Capítulo. 17 (La muerte de Patricia).

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Al día siguiente, todos salieron para Aruba, incluidas las tías Alba y Carmela.
Héctor, Estrella y Leonel. Quedaron al cuidado de Rebeca y de una niñera que contrataron para la ocasión.
Cuando llegaron. Carlos y Erica, les esperaban en el aeropuerto para acompañarlos al hotel donde Carlos había hecho las reservas para ellos.
Pasaron todo ese día recorriendo Aruba y después cenaron todos en casa de Carlos.
M: (con su sobrino entre los brazos). Eres una cosita preciosa. Te pareces a tu papá, pero con los ojos de tu mamá. (Había melancolía en su mirada).
E: Hechas de menos a nuestros hijos ¿Verdad?
M: si, es la primera vez que los dejamos solos por tanto tiempo.
E: no te preocupes, mi amor, sólo serán dos días. El lunes los tendrás otra vez entre tus brazos. Además tendremos dos días para nosotros, para disfrutarlos solos.
La cena, fue perfecta, Erica la había dirigido muy bien y después de un buen rato de charla, todos se fuero para el hotel y cada uno a su habitación.
En la habitación de Esteban y María
M: estoy acalorada, me voy a sumergir un rato en el yacuzzi ¿Vienes?
E: ¿quién se puede negar a semejante invitación?
María se adelantó un poco y se propuso ponerse el traje de baño, pero Esteban se acercó por detrás y la detuvo.
E: (La abraza por detrás y le arranca de las manos el bañador). ¿Para qué quieres eso si estamos tú y yo solos? Te prefiero así, al natural.
Esteban, sujeta a su esposa por detrás, con ambas manos apoyadas sobre su vientre, mientras con la punta de su lengua, juguetea con su oreja, después bajó su cabeza besuqueando su cuello y sus hombros para pasar a su espalda.
María sintió un placer infinito, cuando su marido resbaló sus manos desde su vientre hasta sus senos, apretándolos entre sus dedos. Los dos entraron en el yacuzzi, el la extendió, tirando suavemente de ella por sus caderas y se colocó entre la piernas de ella, tapando su boca con la de él. Sus lenguas se buscaban una y otra vez. El introdujo una mano entre ambos cuerpos, buscando ese sitio húmedo y cálido del cuerpo de ella. María arqueó las caderas para facilitarle a Esteban la llegara a su destino. Él la notó húmeda, receptiva y muy Excitada.
E: ¡mmmm! ¿Ya estás preparada para recibirme mi amor?
M: si, por favor, hazlo ya.
Esteban penetró en su mujer lentamente hasta lo más hondo de su cuerpo y entre convulsiones de felicidad, los dos tocaron el cielo.
Ambos quedaron exhaustos, se metieron en la cama y abrazados, muy juntos, se quedaron profundamente dormidos.
Cuando levaban como dos horas más o menos durmiendo, María se despertó bruscamente al escuchar un ruido ensordecedor.
M: (se pone los primeros pantalones que tenía a mano y el jersey que había llevado durante la cena). Parece un disparo.
Miró a su marido y éste permanecía profundamente dormido. Salió de su habitación y se dirigió a la que estaba justo enfrente que era la habitación de Diego y Patricia y desde la que parecía que había salido ese estruendo.
Al entrar no vio a nadie y ya se disponía a salir, cuando a través del espejo, vio un cuerpo tirado en el suelo ¡Dios mío era Patricia! Desde su pecho, salía un reguero de sangre y a su lado, había una pistola que maría no había visto siquiera y sobre la que apoyó su mano sin darse cuenta, para ver que le pasaba a Patricia.
María agarró a su amiga por los hombros y la zarandeó varias veces para ver si podía hacerla reaccionar. Debido a este movimiento, las manos y ropas de María quedaron manchadas con la sangre de Patricia.
M: ¡Patricia! ¡PATRICIA!
En ese momento la seguridad del hotel entró en la habitación, contemplaron la escena y llamaron a la policía.
La policía, detiene a María como principal sospechosa del asesinato de Patricia. Esteban va a verla a la comisaría.
E: (Llorando) ¿Por qué lo has hecho María? ¿Por qué? ¿A caso no te importa el sufrimiento de nuestros hijos?
