Capítulo 52 (Todo era una trampa).

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Esteban y Gerardo entraron en la casa muy felices. Esteban aún llevaba entre sus brazos a Víbian. No quería soltarla hasta que no pudiera hacerlo directamente en los brazos de su madre.
E: ¡María! ¡MARÍA! Nuestra hija está bien. La hemos recuperado sana y salva.
Los chicos entraron en ese momento. Todos habían regresado a casa a la vez, buscando noticias sobre su hermana. En cuanto vieron a Víbian, esta saltó de los brazos de su padre y los cinco hermanos se unieron en un fuerte abrazo.
Alex: Gracias a Dios que estás bien.
Es: hermanita. Acabo de encontrarte y he estado a punto de perderte.
Án: mi preciosa hermanita ¿Estás bien?
H: Ahora vamos a mimarte muchísimo.
Es: ¿Te ha visto ya mamá? Ella ha estado muy mal desde que desapareciste.
V: No, no la he visto aún. Papá la ha estado llamando pero no aparece por ningún lado.
H: Debe de estar dormida en su cuarto. Tío Tomás le recetó unas pastillas que la mantienen sedada.
Esteba subió enseguida a su dormitorio esperando encontrar allí a María y darle la buena noticia. Pero ella no estaba allí. Esteban empezó a preocuparse. Bajó los escalones de las escaleras de dos en dos en dirección a su despacho para ver si estaba allí, adelantando a Verónica que se extrañó mucho al verle pasar por su lado sin saludar siquiera y con tanta prisa. La buscó en su despacho pero allí tampoco estaba y ya estaba empezando a desesperarse. Salió del despacho dando voces llamando a Tránsito. Mientras ésta llegaba, le preguntó a Verónica.
E: Verónica ¿Dónde está María? ¿Dónde está mi esposa?
V: YoYo la dejé sola un momento para darme un baño. Ella me dijo que se quedaría leyendo un rato mientras me esperaba.
Entonces tuvo el presentimiento de que algo no iba nada bien.
E: ¡Tránsito! ¡TRÁNSITO!
Tran: ¿Si, señor?
E: ¿Sabe usted donde está mi esposa?
Tran: Si, señor. Ella atendió una llamada telefónica y unos minutos después salió muy apurada. Me dijo que tenía que ir a la mansión Fernández.
E: ¿Y para que quiere ir allí si toda la parte de abajo está casi en ruinas desde lo del incendio? Necesito saber quién demonios la llamó.
G: Esteban, Las líneas aún se encuentran pinchadas. ¿Si conseguimos poner en funcionamiento todos estos aparatos, quizás podamos saber quién la llamó y hasta saber donde se encuentra?
Entre todos consiguieron escuchar la llamada. Esteba se quedó helado, al escuchar la voz de Demetrio.
E: ¡Dios mío! El secuestro de Víbian era sólo una trampa para poder atrapar a María.
Ante la situación en la que se encontraban, la mente de Alex, se puso inmediatamente en funcionamiento. A Esteban le pareció que la mente de su hijo tenía un resorte que se activaba cada vez que aparecía algún problema que solucionar en la familia.
Alex: Chicas ustedes vayan en el mercedes de mamá con Arnoldo a buscar al comisario y díganle a donde nos dirigimos y por qué. Ángel. Verónica y tú os quedareis en casa para atender a los agentes que seguramente vendrán para escuchar la grabación. Papá, Gerardo, Héctor y yo iremos a la casa de los abuelos.
De nuevo Alex lo había hecho. Había tomado las riendas de todo. Esteban sabía que con su hijo al mando todo saldría bien y le dejó hacer.
Los cuatro entraron en el utilitario de María y se dirigieron a la casa. Aparcaron el coche fuera de la vista de la mansión para evitar que Demetrio pudiese oír el ruido del motor.
Alex: Vamos. No tenemos tiempo que perder.
Los cuatro hombres entraron en la casa por la bodega y siguieron a Alex hasta la cocina.
E: (Susurrando para evitar ser escuchado). Hijo. No creo que Demetrio tenga a tu madre en la parte de debajo de la casa. Seguro que la retiene arriba donde el acceso es más difícil.
Alex: (Susurrando también). Escucha papá, todas las habitaciones de la casa se comunican con la cocina por medio de interfonos. Si vamos apretando botones, podremos saber exactamente, en que habitación de la casa se encuentran.
Esteban estaba cada vez más orgulloso de su hijo.
E: (Pensando). Tengo que reconocer que de mis cinco hijos, Alex es el más inteligente y el más decidido. Siempre tiene una solución para cualquier problema que se le pueda presentar en la vida ¡Es igualito que su madre! Ambos son capaces de enfrentarlo todo.
