A Través de un Corazón Roto.

Capítulo 43.

Capítulo 43.

Declan.

El timbre suena y Darik va, a los minutos vuelve con una sonrisa.

—Es para ti, Dex.

—¿Quién es?

—Solo ve.

Me levanto del sofá y bajo. Apenas abro la puerta tengo unos brazos delgados envolviendo mi cuello y una voz bastante reconocida y que he extrañado deseándome feliz cumpleaños.

Por encima de su hombro observo a Colin apoyado en el umbral, viéndonos con una sonrisa.

Río y devuelvo el entusiasta abrazo de Ashlyn. No los he visto en meses, me complace que estén aquí finalmente, nunca habíamos pasado tanto tiempo lejos, siempre nos la pasábamos nosotros tres, aun cuando mis responsabilidades crecieron y mi tiempo libre se redujo, ellos estaban ahí en algún momento.

Ashlyn deja varios besos en mi rostro antes de alejarse, Colin da un paso adelante.

—¡Felicidades, cara de culo! —exclama antes de abrazarme y alzarme.

Cuando me deja en el suelo no puedo evitar verlos con una sonrisa, estoy demasiado feliz que estén aquí.

—Míralo, posiblemente llore.

—Ash, tú eres la que estás llorando.

—¡Es que lo extrañé!

Río y ruedo los ojos. —Pensé que los españoles y la belga los habían acaparado.

—Tú siempre vas primero, celocito —responde Ashlyn apretando mis mejillas—. No podíamos perdernos tu cumpleaños.

—Así que cámbiate, hoy eres nuestro.

—¿No se supone que es mi cumpleaños y yo debería decidir con quién pasarlo?

—Y tú quieres pasarlo con nosotros, es obvio. ¿Quién no quiere? —responde Ashlyn haciéndome recordar por un momento a Alannah.

—Vamos, cara de culo —insiste Colin—. Darik se encargará, ¡¿verdad, Rik?!

Él se asoma desde las escaleras. —Sí, Dex. Ve que yo me ocupo.

Entonces termino aceptando y salgo con los hermanos O'Connell como en los viejos tiempos. Ellos siempre tuvieron un carisma que desde el primer momento me agradó.

Ashlyn es bastante energética y le gusta tratar a todos bien, con cariño, algunas veces tan empalagoso para tratarte como bebé. Ella literalmente me compra una corona negra con letras doradas que dice cumpleañero y me obliga a usarla con varios intentos, e incluso hace que algunas personas desconocidas que van pasando a nuestro lado me feliciten.

Por otro lado Colin es más de burlarse a costa de otros, así que él lo disfruta más que cualquiera. Y habla demasiado, en serio, no he descubierto como callarlo en todos estos años. Pero seria un mentiroso si dijera que no lo disfruto.

Una de las cosas que más me gusta de estar con ellos es que me hacen sentir joven de nuevo. Soy aquel de los tres que disfruta verlos tomarle el pelo a otros, porque mayormente les doy retos.

Mientras Colin va por unos batidos me detengo frente a una tienda de mueblería porque noto un taburete con respaldar, es de madera oscura y tiene un cojín rojo. Alannah siempre está quejándose de los taburetes sin respaldar, fue de hecho lo primero que me dijo cuando nos conocimos.

No es que vaya a cambiar los taburetes del pub, los que están aun tienen un buen estado, ¿quizá debería comprar uno para ella solamente? Eso parece muy excesivo y no tengo ningún motivo. Aunque, ¿puede ser un buen regalo de cumpleaños? En dos meses es el suyo, pero, ¿una silla es un regalo ideal para esa ocasión? Es... peculiar.