M (Llorando también). Yo no lo hice, te lo juro Esteban, lo juro por nuestros hijos. Por favor créeme, Patricia era mi amiga ¿Por qué iba a matarla?
María es juzgada por asesinato en primer grado y condenada a cadena perpetua y ante los ojos de Esteban y los de sus amigos es encerrada en una cárcel de Aruba de por vida.
Todos deciden regresar a México ese mismo día.
En la casa San Román.
E: (sentado en el sofá llorando y desesperado). Dios mío y ¿que voy a hacer ahora? ¿Cómo voy a explicarles a mis hijos lo que ha pasado?
A: (aprovechándose de la situación para librarse para siempre de María). No, Esteban, tus hijos no deben saber nunca que su madre está encerrada en una cárcel por asesina.
D: sí, Esteban, tu tía tiene razón.
Todos apoyan a Alba por defender sus intereses.
A: tienes que borrar totalmente el recuerdo de María de esta casa, de tu vida y de la de tus hijos, todo lo que contenga su imagen tiene que desaparecer y todos nosotros tenemos que hacer un pacto. Debemos jurar por el bien de los niños que el nombre de María, no se volverá a mencionar jamás en esta casa ni en esta familia. A partir de ahora la madre de tus hijos se llamaba Montserrat, era española y murió en un accidente de tráfico.
Todos: (con las manos levantadas). Lo juramos.
E: (llorando). Está bien, lo juro. Juro que mis hijos, nunca sabrán que su madre está encerrada de por vida en una cárcel¡Lo juro! Y que Dios o el diablo me perdonen.
Prisión de Aruba.
Carlos y Erica visitan a María junto con un abogado amigo de la pareja.
C: (Llorando). ¡Hay! Hermana ¿Cómo has podido verte envuelta en todo esto? Papá y mamá están destrozados, en este momento están volando hacía aquí.
Er: Dios mío amiga, no puedo verte encerrada aquí en este lugar.
C: Bueno, tenemos que luchar para demostrar tu inocencia. Mira este es Luciano un gran abogado amigo de la familia de Erica. Él va a luchar para sacarte de aquí.
Lu: (que se había quedado prendado de María). Encantado señorita. (Con acento extranjero).
M: ¿usted cree que tengo alguna posibilidad?
Lu: señorita la esperanza es lo último que se pierde. Lo que no debe dudar, es que yo voy a hacer todo lo posible por ayudarla.
Tres meses más tarde
Los padres de María van a visitarla a la prisión como cada fin de semana desde que llegaron a Aruba y decidieron quedarse allí a vivir con Carlos, para estar cerca de su hija.
CJ: hija mía, no me acostumbro a verte tras esas rejas.
M: (muy demacrada). Estoy bien. No se preocupen.
Ana: seguro que estás bien hija, te veo muy pálida últimamente.
CJ: voy a hablar con el juez de la prisión, para que deje que te vea un médico.
M: no, papá no hace falta, de verdad que estoy bien.
Ana: de todas formas te va a ver un médico y así nos quedaremos más tranquilos.
M: está bien pero lo único que necesito es volver a ver a mis hijos.
CJ y Ana se miran con complicidad, María se dio cuenta de que algo pasaba que no querían contarle.
M: ¿pasa algo?
CJ: no, hija ¿qué va a pasar?
M: ustedes no sabes mentir, algo me ocultan. Por favor decidme q es lo que pasa.
Ana: hija, Esteban ha pedido el divorcio. Luciano te traerá los papeles para que los firmes el Martes y además les han hecho creer a tus hijos que estás muerta. Que has muerto en un accidente de coche.
M: ¿Qué? (empieza a llorar desesperada). ¿No tiene bastante con dejarme abandonada en una cárcel? Si no, que ahora quiere quitarme también a mis hijos.
María se empieza a sentir muy mal y al final tienen que llamar al médico de la prisión que después de revisarla, le da la noticia.
D: señora Fernández, está usted embarazada y o mucho me equivoco o lo que estoy escuchando por el fonendoscopio son dos corazones. Creo que está esperando usted dos bebés.
M: (rompió a llorar) Dios me quitó a dos hijos y me da a otros dos. Esteban San Román, nunca sabrás que tienes otros dos hijos, así nunca me los podrás quitar.
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StacyHernandez8

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