Capítulo. 3 (Juro que volveremos a vernos muy pronto)

1.1K 75 4
                                    


Los 4 pidieron un taxi y como ninguno de ellos conocía la ciudad, decidieron pedir consejo al taxista y le preguntaron por algún hotel de buena calidad.
El taxista, un hombre muy amable por cierto, les indicó uno cerca del puerto y les llevó hasta allí.
En la recepción del hotel.
Recepcionista: bueno señores y como lo hacemos, quieren habitaciones individuales o compartidas.
C: bueno ya que somos dos chicos y dos chicas. ¿Qué tal si compartimos las habitaciones de dos en dos?
E: estoy totalmente de acuerdo.
M: si, me apetece mucho volver a dormir con Erica, igual que cuando éramos pequeñas.
E: (bromeando) ¡Ha! Yo creía que compartiríamos habitación chico con chica.
María y Erica se sonrojaron.
C: ¡Hay amigo tienes cada idea! Jajajaja.
M: bueno vamos, vamos, cada uno a su habitación. Descansemos un poco y en un par de hora nos vemos en la cafetería del hotel para ir a comer, ¿de acuerdo?
Todos a la vez: de acuerdo.
Mientras las dos mujeres se retiraban a su habitación, los dos hombres miraban cada uno a una de ellas y ambos dejaron volar su imaginación.
C: (pensando). Tengo como novia a la mujer más maravillosa del mundo.
E: (pensando). Dios mío, María, que es lo que me has hecho. Mi único deseo ahora es estrecharte entre mis brazos, besar tus labios carnosos y hacerte mía. ¡Juro que algún día serás mía!, ¡mía para siempre!
En la habitación de las chicas.
Er: no creas que no he notado como te mira ese hombre, lo tienes coladito por ti amiga.
M: (feliz). ¿Tú crees?
Er: (Al ver la cara de su amiga). Y por lo que veo tú también estás coladita por él.
M: (sonrojada). Pues si, la verdad es que ese hombre me gusta, me gusta mucho (se tira en una de las camas y abraza la almohada) y sólo de pensar que he estado 12 horas abrazada a él, hace que me estremezca por dentro.
Er: pues si que te ha dado fuerte, si (divertida).
M: es que es tan guapo, tan alto, tan interesante y a la vez tan tierno que yo.¡guauuuu! Erica, ¿que me está pasando? ¡Que es lo que me pasa!
Er: yo voy a decírtelo amiga, eso que te está pasando se llama AMOR y parece que te ha herido profundamente.
M: pero si no puede ser. ¡Si acabamos de conocernos!
Er: Pues mi querida amiga, parece que tu corazoncito no ha necesitado más tiempo para enamorarse de ese hombre jajajaj (ríe divertida).
M: bueno vamos a descansar un rato y luego nos prepararemos para la comida.
Er: ok, hasta dentro de un rato amiga.
En la habitación de los chicos.
E: que casualidad que nos encontráramos en el aeropuerto y que nos dirigiéramos al mismo lugar ¡eh!
C: si, la verdad es que fue un gusto volverte a ver después de que no nos veíamos desde que decidiste hacerte novio de Fabiola y dejamos de salir juntos de fiesta los diez, te acuerdas?? Bruno, Demetrio, Daniela, Fabiola, Patricia, Raquel, Laura tú y yo. Por cierto ¿sigues con Fabiola?
E: si, ya sabes que fue una decisión de mi padre el que yo me comprometiera con ella y como él estaba tan enfermo quise darle el gusto y ya se ha convertido en una costumbre el que sea mi prometida. Pero.
C: ¿que sucede? ¿Acaso no la amas?
E: nunca la amé, pero creía que con el cariño de tantos años y la amistad que nos une, tendría bastante. Bueno hasta ahora.
C: y ¿por que dices que hasta ahora?
E: Por que he decidido que en cuanto la vea voy a romper mi compromiso con ella.
C: y ¿eso? ¿Por qué ahora, después de tanto tiempo?
E: Mira Carlos voy a ser sincero contigo. Me he enamorado de tu hermana.
C: (sorprendido). ¡Pero si apenas os conocisteis ayer mismo! Bueno y de qué me sorprendo yo, si mi hermanita tiene la facultad de despertar esos sentimientos en todos los hombres que la conocen.
E: (celoso por el comentario de su amigo). ¿Ella tiene a alguien?
C: ¿a que te refieres?
E: que si tiene novio o algo parecido a un novio.
C: no, aunque muchos han querido tener ese privilegio, siento decirte que mi hermanita es muy selectiva a la hora de elegir a alguien. Además se ha dedicado por entero a su carrera y aún no ha tenido tiempo o ganas de salir con nadie.
E: (feliz por lo que acababa de escuchar). ¿Me permitirías intentar tener una relación seria con ella?
C: siento decirte que lo tienes muy difícil por que a mi hermanita le encanta su libertad. Pero por mí puedes intentarlo, me encantaría tenerte como cuñado ¡eh!
