Narra Anne:
Me levanté sintiendo que el día de hoy iba a ser diferente, y estaba en lo cierto, lo iba a ser. Anoche me metí en la web a la medianoche para sacar el pasaje de vuelta a Seattle, pensé en irme a otro lado antes que volver a la ciudad donde probablemente todo de allí me traiga malos recuerdos; pero no dejé que todo mi pasado se anteponga en mi camino, o al menos... mis cosas seguían allí como para salir sin rumbo alguno dejando todos los muebles costosos dentro de la casa sin más.
En fin, me arreglé el pelo y me vestí con una falda blanca suelta hasta debajo de las nalgas y un sweater color beige para equiparar el clima que hacía afuera. Hoy a la tarde pensaba hacerme las valijas, así que cruzo los dedos para que los chicos no estén... no les pensaba decir nada, pero al menos Louis tenía que saber que me iría, es decir, no hablamos más luego de aquella noche donde discutimos, y eso me ponía mal, más que nada porque no sabía si la conversación que tengo pensado iba a funcionar para que las cosas no quedaran mal.
Largué un suspiro bajando las escaleras, me sentía nerviosa, y eso que mi vuelo sale mañana a la madrugada, pero sé que este sentimiento no se me va a ir en todo el día.
-Hey, princesa. - Habla Niall sujetándome de la cintura una vez abajo.
-Buenos días. - Le sonreí.
-Te ves...- Me analizó con la mirada. Por un minuto me tensé. - diferente.
-N-no, no creo. - Contesté. - Estoy igual que siempre.
Niall frunció los hombros y depositó un beso en mis labios.
-Te ves más hermosa de lo normal. - Río.
- ¿Qué es eso de coquetear conmigo, Horan? - Pregunté sonriendo. Me acerqué a sus labios rosándolos. - Sé que me extrañas.
-Joder, Anne no me provoques. - Volvió a besar mis labios, pero esta vez se quedó más tiempo en ellos.
-Me gusta hacerlo, bebé. - Reí y me separé de él. - ¿Sabes dónde está Louis? - le pregunté.
-Salió con Harry a hacer un par de cosas, seguro vuelva a la tarde. - Contestó.
Golpeó mi trasero para luego dejarme sola en la sala.
Por un lado, me ponía contenta de que no estén, pero por otro me hacía sentir nerviosa el hecho de que tengo menos tiempo para arreglar las cosas. Sacudí mi cabeza de los malos pensamientos que se cruzaban por ella, y fui por un café helado.
Al pasar por la cocina me crucé que Glenda también estaba allí, la abracé con todas mis fuerzas para luego soltarla con algunas lágrimas en los ojos. Glenda había sido una gran compañía en el trayecto de mi convivencia con la casa.
- ¿Qué te pasa mi niña? - Pregunta. - ¿Y esas lágrimas? - Las seca con la punta de sus dedos para luego sonreírme.
-Me voy hoy a la madrugada y no quería hacerlo sin despedirme antes de ti. - Contesté sollozando.
-Oh cielo. - Glenda sonrió levemente, pedo podía ver que la tristeza se asomaba de sus ojos.
Glenda aquí fue como el apoyo de madre que me hacía falta, es decir, mi abuela me lo pudo dar, pero ya no estaba como para poder aferrarme a alguien que me pueda dar referencias de como seguir en esta jodida vida, y ella en estos meses supo cómo hacerlo.
-No quiero ser entrometida, pero. - Asentí para que hablara. - ¿Qué vas a hacer con el pequeño Harry? - Preguntó.
Oh Glenda, si supieras que no es tan pequeño como parece.
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▪︎Esclava sexual▪︎✅
FanfictionLa vida puede darte un giro inesperado cuando te encuentras en un compromiso con tu mejor amiga, y tienes cinco chicos que quieren más que solo una compañía. Juegos de aventuras, amor, sexo, diversión, cosas que jamás habían pasado por tu mente, la...