Capitulo trece.

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-Perdón, no quería molestar, ¿hablé fuerte?-le pregunté a la persona que estaba parada delante de mi.

- No es ninguna molestia, solo me pareció curiosa de que estés sola y parada con esos hombres de ahí.-Señaló a los guardaespaldas.- Perdone la ignorancia pero, ¿usted es famosa?

-No, solo... em, me llamo Anne.- dije rápidamente esperando que se olvide de volver a preguntar si era famosa.

-Oh, lo siento, yo soy Mark.-se formó extrañamente un silencio incomodo, creo que tenía ganas de coquetearme pero no sabía cómo, gracias a mi sexto sentido (que claramente nunca falla) lo presentí.

- Bueno Ann, por el momento me tengo que retirar pero fue un gusto conocerte y espero que ya no hables sola, en ese caso habla conmigo.- soltó una tarjeta con el número y su nombre en él y se fue una vez que lo agarré. Cuando se da vuelta me di cuenta que también venía acompañado con un guardaespaldas y la verdad no estaba nada feo.

Me termine el café y recorrí la plaza un poco, antes de decidir irme me senté en una de las bancas y pedí un poco de privacidad. Primero llamaría a mi mejor amiga, y después decidiría llamarle a Liam, ya que tengo que pensar en lo que le voy a decir sin decirle la verdad. Marque el número de Nataly.

-Nataly contesta....rápido.-dije para mi sola.

<<Hola guapuras del señor, estas llamando al número de Nataly si no logró responder hay ya sabes que hacer>>

Maldita sea Nataly, que estresante. Les dije a los guardaespaldas que nos fuéramos a la casa. Ya que llegamos yo me encontraba un poco cansada así que me subí a mi cuarto y me recosté en mi cama un momento.

Me metí al cuarto de baño y me acerque a la tina completamente desnuda, abrí la llave del agua caliente con un toque de fría y le coloqué el tapón para que se llenara, canté unas canciones susurrándolas y haciendo mi show de todos los días cuando me baño. Una vez que estaba lista el agua me metí disfrutando el calor en mi cuerpo. Me relajé y apoyé mi cabeza en la bañera, cerré la cortina, mi cuerpo la llenaba haciendo que de algunos lados salieran los chorros, respiré hondo y cerré los ojos, pretendía quedarme ahí por mucho rato.

-Miren quién está tomando un baño caliente.-Escuché una voz detrás de la cortina. ¡¡¡Que!!! Me asusté y abrí los ojos rápidamente cubriéndome mi cuerpo.

-¿Quién entró?, No puedes entrar, me estoy bañando.-Grité frustrada, ni un minuto de silencio en esta casa.

-Y... ¿Qué te parece si nos bañamos juntos?-preguntó aquella voz la cual no podía distinguir de quién era.

-No, vete por favor, no estoy de humor.-Contesté fastidiada.

-¿Enserio me voy?-Pude divisar que era Louis el que se encontraba allí. Abrió la cortina de la bañera.- está bien, pero me merezco un poco de reconocimiento ahora que acabo de llegar. Capaz le comente a los chicos de tu rechazo.-Louis rió.

-No, no, no lo hagas...- supongo que ya sabía todo esto del contrato.

-¿Sabes? Desde el avión no dejo de pensar en ti, tenía ganas de tener algo contigo y era precisamente algo así.- se alejó un poco de la tina y comenzó a quitar la camisa y a retirar muy lentamente el cinturón de su pantalón.

-Em...-quedé mirando su hermoso y pequeño cuerpo, cada tatuaje era arte en él, me quedé sin palabras.

-Shhh, quiero que estés relajada de la misma manera que lo estabas antes y si puedes disfrutarlo también.- Suspiré un poco y asentí, capaz debería empezar a disfrutar un poco de todo esto, total no lo podía evitar de todas formas, y tampoco quería.

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