E: Gracias amigo mío, si consigo la dicha de que ella me acepte, te prometo que la aré muy feliz.
C: eso no tienes que decírmelo a mí, si no, al señor Carlos Jesús Fernandez de León, y te aseguro que si mi hermanita te lo va a poner difícil, con mi papá lo tienes peor, por que ella es su niña pequeña, la consentida por todos los que vivimos en esa casa, incluso la servidumbre la consiente.
E: bueno, no adelantemos acontecimientos y descansemos un rato, ¿ok?
C: si que las chicas nos esperan en un par de horas para comer.
Erica acababa de ducharse y se estaba arreglando para la comida de una manera especial para su flamante novio, mientras María en la ducha, pensaba en como arreglarse para que Esteban se fijara en ella, sin sospechar que se pusiera lo que se pusiera él no iba a apartar la vista de ella.
Erica se puso un vestido floreado en color turquesa sujeto al cuello y María se decidió por una blusa con la en color naranja y una falda blanca. Su negra melena recién peinada se meneaba al compás de sus caderas cuando andaba y ambas mujeres entraron en la cafetería del hotel, radiantes las dos, desprendían tanto carisma que no hubo hombre en todo el hotel que no se volteara a mirarlas, incluidos Carlos y Esteban que quedaron con la boca abierta, entrando en éxtasis los dos.
C: ¡que suerte tengo!, ¿no te parece amigo?
E: y yo deseo tenerla.
Er: (para romper el hielo). Bueno y ¿donde piensan llevarnos? (le dio un beso de piquillo a Carlos).
M: eso, ¿donde nos van a llevar? Ya veis que nos hemos arreglado para vosotros.
E: a donde estas dos preciosidades quieran ir, (feliz por el comentario de María, ya que si Erica se había arreglado para su novio, entonces; ella lo había hecho por él, solo por él ya que no había nadie más y ese pensamiento lo lleno de dicha).
Todos salieron a la calle para buscar la dirección del restaurante que momentos antes les había dado el recepcionista del hotel.
Erica se agarró de la mano de Carlos e instintivamente María hizo lo mismo con Esteban. Los cuatro andaban felices por Barcelona.
Pasaron el día recorriendo la ciudad, visitando monumentos, museos y calles emblemáticas de la ciudad.
Carlos y Erica, de vez en cuando, se abrazaban y besaban. En cuanto a Esteban y María, bueno, ella no paraba de hablar y hablar y él la escuchaba embelezado por su belleza. Y así llegó la hora de volver al hotel y con ello la hora de la despedida, por que al días siguiente se suponía que cada uno se irían a diferentes lugares.
M: bueno Esteban San Román ha sido un placer conocerlo y lo he pasado muy bien. ¿Nos volveremos a ver?
E: Claro que si, juro que volveremos a vernos muy pronto. Ahora que me reencontré con mi gran amigo no quiero q volvamos a perder el contacto. En cuanto regrese a México, me pondré en contacto con vosotros.
C: Por supuesto. De todas formas, ¿mañana nos veremos no?
E: no creo, por que salgo temprano para recoger unos papeles del banco y ya no vuelvo al hotel.
M: (triste). Bueno Esteban hasta pronto entonces (se acercó a él y le dio un beso en la mejilla).
María se aleja con Erica y con lágrimas en los ojos.
Mientras Esteban la mira desesperado por querer permanecer a su lado y no poder cumplir con ese deseo.
E: (pensando). Maldita sea, si no fuese por que tengo que terminar de una vez con este negocio, con gusto me quedaría con ellos.
Habitación de maría y Erica.
Er: amiga, ¿que te ocurre? ¿De verdad que en tan poco tiempo te has podido enamorar de ese hombre?
M: si, lo AMO, lo AMO como nunca había amado antes.
Er: y ¿por que no has hablado con él y le has contado sobre tus sentimientos?
M: ¡qué! Como crees, si apenas nos acabamos de conocer. ¿Qué es lo que hubiera pensado de mí?
Er: chica, me desconciertas, jamás habría creído que mi querida amiga María se cortara a la hora de confesar sus sentimientos a alguien. Si que debes estar enamorada de ese hombre, por que nunca antes te habías comportado de esa manera.
Y así ambas se quedaron dormidas, después del día que habían tenido, estaban muy cansadas.
Al día siguiente, Carlos las esperaba en la recepción del hotel, para coger un taxi hasta el puerto.
<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<

EL CASTIGÓ DE AMARTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora