Capítulo 23.
Tamborileo mis dedos sobre el volante, conduzco mientras escucho a Nora hablarme desde el celular, está en altavoz.
—Estaba investigando sobre el lugar, sabes, tenemos una cita con la organizadora mañana.
—¿Ya decidieron si lo quieren hacer al aire libre o dentro? Aunque como es diciembre lo más lógico es que sea un salón. No querrán que sus invitados se congelen.
—Será en un salón, seguro.
—Bien, ¿pensaste en la decoración?
—No, no hemos decidido nada de ello. Supongo que veremos las opciones que hay y luego nos decidimos. ¿Vendrás el lunes, cierto?
—Sí, ahí me tendrán para detener la guerra.
Nora ríe. —De acuerdo.
Ella realmente está feliz con la boda y el ser mamá, lo percibo aun sin verla. Sé que mi hermano está igual y me alegra por ambos, se lo merecen.
Cuando finalizamos la llamada, estoy estacionándome frente la casa de Declan. Solo tomo las llaves, el celular y la bolsa de regalo que traje para Macbride porque hoy el pequeño cumple siete años. Salgo y toco el timbre, Darik me abre segundos después.
Vengo inesperadamente, no le avisé ni a Declan, es por ello que Darik me ve con sorpresa, pero después se relaja y me sonríe.
—Hola, Alannah. Pasa.
—¿Cómo estás, Darik? —pregunto entrando al vestíbulo—. Debes estar genial porque no he matado a nadie otra vez.
—Tienes razón, y lo agradezco —se ríe—. Pero... ¿existe alguna posibilidad que lastimes un poco, al menos, al inoportuno de Giorgio?
Me río, es el nuevo personaje odiado por mis lectores debido que se entromete demasiado en los protagonistas hasta al punto de cagarla.
—Si te lo dijera seria spoiler.
—Puedo sobrevivir a ello.
De nuevo me río pero sacudo la cabeza en negación. Me gusta sorprender a mis lectores.
Él no insiste como lo haría Adara, ambos subimos a la segunda planta en silencio. Al llegar puedo ver enseguida a Declan y sus hermanos en la cocina, cuando escucha los pasos el primero se mueve para alcanzar a vernos. Al notar que soy yo alza sus cejas pero sonríe cordialmente; sacudo mi mano mientras sonrío.
—Buenos días —canturreo entrando a la cocina—. ¿Dónde está el cumpleañero?
—¡Muñeca! —exclama Macbride.
Sonrío llegando al taburete donde está, beso sonoramente su mejilla y coloco el regalo frente suyo.
—Feliz cumpleaños, muñeco.
Su pequeña boca se abre al igual que sus ojos en sorpresa, rápidamente los toma para abrirlos y encontrarse con los creyones y el cuaderno de dibujo que le compré.
—¡Dex, mira!
—Genial —le sonríe—. ¿Cómo se dice, Mac?
—Gracias.
—De nada —Alzo la mirada y le sonrío al resto—. Hola, chicas.
—Hola, Alannah —responden las gemelas, Kelyam solo me regala una sonrisa apretada.
—Ven, siéntate —indica Declan señalando el taburete al lado de Macbride—. No pensé que te acordarías.
—Los cumpleaños son importantes. A mí me encanta el mío —contesto, miro a su hermano menor—. Entonces, ¿Cuántos años cumples?
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A Través de un Corazón Roto.
RomansaEl mundo se tambalea cuando un corazón ha sido roto, la mala influencia del mismo corre por la mente de las personas. Alannah Fiztgerald ha decidido añadirle un poco de tequila. La combinación del tequila y el corazón roto la conduce hacia Declan Mc...