Empezaron a presionar botón por botón. Cuando apretaron el botón del dormitorio principal, se escuchó la voz de Demetrio.
D: Si, María. Yo maté a Patricia. Ella se enteró por casualidad de que yo estaba locamente enamorado de ti, a través de unas cintas de vídeo que yo grababa cuando me acostaba con alguna prostituta a la que llamaba por tu nombre ¿Sabes? Solía hacer eso a menudo. Contrataba a prostitutas que tuvieran algunas de tus cualidades y la obligaba a hacerse pasar por ti.
M: (llorando). Eres un degenerado.
D: desde el día que llegaste por primera vez a las oficinas buscando a Esteban, no he podido sacarte de mi cabeza. Te he deseado siempre.
M: Pero ¿Por qué tuviste que matar a Patricia?
D: Como ya te he dicho casualmente ella se topó en mi casa durante una visita que nos hicieron con una de las cintas que grababa con las prostitutas y que después yo gozaba en casa y decidió chantajearme.
M: ¡Maldito! Por tu culpa pasé 18 años encerrada en una cárcel.
D: y allí debiste quedarte. jajaja. Hay que reconocer que gracias a ti todo salió mejor de lo que esperaba. Patricia había muerto, yo quedé libre de sospechas y además conseguí separarte de Esteban. Consiguiendo también que nunca pudieras ser de ningún otro hombre. Paro tuviste que regresar y el verte de nuevo al lado de Esteban hizo que los celos, volvieran a devorarme las entrañas.
M: estás loco Demetrio. No cabe duda de que has perdido la razón.
E: (desde la cocina). Ya no puedo seguir oyendo a ese imbécil. Ahora se va a enterar.
H: papá ¿Y si está armado? Puede hacerte daño o matar a mamá.
E: Es que el comisario está tardando demasiado y ya no puedo seguir esperando
De repente se escuchó una serie de golpes, seguidos por los gritos de María.
D: Ahora, por fin, vas a ser mía y después morirás para que no puedas pertenecer a nadie más.
Esteban, subió las escaleras prácticamente de un solo salto. Ni sus hijos ni Gerardo pudieron hacer nada por detenerlo.
E: (Mientras subía las escaleras, pensando). Ellos podrán esperar al comisario. Yo no.
Entró en la habitación y la escena que contempló al entrar lo lleno de terror. María estaba tumbada sobre la cama inconsciente y muy golpeada, además sangraba en cantidad por algún punto del abdomen por que la falda blanca que Demetrio le había subido hasta el vientre sen encontraba toda manchada de sangre. Demetrio aprovechaba su inconsciencia para intentar desabrocharle la blusa y junto al cuerpo de María se encontraba un cuchillo de cocina. Seguramente el que había utilizado para herir a su mujer.
Esteban, saltó sobre Demetrio y de un empujón lo lanzó hacia la puerta donde fue atrapado por Héctor, Alex y Gerardo que entraban en ese momento. Esteban alzó a su mujer en brazos para sacarla de allí y llevarla a un hospital mientras los demás sujetaban y desarmaban a Demetrio en ese mismo momento llegaba el comisario con las muchachas y varios sanitarios con una camilla para María. Alex había llamado a una ambulancia antes de subir a la habitación. El chico estaba en todo.
Esteban pidió a la ambulancia que llevaran a María a la cínica donde trabajaba Tomás al que Alex ya había informado de que se dirigían para allá y de la situación en la que creían que se encontraba maría. Cuando llegaron a la clínica, todo estaba ya preparado para atenderla y María entró directamente en quirófano.
Mientras esperaban, todos estaban muy nerviosos y asustados por la situación en la que habían encontrado a María; pero el que peor se encontraba era Esteban.
E: (Pensando). Deja ya de castigarme Dios mío. Pero si piensas seguir haciéndolo, por lo menos cáusame el daño a mí y no a ella. María ya ha sufrido demasiado.
Los chicos se abrazaron a su padre para consolarlo y permanecieron abrazados hasta que vieron aparecer a Tomás.
Alex: Tomás ¿Cómo está mi madre?
T: pues aún no lo se.
E: ¿Cómo que no lo sabes? ¿Cómo la dejas sola sin saber aún lo que pasa?
T: Cálmate Esteban lo que tenía que hacer por ella ya lo he hecho. Tu esposa ha sido muy golpeada he tenido que hacerle dos suturas, una cerca de la cien derecha y otra justo debajo de la barbilla pero son tan pequeñas que no le quedarán marcas. Debido a los golpes se encuentra un poco conmocionada pero eso también pasará. Pero ahora la están tratando de algo que no es de mi competencia; pero puedo asegurarte que antes de salir la he dejado en buenas manos.
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