▪︎Esclava sexual▪︎✅

Capítulo tres.

Ahí estaba yo, en el avión partida a Inglaterra. Era la primera vez que viajaba en uno lo cual era muy raro, se me hizo muy difícil dejar a Liam aunque a él lo notaba normal, capaz estoy buscando excusas para no sentirme mal de haberlo dejado ahí en Nueva York por cuatro hombres que no conocía.

Nataly estaba más que emocionada que yo, y sinceramente me siento con los nervios al tope. No sé cómo voy a actuar delante de ellos, ¿quién estará esperando por mí en el aeropuerto?¿cómo reaccionaran al saber que soy yo a la que esperan?¿se decepcionaran y arrepentirán de la decisión de elegirme?

Me recosté en mi asiento y cerré los ojos, no debía pensar tanto, ya que la idea de estar en un avión con nervios me revolvía el estómago. Quedé dormida por un largo tiempo ya que cuando me desperté estábamos por llegar a destino, luego de abrir bien los ojos me di cuenta que alguien me estaba mirando, un muchacho que la verdad era muy guapo, traía lentes de leer y un libro, aún adormilada me volteó a ver y me dedicó una sonrisa y al igual que él, se la devolví.

-¿Que viene a hacer una joven tan guapa a Inglaterra?- me dijo con una sonrisa.

-Ni yo sé lo que vengo a hacer por acá, pero gracias por el cumplido- suspiré y sonreí.

-Pues la mayoría tiene un razón.-se río y siguió.- por cierto me llamo...

Aeromoza: Estamos llegando a su destino, por favor permanezcan en sus asientos hasta que el avión tenga un alto completo, gracias por viajar en AEROEngland....-Lo interrumpió.

Una vez que terminó de hablar el parlante voltee de nuevo la mirada y el muchacho se había ido.

Luego de bajarme y encontrar mi equipaje, salí para ver quién me estaría esperando, miré a toda la gente que había hasta que me di cuenta que un chico sostenía un cartel con mi nombre en sus manos, me acerqué a él.

-¿Es usted Anne Hudson?- no hizo ningún gesto, como si estuviera congelado.

-Así es- contesté con voz penosa.

-Sígame, que la tengo que llevar.

Comenzó a caminar y yo lo seguí, llegamos a un coche negro con los vidrios polarizados donde me abrió la puerta y entré. El coche empezó a avanzar y yo en lo único que pensaba es en cuando esto iba a terminar, y eso que todavía no había empezado. ¿Para qué necesitaran a una chica? ¿Qué me iban a pedir que haga?¿Será para publicidad? Dios, tengo que dejar de pensar porque me voy a volver loca.

Llegamos, el chofer bajo primero y abrió mi puerta, extendió su mano para que bajara, también comenzó a bajar mis maletas, cuando acabo se subió de nuevo y partió, sin darme indicaciones de nada.

Quedé enfrente de una casa, más bien mansión, color beige por fuera y un portón color café, con cristales de colores que formaban una figura las cuales no podía lograr distinguir. Me acerqué hacia la puerta y toqué, espere varios segundos pero nadie me abrió, ¿Qué acaso no sabía que llegaría hoy? Eso me enfadó demasiado, me senté en los escalones y me dediqué a esperar. No creo que le hayan dado mal la dirección al chofer. Encima no había nada que conociera de Londres, por lo tanto en cualquier paso que hiciera me perdería, y para colmo ya estaba anocheciendo.

Después de 1 hora o más llegaron 3 coches muy lujosos, una Ranger Rover, un BMW y un Audi, todos con un chofer con lentes y trajes, por lo tanto no podía llegar a distinguir quienes eran.

Todos bajaron al mismo tiempo, me daban ganas de ir y jalarlos de la oreja y decirles que nunca se le deja a una dama plantada y menos cuando ellos la invitan, cero modales, igualmente no esperaba recibir más de cuatro cantantes arrogantes.

-Vaya, vaya, miren quien ha llegado- dijo un morocho interrumpiendo mis pensamientos ni un segundo tardé en darme cuenta quién era. Zayn, alto, muchos tatuajes, vestía de negro y unos ojos avellanas que mataban a cualquiera que llegara a mirarlo. Rápidamente me levanté.