Capítulo 41.

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Capítulo 41.

Observo a Declan dormir finalmente.

La noche se volvió más pesada con las horas; no dormía, solo guardaba silencio y viéndose con desgana, por momentos lo sentía perderse en su mente. No sabía qué decir, no se me ocurría nada para quitar esa devastación en sus ojos, hasta creí que me perdería en la desesperación de no saber cómo actuar pero me mantuve firme y cuerda porque él me necesitaba.

Hice que viéramos Lucifer para distraernos, milagrosamente eso funcionó. El resto de la madrugada vimos varios capítulos desde mi celular, cuando amaneció el sueño me ganó y caí dormida sin saber si él también lo hizo, sin embargo acabo de despertarme y él está dormido.

Suelto un suspiro de alivio, ha sido de las noches más difíciles. Siento mucha preocupación por él; quisiera ser más útil y servirle de algo, hacer un cambio significativo. Escucharlo y verlo como si las piezas se les desencajara me dolió tan fuerte, que siento como si hubieran golpeado mi pecho.

Oír su desesperación, cómo se echaba la culpa me destrozó de maneras diferentes y me hizo ver lo que jamás noté: él es seguridad y confianza, transmite estabilidad, pero consigo mismo tiene una inseguridad tan gigantesca que lo desestabilizó. Todos confían en Declan, excepto el mismo Declan.

Muy dentro de mí sabía que él no siempre era firme aunque lo expresara, sabía que es más que todo lo que muestra, sin embargo confirmarlo igual me sorprende. Mi instinto protector me dice que me quede y lo cuide, que lo aleje de cada maldita cosa que lo haga verse así de nuevo.

Me enseñaron a querer profundamente, a querer de verdad y a hacer lo correcto con ese sentimiento. Quiero a Declan, y ansío lo mejor para él, como él ha sido lo mejor para sus hermanos.

Soy consciente que sus hermanos quedaron en su dependencia, también que de alguna manera Declan depende de ellos. Hace años aprendí que eso no es bueno, alguno debe cortar con esa cadena, porque sea como sea la dependencia te jode.

No es que sea culpa de alguno, ninguno tiene cargo en la situación que quedaron.

Sigo observando su rostro durante minutos pensando en qué hacer, decido que puedo comenzar por el desayuno. Por lo tanto me levanto, voy al baño y luego salgo hacia la cocina.

—Bonitas pantuflas.

Volteo sobresaltada hacia Darik, acaba de bajar las escaleras vistiendo ropa deportiva, el cabello húmedo y una toalla en sus hombros.

—Ya las habías visto —respondo siguiendo mi camino.

—Entonces... —Él me sigue, mira a la habitación de Declan y luego a mí.

—No es lo que piensas —Al menos esa noche no—. Es todo lo contrario.

Abro el refrigerador y observo todas las opciones, decido hacer panqueques. He visto cómo los hace Declan, siempre quedan buenos así que quiero intentarlo. Tomo los ingredientes y lo esparzo en la isla, Darik está en uno de los taburetes.

—¿Qué puede ser todo lo contrario?

—Tu hermana siendo una adolescente y usando esa etapa como excusa para estupideces —contesto, él me mira confundido—. Kelyam se escapó de la casa de su tía.

Él abre los ojos. —¿Qué?

—Para ir a una fiesta; las gemelas me llamaron para que fuera a buscarla y cuando llegamos fue una perra desconsiderada con tu hermano mayor.

—¿Qué le dijo?

—Resumiendo: dijo odiarlo, que él no es vuestro padre, e insultó todo el sacrifico que Declan ha hecho diciéndoles que lo hace por obligación en vez de quererlos. Darik —Inhalo hondo y lo observo con fijeza—, ¿tú crees eso?

A Través de un Corazón Roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora