita sea tengo que aprender a dejar de comparar esta situación con Ashley porque me revolvía totalmente el estómago.

Pensaba si era yo el que le tenía que dar una disculpa a Zayn o él  a mi, es decir, yo no había hecho nada, y si le molestaba el tiempo con Ann a solas me hubiese dicho que le decía que se uniera… o no.

No pude pensar demasiado en las palabras que le diría a Zayn ya que ya estaba en el buffet, y para mi suerte, la única silla libre era al lado de él.  Sin importar tomé asiento saludando a los chicos.

-Buen día a todos.- hablé con una sonrisa en mi boca, claramente estaba feliz, aunque el moretón doliera como la hostia y las cosas con mi amigo estén mal, estaba de buen humor.
-Buenos días.- contestó Zayn a lo bajo.

-Oye Zayn…- susurré, pero no pude proseguir ya que Simón estaba parado delante nuestro y con el celular en la mano. Por la cara que llevaba podía adivinar que no estaba tan contento. ¿Ahora qué carajos quería?

-Se puede saber ¿por qué mierd* no contestan el jodido celular? Los estuve llamando toda la santa mañana.- habló enojado.- tuve que remover cielo y tierra para saber donde estaban, y encima tuvieron la delicadeza de no avisarme.- claramente sus ojos se clavaban en mi, yo era el responsable tanto de organizar éste viaje, como el que avisa siempre cada movimiento que hacemos, y cabe aclarar que la última vez que le avisé donde nos encontrábamos fue hace tres días.

-Yo… lo siento.- hablé cabizbajo, ahora mi estómago estaba revuelto, y no por mi amigo o por Ann, sino por los nervios,  sabía que iba a recibir un “castigo" de nuestro querido mánager, y no son nada buenos.

-Las disculpas te las guardas para después Styles.- me contestó guardando el celular en el bolsillo.- ahora necesito que viajen conmigo a Los Angeles para una entrevista.

Todos nos miramos abriendo los ojos, claramente él no sabía de la existencia de Anne, es decir, si sabia, pero le importaba muy poco para preocuparse si la dejábamos sola o no.

-No quiero peros.- se dio media vuelta pero antes de caminar soltó.- los quiero en el jet ya.- ahora sí  se marchó. 

-¿Le podemos avisar a Anne?- me preguntó Louis. Miré la hora y sabía que era imposible así que negué con la cabeza mientras levantaba mi saco y mi sombrero de la silla.

-Hey Steve.- llamé a uno de los guardias que siempre nos acompañaba.- hazme el favor de avisarle a Anne que nos vamos a LA por una entrevista, llévala a casa.- el asintió a mis órdenes, y los chicos procedieron a caminar.- y por favor, avisame si llega bien, y cómo llegan.- susurré. Steve volvió a asentir y me marché para llegar al jet.

Se me venía jodida la cosa, y lo sabía.