Capítulo veintiséis.

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Me escondí en el armario para que Harry no me vea, así que estuve encerrada ahí por unos cinco minutos aproximadamente, quería sorprenderlo.

Cuando escuché el sonido de la puerta, miré por la rendija, pero casualmente el que estaba ahí no era Harry, sino Zayn… oh joder, me había equivocado de habitación. Pero no importa, extrañaba a Zayn, así que iba a seguir con él.

Después de que vi que se ordenó un poco, observe que miro las patatas arriba del sillón (con el paquete casi vacío) y se sorprendió por eso, empezó a mirar para todos lados ya que sospechaba que había alguien, y no se equivocaba.

Cuando se dio la vuelta salí saltando del armario.


-¡SORPRESA!- grité. Zayn se sobresaltó tirando las pocas papas del paquete de su mano. Me eché a reír, su cara era tremenda, me miró con cara de que si seguía riendo me iba a matar, pero no pare hasta que me dolió la panza.

-Eso definitivamente no fue divertido.- me miró enojado, sus cachetes estaban rojos a pesar del moretón, se veía tierno así.

Me acerqué y enrolle los brazos en su cuello para luego depositar un suave beso en su cachete, sí, justo donde tenía el moretón. Largo un gemido de dolor casi inaudible.

-Hola Ann.- agarró mi barbilla y me besó los labios, el beso fue suave, como disfrutándolo, demostrando que me había extrañado.
Después de un rato largo en sus labios me separé de él.

-Extrañaba esos besos.- hablé,  apoyé mi cabeza junto a la de él y le sonreí.

-Yo te extrañaba a ti.- volvió a dejar un beso en mis labios pero fue corto.- ¿qué haces aquí? ¿No tendrías que estar en Londres?- preguntó frunciendo el ceño.

-En realidad quise darles una sorpresa.- reí, y que justo que entre a tu habitación.
-Supongo que te confundiste.- apretó sus labios demostrando disgusto.

-¿Por qué me iría a confundir?- pregunté.

-Porque esta es la habitación de Harry,  no mía.- sus ojos tenían una mezcla de enojo y tristeza, maldita sea.

-Puede ser.- Balbuceé, no sabía que decir porque claramente tenía razón.

Se dio media vuelta negando con la cabeza.

-¿qué es ese moretón?- pregunté.

-Nada, es solo… nada Anne.- dijo mientras agarraba un par de cosas que estaban arriba de la mesa.

-Seguramente te caíste, como Harry ¿no?- pregunté. El enojo subió por mi cuerpo porque ninguno me quería explicar lo que había pasado, es decir, no soy estúpida y me doy cuenta de lo que pasó.

-Sí, me caí como Harry,  como tú noviecito, como él me caí.- contestó enojado. ¿Noviecito?

-¿Que pavadas dices Zayn?- lo agarré del brazo haciendo que se de vuelta, quedamos mirándonos a los ojos por unos segundos.

-Nada… ustedes piensan que no nos damos cuenta, pero están muy equivocados.- no terminó de hablar que sentí la voz de Harry detrás de mi. Pero casualmente no estaba en la habitación, sino en la televisión.

Fruncí el ceño y le subí un poco el volumen para poder escuchar. Pero fue mala idea, la imagen en aquella TV era una de Harry saliendo del mismísimo estudio en donde estábamos todos, de la mano de una rubia, se podía ver como charlaban amistosamente, sin embargo la cara de Harry no reflejaba estar cómodo.

-¿qu… quien es ella?- le pregunté a Zayn, pero antes que responda el nombre de la chica salió bien en grande en los subtítulos.


Volvió la pareja más emblemática de hace tres años: Harry Styles y Ashley Wolf.”

Joder.


Un nudo se formó en mi garganta en tanto pude ver el nombre de ella. Mi cabeza no paraba de dar vueltas. La conocía a ella, pero en este momento no podía saber de dónde.

-Ahí lo tienes. No le importas. Es exactamente lo que hace siempre.- sin decir más nada salió pegando un portazo por la puerta.

Tragué mis lágrimas y lo almacene con la bronca que tenía, ¿él podía hacer como si nada? Pues, yo también.

Agarré mis cosas y me dirigí al camerino que supongo que era de Louis, al entrar lo encontré a él tan solo en bóxer y fumando un cigarrillo.

-Oh Ann…- se levantó rápidamente del sillón.- ¿qué haces aquí princesa.- frunció el ceño mientras apagaba el cigarro.

-Menos pregunta dios…- solté mis valijas y a penas se dio vuelta enrede mis brazos en su cuello para luego darle un beso hambriento, era fugaz, con ganas y con un poco de bronca a la vez.

Tiré fuertemente de sus labios para luego succionar el superior y volver a hacer lo mismo. Cuando volví a su boca introduje mi lengua para así empezar a jugar con la de él.  Quería sexo, lo necesitaba, y tranquilamente me lo podía dar.
Tanto como el beso avanzaba, podía sentir como el miembro de Louis se endurecía chocando en mi vientre, joder. Louis no tardó en subir mis piernas enredándolas con sus caderas, me apoyó bruscamente en la pared refregando su parte íntima contra la mía, podía sentirlo tanto que todos mis sentidos se alteraron en ese momento.


