Capítulo treinta y dos.

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El lugar por lo visto era bastante lejos, pero con Harry al lado ningún camino era demasiado largo. Las risas conjunto con I'm yours de Jason Marsz inundaron el auto.

-'CAUSE I'M YOUURRSSS.-Cantó Harry a todo pulmón.

-Dada dadamm deeee.-Le seguí riendo. Hicimos los demás coros gritando como si estuviésemos en un escenario, y cuando nos quisimos acordar ya estábamos en destino.

Harry aparcó el auto en frente de la nada misma, literalmente lo único que se veían eran arboles y tampoco muy bien ya que era poco lo que iluminaba la luz de la luna.

-Harry dime que no me vas a secuestrar.- Dije sosteniendo mi bolso, su risa llegó hasta mis oídos haciéndome destensar.

-Claro que no, tonta. Bajemos que por acá no se ve.-Salió del auto enseguida que dijo eso y yo también lo hice.

-Vas a ser responsable de mi muerte y te vas a quedar con mucho remordimiento ¿sabes?- Amenacé. Rió de nuevo haciendo caso omiso a mis palabras y me tendió la mano.

-Confía en mí, nada malo te va a pasar mientas yo esté aquí.- Tomé su mano y levanté una ceja.

-Vamos, que por poco no te recibes de Shakespeare con esa frase.- Ambos reímos y me tiró una mirada un poco sarcástica.

-¿Podes dejarme de atacar? Gracias, Anne.- Dijo recalcando mi nombre en su tono de voz.

Sin decir más nada bajamos esa mini colina que no me dejaba ver lo que supuestamente Harry me quería mostrar, pero estaba allí, era una casa que estaba debajo de una montaña de tierra, lo único que se le divisaba era la puerta de madera y unas ventanas a los costados.

-Wow.-Dije sorprendida.

- Espera.- Abrió la puerta dejando ver cómo estaba la casa por dentro, era hermosa, tenía un colchón pequeño en una de las esquinas, a los costados un par de sillones y una chimenea en frente de estos, y al fondo una puerta de lo que sería el baño, era chica pero bastante cómoda.

No alcancé ni a entrar que me tiré arriba de unos de los sillones, saltando, era genial, jamás había visto una casa bajo tierra, y básicamente ésta era perfecta.

-¿Te gusta?-preguntó, asentí re emocionada y vi como él se acercaba a pequeños pasos.- No es lo que más me gusta de éste lugar igual.- Habló.

-¿Y qué es? ¿Hay algún pasadizo secreto? AL PAÍS DE NUNCA JAMÁS.- Grité saltando del sillón y tocando las paredes.

-No, para.- Rió y me sujetó de la cintura.- Está afuera.- Me agarró nuevamente de la mano llevándome hacia allí y me señaló la luna.- Se ve hermosa desde acá, y más que nada aquello.- Ahora su dedo se dirigía hacia las luces de la cuidad, era todo el paisaje tan bonito que no me resistí a sacarle una foto.

-Concuerdo, es hermoso, Harry.- Lo miré y le sonreí.- ¿Es especial para vos este lugar?-Pregunté, sentía curiosidad. Quería saber si había traído a otras 'sumisas' aquí o a los chicos.

-No, digamos que sos la única que pasó por nuestros raros 'contratos', aunque suene muy cliché.- Arrugó su naricita y me abrazó por la cintura.

-¿Me vas a mentir diciendo que Ashley no pasó por aquí?- La pregunta lo ruborizó un poco, su sonrisa se desvaneció colocando sus labios en una fina línea, oh...

-¿Tengo que contestar eso?-Preguntó.- Sí, pero es diferente, ella fue mi novia en su momento.-Habló, su mirada bajó pensativo.

No hablé después de eso, levanté su cara apoyando mis dedos sobre su mentón y le di un suave beso en los labios.

-No hablemos de ella, tienes razón.- Susurré. Sus labios capturaron los míos rápidamente quitándome el aliento, el sonido de los grillos cantando detrás hacia que el momento sea mucho mas romántico de lo que solíamos acostumbrar, y se sentía tan bien. Él se sentía tan bien.

El beso se fue profundizando, me apoyó contra la colina de la casa quedando completamente atrapada entre su cuerpo y la pared, sus manos viajaban desde mi abdomen hasta mi trasero, y cuando llegaba a allí lo apretaba suavemente empujándome más hacia él, provocando que pequeños gemidos salgan de mi boca. Mis manos se encontraban, como siempre, enredadas en sus rulos y en su nuca, me encantaba sentir sus besos tan profundos, tan intensos, tan nosotros.

-Ten...tengo un regalo.- Me dijo entre besos. Me separé tirando de sus labios.- Así que habría que parar un ratito si no quieres que te haga mía en menos de un minutos.- Mordió su labio haciendo que mi mirada vaya directo a su boca y, por reflejo, hice lo mismo.- Te ves tan jodidamente sexy cuando haces eso.- Habló mordiendo mi labio y dejando besos húmedos allí.

-V-amos Harry.- Dije en un gemido.- Muéstrame.

Luego de un par de juegos con nuestras bocas, decidió llevarme hacia adentro, me sentó en el sillón y me pidió que cerrara los ojos a lo que hice caso. Estaba tremendamente nerviosa ya que no sabía que podría venir de él. Escuché un par de sonidos como que había abierto un mueble o algo así. ¿Me iba a regalar una taza? Bueno, todo puede ser y no estaría mal tampoco... es decir ¿por qué quejarme? O tal vez debería dejar de pensar tanto.

-Ábrelos.- Dijo finalmente.

Al abrirlos, la primer imagen que tenía en frente era a Harry con una pequeña cajita abierta, dentro de ella había una cadenita hermosa, tenía su inicial bastante delicada en color oro, con un pequeño diamante en la última patita de la H. Era verdaderamente hermosa. Me tapé la boca de la sorpresa sumada a que no tenía palabras.

-Es hermosa Harry.-Lo abracé fuerte agarrando la cajita con mis manos observándola.

-Mi inicial porque...-Sacó otra cajita con un llavero, no era tan delicado pero no dejaba de ser hermosa, tenía mi inicial colgando en color dorado pero tenía todos estrás alrededor.- Quiero que me lleves conmigo a todos lados, así como yo te voy a llevar a vos.

Mis ojos se llenaron de lágrimas. Era demasiado para mí, lo abracé fuerte dejando que mi llanto se apoderada de todo de mi, estaba destruida y esto me había hecho peor. Dentro mío no sabía si pensar que esto era un acto de amor o no, mientras que mi corazón se llenaba y se iba a llenar muchísimo más desde ahora, cada vez que lo veía, y era algo que no podía controlar, y sí, puede ser que estaba enamorada, y claramente después de aquí tendría que hacer una refrescada de memoria, ya que en mi mente no salían las imágenes de los mensajes de Ashley anoche.

-Ya ya...-Harry palmeo mi espalda alejándome.- No llores, lo hice con buena intención y me encanta sacarte una sonrisa, así que... ¿me quieres regalar una?-Sonrió haciendo que se le marquen los hoyuelos, yo reí al instante que lo hizo tan solo por inercia, joder, me traía loca.

Narra Zayn:

-¿A qué viniste?- Preguntó Louis enojado hacia el chico que se encontraba en frente de él.

-Vine por Anne.- Contestó.- Y ustedes saben bien eso.-Se paró de golpe de la silla enfrentándolo.- Me la sacaron.

-Y tú te acostaste con su mejor amiga, que casualidad.- Sonrió Louis sínicamente.- Y no solo eso, sino que se fue a vivir contigo... ¿o me equivoco?

Bajó la cabeza y apretó sus labios, era verdad. Me había contado todo lo que había pasado, y eso había pasado desde mucho antes que Anne venga a aquí. Básicamente yo sabía todo.

-Diles la verdad, Liam.- Hablé finalmente.

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