▪︎Esclava sexual▪︎✅

Capítulo veinticinco.

Narra Anne.

Luego de haber llorado por varias horas, me quedé totalmente dormida boca abajo, había pensado en todo, y sentía que en ese momento debía tomar medidas drásticas para mi… tal vez.

No quería que esto se acabara, capaz que es porque no pasó ni el cuarto de tiempo del que me habían dicho, o porque me sentía realmente bien con ellos. Y aparte, no sabría que hacer cuando salgo de aquí,  es decir, ¿con Liam?
Verdaderamente no sé cómo quedaron las cosas, las llamadas suyas eran nulas así como las mías hacia él… y la idea de que la esté pasando bien con alguien que no era yo me volvía totalmente egoísta, porque yo si lo estaba haciendo, y no tenía ninguna explicación que darle más que lo sigo haciendo porque me gustó. 

El sonido de la puerta abriéndose hizo que me sobresaltara de la cama, el corazón me iba a mil mientras veía como iba moviéndose lentamente.

-¿Señorita Anne?- habló una voz fuerte y ronca antes de terminar de entrar. Era Steve.
-¿Y tu que haces aquí? ¿No deberías haberte ido y abandonado como hicieron los chicos?- pregunté. 

Mis ojos todavía estaban hinchados por lo que había llorado. Como respuesta obtuve una carcajada del joven.  Joder, ¿qué era lo que le divertía?

-No Ann, los chicos no te abandonaron.- me contestó ¿¡QUE!? Y yo llorando como una maldita marrana por ellos.

Me pare de la cama y caminé hacia él. 
-¿Cómo que no se fueron? ¿Y por qué apareces ahora a decirme esto?- pregunté furiosa.

-Es que… no te he encontrado por ningún lado, busqué y busqué pero no te podía encontrar ¿cómo quieres que te avise si ni celular tienes?- contestó alterado.

-ouh… lo siento.- mire para abajo tragandome todas las lágrimas que había llorado hacia un poco.- ¿y emm... ¿dónde están?

-Se fueron a LA por una entrevista. Así que si dejas de ser tan maricona y te pones con tus maletas, con suerte en media hora estaríamos en Londres.- dijo negando con su cabeza, se dio media vuelta como para irse pero antes de que haga un paso lo sujete del brazo.

-Llévame con ellos.- sonaba decidida, no quería pasar un minuto más sin tenerlos cerca, me había acostumbrado tanto que dolía.

-¿Cómo quieres que haga eso? Me van a echar si lo hago.- habló frunciendo el seño.

-Quiero ir con ellos sino no pienso salir de ésta isla.- cruce mis brazos y puse la mirada fija en sus ojos, sabía perfectamente cómo intimidar a alguien.- que yo con un chasquido también puedo hacer que te echen.- levanté una ceja y sonreí de lado.

Vi como la cara de Steve se llenó de odio en cuestión de segundos.

-No, no puedo. - frunció el ceño como para parecer malo, pero tanto él como yo sabíamos que era toda una ternurita.

-Bueno, parece que cuando los chicos lleguen a Londres le toque el momento a usted de irse.- miré mis uñas y me di vuelta.

-Joder Anne. No serías capaz.- habló.

-Lo soy, y más cuando me pongo caprichosa, mi amor.- contesté con una sonrisa en la cara.

-Está bien.- se rindió.- pero las explicaciones se las va a dar usted a los jefes, yo en esto no tengo nada que ver.- habló.

Salté de la emoción al escuchar sus palabras, una vez más había ganado.

-¡GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS!-Salté abrazada a su cuello.- ¿sabías que te quiero? Bueno ahora lo sabes.- le llené de besos el cachete.