Moví mis caderas hacia arriba y hacia abajo logrando que un gemido se escapara de sus labios. Nuestras bocas seguían jugando una guerra en donde todo valía. Dejó que mi cuerpo se sostuviera tan solo por la pared para proceder a meter sus manos por debajo de mi remera. Se sentía tan caliente, y para nuestra suerte no llevaba brasier, por lo tanto el trabajo de tocar mis pechos no se le hizo tan difíciles.


Sus enormes manos se amoldaban perfectamente a ellos, por lo tanto sus masajes hacían tan bien, y me ponían tanto.

Mientras tanto su boca se entretuvo un rato bajando lentamente por mi cuello, succionando éste con todas sus fuerzas, y mordiéndolo suavemente, sus manos estrujaron mis pechos haciendo que largará un gemido fuerte.

-Maldita sea Anne, eres tan caliente.- pasó un lengüetazo en mi cuello para sacar con rapidez mi remera y seguido de eso atrapar mis labios.
-Louis…-largué su nombre en un gemido.

-Mira cómo me has puesto.- su cadera se apretó contra la mía haciéndome sentir su miembro el cual estaba demasiado duro.

Largue un gemido agudo para centrar sus ojos con los míos. Pasé su mano por su nuca para acercarlo a mis labios, con mi lengua contorneé su boca, y luego, mientras movía mi cadera levemente, agarré su mano y la introduje entre mis pantys.

-Así me has puesto tú.- al sentir como uno de sus dedos se introdujo dentro de mi inesperadamente, grité de placer en ese momento.- ¡LOUIS! Joder, Lou… - tiré mi cabeza hacia atrás a medida que los movimientos con su mano se hacían más acelerados.


-Me encanta, no sé qué te trajo aquí,  pero me encanta.- con su boca atrapó los gemidos que salían sin cesar de mi boca, haciendo que entre nuestros besos se haga un sinfín de pequeños gimoteos.

Luego de unos minutos introdujo otro dedo, el placer que mi cuerpo sentía en ese momento fue inexplicable. Empecé a mover mis caderas siguiendo el movimiento de sus manos. Ya no aguantaba más,  lo necesitaba dentro.

-Louis… ya.- saqué su mano de mis pantalones y lo empujé levemente para ya bajar mis piernas.


Sin pensarlo le saque rápidamente la remera y lo tiré a la cama bruscamente. Ahora yo quería tener el control. Me saqué la pollera que tenía puesta para proceder a sus pantalones. Los desabroché con desesperación ya que mi cuerpo no aguantaba más las ganas.


Los fui bajando conjunto con su bóxer, me subí a la cama pero antes de llevar mis caderas a su miembro,  pasé mi lengua por éste haciendo que mis oídos disfrutaran un largo gemido de Louis. Estuve ahí un largo rato hasta que Louis me paró.


-Joder Anne, quiero follarte ya.- sus manos agarraron mis brazos tirándome hacia delante. Rápidamente agarré su miembro y lo introduje dentro. Se sentía maldita mente bien.


Un sonido audible salió de ambas bocas cuando ya estaba dentro, empecé a mover mis caderas rápidamente hacia arriba y hacia abajo, mis manos estaban apoyadas en el pecho de Louis, podía lograr ver su cara de placer, las cuales me ponían demasiado, pero a penas un gemido salió de su boca, agarró nuevamente mis brazos para tirar mi cuerpo entero arriba del suyo, y atrapar uno de mis pechos con su boca. Su lengua jugaba con mi pezón dejándolo completamente rojizo.


Mientras tanto, con sus manos agarró mis caderas haciendo que las deje en el aire para proceder a hacer él el trabajo, entraba y salía de mi con brusquedad y rapidez, mi cuerpo no daba más, empezó a dar pequeños espasmos indicándome que el orgasmo estaba por venir. La lengua de Louis seguía en mis pechos, mientras yo con mi otra mano masajeaba el que quedaba libre.


Las manos de Louis pasaban por toda mi cintura y trasero, apretándolo y estrujándolo, de vez en cuando pegaba una pequeña palmadita en éste logrando que ardor se transformara en placer.


De mi boca empezaron a salir pequeños gimoteos dándole lugar al clímax. Mi cuerpo temblaba arriba del de Louis. Aproveché que él no había llegado para soltar sus manos de mis caderas y dejar que todo mi cuerpo cayera arriba de su miembro con pesadez, pude sentir como Lou se retorcía debajo de mí, así que con movimientos envolventes lograba que el orgasmo se extendiera y mi cuerpo pida más.


No tardó ni dos minutos que sentí como Louis se vino dentro mío, y joder que se sentía tan bien, largue mi ultimo gemido al sentirlo para luego apoyarme sobre su pecho lentamente.

Nuestras respiraciones estaban agitadas así como nuestros pechos, la mano de Louis se apoyó en mi espalda acariciándome lentamente.


-Que linda sorpresa me acabas de dar.- Rió para luego darme un beso en la frente.


-Soy la mejor para estas cosas, mi amor.- contesté, aunque por dentro no podía sacarme de la mente a la rubia que Harry sostenía de la mano.

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