Capítulo treinta y cinco.

1.1K 42 2
                                    

Narra Harry.

Ver a Liam me hizo dar cuenta de algo muy importante: no quería perder a Anne. Me dolía al corazón el tan solo pensar que ella lo elija a él y se vaya, aunque no me sorprendería, él estuvo en su vida mucho antes que yo... pero no le hacía bien, y acá voy a estar yo para hacérselo saber.

Mis brazos estaban alrededor de ella y juro que no quiero salir más de este lugar. Nuestras miradas lagrimeaban ¿y yo por qué? Porque soy un maldito idiota que no sabe controlar sus sentimientos y ahora estaba completamente jodido con la chica que se encuentra en mis brazos.

-¿Por qué me mentiste?- Su mirada se clavó en la mía luego de unos segundos.

-Yo... yo no supe cómo actuar cuando me enteré.- Y era verdad, pero no toda, en realidad no quería que ella supiera que la estaban lastimando a sus espaldas, ni mucho menos que se vaya... pero no era el indicado para contárselo, al menos, no ahora.

-Ahora no sé cómo actuar yo, Harry.- Bajó su mirada y pude escuchar como un suspiro se escapó de sus labios. Tomé sus hombros alejándola unos centímetros de mí.

-Mírame.- Hablé. Ann titubeó pero finalmente me hizo caso. Su mirada triste me recordaba lo mal que me sentí cuando Ashley se acostó con Liam, así que la entendía perfectamente.

Sequé sus lágrimas con mis pulgares y junte nuestras frentes cerrando los ojos. Escuchaba como sollozaba silenciosamente, seguramente no quería que me enterara de que estaba llorando, pero esta noche ya no había nada que ocultar.

-Lo siento.- Susurré.

-Verdaderamente necesito estar sola esta noche, Harry.- Habló por lo bajo, claramente lo entendía, necesitaba estar sola y tenía que aceptarlo.

Apoyé mis labios en su frente para dejarle un suave beso allí y procedí a alejarme de ella para irme, camino a la puerta tenia la leve esperanza que me detenga y me diga que quería pasar la noche conmigo como yo con ella, pero una vez que cerré la puerta detrás de mí, me di cuenta de que iba a pasar la noche solo.

Me dirigí a la cocina, los pensamientos lo único que hacían eran arruinarme la mente, es decir, ¿Qué haré con Ashley? Vive hablándome, vive diciéndome que quiere verme, pero mi mente no puede pensar en alguien más que en Ann, y por más que quiera, Simon no se retractaba con el maldito castigo.

Agarré un vaso y me serví whisky, capaz me ayude un poco a aclarar este lio, me tomé todo el liquido que había servido en un sorbo, fuerte, pero lo necesitaba, volví a hacerlo por segunda vez, y así hasta que mi boca sintió el ardor y no quiso saber más nada. Me eché en el sillón y agarré el celular que hacía varias horas que no lo revisaba, es decir, seguramente lo único que me encuentre son llamadas de Ashley y mensajes de ella, así que no tenía sentido verlo constantemente.

Ella se había tomado demasiado en serio esto del mini contrato que tenemos ahora, y se esfuerza en querer conquistarme, aunque sabe que ningún detalle me va a hacer olvidar de todo lo que me hizo sentir, pero no se rinde y eso me irrita ¿cómo una persona podría ser tan insoportable?

Sin embargo, Ashley no era la que aparecía en mis notificaciones, sino las llamadas de Simon colapsaban mi celular, suspiré sabiendo a la charla que se venía, no había hecho lo que me había pedido hoy.

-Styles, ¿piensas que las ordenes que yo te doy son una maldita joda?- Habló Simon totalmente enojado. Sí.

-Lo siento.- Hablé, no quería discutir, esto de que estemos con un nuevo disco y entrevistas de aquí para allá con los chicos era demasiado importando como para que me prohíba ir a ellas.

-Tus disculpas no valen nada, y creo que eso lo sabes muy bien.- Mordí mis labios, estaba nervioso, no sabía qué contestar.

-¿Pasó algo?- Pregunté.

▪︎Esclava sexual▪︎✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora