Capítulo veintiuno.

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-Veamos cómo van a ser las cosas, preciosa.-Louis iba pasando sus besos desde mi cuello hacia el oído, mientras se posicionaba entre mis piernas.- empezaré yo, mientras Niall se integrará...- No terminó de formular la frase que se introdujo rápidamente en mi, largué un grito/gemido que hizo retumbar nuevamente la habitación.- y después de eso, haremos algo completamente nuevo.- gemí ante sus movimientos, ¡joder! Estos chicos me van a matar. Agarra con fuerza mis caderas y las levanta entrando por completo, por inercia me estremezco y arqueo la espalda con la cabeza hacia atrás.

Entra y sale rápidamente dando embestidas fuertes, yo por mi cuenta, muevo las caderas hacia arriba y hacia abajo profundizando todo lo que pueda llegar a sentir, así es por unos segundos más, hasta que siento que Niall se para del sillón y saca de la mesita una botella transparente, mi mente está completamente en la lujuria como para ponerme a pensar para qué serviría, lo abre y hecha el liquido transparente tanto en sus manos como en su miembro, sube a la cama y se acerca a mí, poniendo sus manos en mis pechos y las baja lentamente donde Louis está dando todo de él.

El liquido se sentía frio, pero el toque de sus manos hacia que todo lo que corra en mi se sintiese como fuego, Louis para un poco dejando que ahora Niall se encargue, pero, sin embargo, no sale de mi.

Niall comienza a desatar mis muñecas, y cuando las suelta les da un beso a cada una.

-Así van a estar mucho mejor.-Le sonrío dando un suspiro.- ahora levántate un poco así me puedo colocar de bajo de ti. Obedezco pero al hacer el movimiento para arriba siento como Louis da una embestida fuerte e inesperada, haciendo que largue un gemido y apreté las sabanas del placer. Niall logra colocarse debajo pudiendo sentir su erección entre mis nalgas, maldita sea, esto no me estaría convenciendo. Me remuevo intentando zafar de él, pero sin previo aviso y con ayuda de la lubricación logra entrar, Louis a su vez entra y sale en mi rápidamente logrando que un fuerte orgasmo recorra mi cuerpo.

Comienzan a moverse lentamente, era algo completamente diferente a lo que podría llegar sentir con tan solo uno, empezaron despacio pero de a poco iban incrementando la velocidad; gemidos, pequeños gritos de mi parte y el ruido de los cuerpos chocando era lo único que se escuchaba en la habitación.

Hacen sus últimas embestidas y grito lo más fuerte que puedo al sentir como ellos dos ya habían llegado al clímax, tanto Louis como Niall salen rápidamente de mi, mientras Lou se acerca hacia mi dando suaves besos en el cachete hacia mi boca.

-Cada día me sorprendes más, cariño.-Besa mis labios rápidamente mientras Niall me dejaba apoyada en la cama y procede a ir al sillón junto con Louis.

-Bueno, ahora lo nuevo.-Parecía que los ojos de Zayn se prendían fuego.- falta lo nuevo.- Zayn sujetó mis caderas y me volteó boca abajo.- ponte en cuatro, bebé.- hice lo que me ordenó aunque aun mis piernas estaban temblorosa por todos los orgasmos que tuve hace un rato.

Cuando miro de reojo veo que Harry traía la botellita que Niall había utilizado hace un rato, mierda, esto va a ser jodidamente loco.

-Quiero que te relajes y apoyes tus codos en la cama para más comodidad.- Harry apoyó todo al lado mío y acarició lentamente mi espalda hasta llegar a mis nalgas, dejando un golpecito en ellas, lo cual seguramente ha dejado marca. Hago lo que me dice.

De un momento a otro ya no siento ruido en la pieza, miro a los costados y no había nadie, por un minuto me asusté y pensé que me habían dejado sola, hasta que veo que Harry seguía detrás de mí. ¿Qué pasó?

-Pedí que me dejaran a solas contigo.-Las manos de Harry se apoyaron en mi cintura mientras su boca dejaba un camino de besos en toda mi columna vertebral, la piel se me eriza al escuchar su voz ronca retumbar en mi cuerpo, y sonrío por eso.

-¿Por?-pregunté curiosa.-la estábamos pasando bien, ¿o no?- sus manos acariciaban todo mi cuerpo mientras yo seguía en la misma posición que me había ordenado.

-Va a sonar demasiado egoísta pero...-siento como su miembro se encontraba en la puerta de mi feminidad moviéndose lentamente. Gemí por instinto mientras su nombre se escapaba de mis labios.

-Harry, joder.-Susurré mientras tiré mi cuerpo más hacia él, lo necesitaba demasiado.

-Quería un momento para mí solo.-Entra de repente en mí, pero no brusco, sino todo lo contrario, hacia sus empujones demasiado lento, sintiendo cada movimiento.

Los gemidos de ambos inundaban la habitación, apreté las sabanas ya que no podía manejar toda la excitación que sentía en ese momento, Harry, sin embargo, apretaba mis caderas con esas largas y fuertes manos que tiene, lo cual me volvía completamente loca.

-Anne...-su nombre se le escapó de sus labios en un leve gemido, mientras que en mi provocó una oleada de sensaciones que en este momento realmente quiero evitar.

-Quiero más.- le avisé, haciendo caso a lo que pedía mi cuerpo, Harry va aumentando sus movimientos de a poco, terminando que el respaldo de la cama diera golpecitos contra la pared.

Sus manos ahora se encontraban en mi trasero, lo apretaba, masajeaba y de a momentos le daba suaves cachetadas dejando marquitas en él, me estaba volviendo loca. Haciendo mi parte, empecé a moverme yo, haciendo que mi cadera chocase con la suya, haciendo que los movimientos sean bruscos y secos.

-Harry no aguanto.- le avisé, mis nudillos dolían de apretar tanto la sábana. Mi espalda se arqueó al instante que el orgasmo recorrió mi cuerpo, relajando mis codos y dejando apoyar mi cuerpo contra el colchón, mientras mis caderas seguían sostenidas por las manos de Harry. Luego de unos movimientos Harry se corrió haciendo que mis piernas temblaran una vez más.

Me di la vuelta tirándome boca arriba en la cama, y sujete a Harry de los hombros para que cayera suavemente arriba mío, nuestros cuerpos estaban sudados, nuestros cabellos desordenados, y nuestra respiración entrecortada. Su cara se encontraba a cinco centímetros de la mia, lo cual hacia posible admirar su belleza a la cercanía.

Con su mano apartó mi pelo que estaba tapando mi cara para dejarlo atrás de la oreja.

-¿Sabías que sos hermosa como la puta hostia?-reí ante su cumplido y asentí con la cabeza.

-Me lo han dicho, sí.-dije riendo, mientras a él se le asomaba una sonrisita de costado.- ¿sabías que eres jodidamente irresistible?- ahora era yo la que hacía el cumplido, con la pura realidad.

-Me lo han dicho, sí.-me copio riendo.- pero ahora que me lo dices tú puede que tenga más sentido.- acerqué mi boca a la suya y la contorneé con suave besos en la comisura de esta, mis manos reposaban en sus suaves rulos.

-Cuando estas al lado mío, todo tiene sentido, Harry.-Admití para luego besar sus labios delicadamente. 

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