Capítulo 56.
Declan.
Estoy vivo.
No me considero religioso, tuve muchas dudas sobre ese ente celestial, olvidé cómo orar bien incluso, pero cuando cierro los ojos solo puedo darle las gracias por mantenerme aquí aun cuando me duele todo el cuerpo.
El doctor dijo que en líneas generales estoy bien, deberé ir a fisioterapia y recomendó que visite a un terapeuta, según dijo mi corazón y cerebro están bien, soy un joven sano, me ejercito frecuentemente, no ingiero licor y como saludable, así que la causa del ataque cardíaco fue emocional. Ni siquiera recuerdo perfectamente cuando desperté, ni intento recordarlo, solo cierro los ojos y repito otros mil 'gracias' más.
Alannah sigue conmigo, sus ojos están hinchados y rojizos por el llanto que soltó momentos atrás en mi hombro, ahora está en la silla, sujetando mi mano mientras me informa cómo han sido estos días.
Me encantaría tenerla más cerca, poder abrazarla, y cuando me cuenta que ella ha cuidado de mis hermanos el anhelo aumenta. Pero no quiero presionarla, es la primera vez que la veo en una semana, así que solo disfruto de observarla cuando ella no ve mis ojos, porque si conectan con los míos la máquina cardíaca me delatará seguro. De hecho, debo desviar la mirada cada cuanto al techo porque mis latidos advierten ir más rápido.
—Gracias —digo apretando su mano.
—No es nada.
—Para mí es todo —aseguro, alzo su mano y la llevo a mis labios para dejar un beso en su torso, sus ojos quedan fijos en los míos—. Me dijeron que estabas enferma.
—Me intoxiqué, pero ya estoy mejor.
—Me alegro.
—Y yo que tú y Colin estén bien.
—¿Crees que me dejen ver a Col?
—No lo sé, quizá sí.
Eso quisiera, de verdad quiero ver a mi amigo. La última vez que lo vi tenía los párpados apretados y sangre derramándose por su frente mientras nuestro entorno explotaba.
—Hablaré con el doctor, a lo mejor sí —dice levantándose—. E iré por los niños, estarán explotando de la felicidad.
Aprieto su mano, deteniéndola.
—¿Volverás?
La máquina me delata, pero ella decide ignorarla.
—Por supuesto —afirma, se acerca y besa mi mejilla—. Si fuera por mí, jamás me iría.
—Yo tampoco haría que te fueras —Aunque técnicamente ya lo hice, ¿o no?
—Ahora regreso —promete.
Ella sale, un solo un minuto después la puerta se abre de golpe y Ashlyn entra agitada, observándome con los ojos ampliados.
Sonrío, sacudo la mano. —Hola.
—¡Hijo de las mil putas! —vocifera justo antes de echarse a llorar a mi lado—. Me asustaron tanto, los odio. ¡Pensaban dejarme sola! Y no, somos tres, cuatro si contamos a Gael, ¡pero debemos estar completos! Dios, Dex... te amo, jamás me dejes.
Me da gracia porque su rostro se contrae y abre mucho la boca cuando llora, contando que su voz se escucha pastosa pero me contengo y en cambio la abrazo como puedo. Ashlyn es de las personas más importante para mí, yo estaría igual si los papeles fuesen al revés.
—No lo haré, tranquila, y yo también te amo, Ash.
—¡Jesús! Tuviste que casi morirte para escucharte decir que me amas.
ESTÁS LEYENDO
A Través de un Corazón Roto.
RomanceEl mundo se tambalea cuando un corazón ha sido roto, la mala influencia del mismo corre por la mente de las personas. Alannah Fiztgerald ha decidido añadirle un poco de tequila. La combinación del tequila y el corazón roto la conduce hacia Declan Mc...